Villana sanadora – Capítulo 72

Traducido por LieBell-Cat

Editado por Nemoné


Desde que había llegado a este mundo de ensueño, me había convertido en un chico llamado Will. Él tenía trece años de edad. Era una persona de etnia mixta. Tenía el cabello castaño claro y rasgos un tanto atractivos. Recientemente él había tenido un accidente automovilístico y por eso mismo tuvo que recibir tratamiento de urgencias en un hospital. Sus piernas todavía no podían funcionar completamente por sí mismas, así que tuvo que recibir fisioterapia en el hospital por todo el mes.

Aunque quisiera, tampoco podría decir cosa alguna. Pareciese que solamente podía ver a través de los ojos de este niño.

Esto es un recuerdo… No puedo hacer nada más que ver.

Lo extraño de todo esto es que este chico siempre dice algo que yo solía decir muchas veces. Esta fue una importante pista para darme cuenta de que, de hecho, este chico soy… yo, ¿cierto?

Como sea, no es tan malo haberme quedado en este estado.

Tanto el chico como yo tenemos la mismísima intención, la cual era girar en dirección de la puerta para ver cuando ella abriera.

—Puedes pasar… —dije lo suficientemente fuerte como para que ella me oyera porque estaba bastante seguro de que era ella.

—Will, la enfermera me contó que te niegas a recibir la terapia. ¿Qué significa eso?

White abrió la puerta de golpe y entró pisoteando muy fuertemente dentro de la habitación. Estaba de muy mal humor, eso es seguro. Sabía que lo que hacía era incorrecto al no atender a mi terapia, pero si lo hacía, mi cuerpo se curaría y no tendría la oportunidad de volverla a ver de nuevo, ¿no es así?

—No quiero hacerlo.

Mis labios se movieron así de la nada, pero realmente quiero decir más que sólo eso.

—Entonces, ¿cómo te vas a recuperar? ¡¿Quieres que tus piernas queden discapacitadas para siempre!?

—No quiero hacerlo.

—Eres el paciente de mi madre. La reputación de mi mamá se arruinará si no sanas, ¿lo sabes?

—White, ¿solamente te interesas por la reputación de tu madre?

Mi tono de voz se tornó quebradiza al sentirme un poco herido por ella y sus palabras White suspiró antes de saltar sobre la cama.

—Sólo lo dije por tu bien. No seas bobo y ven a la terapia conmigo.

—Hmph…

—Te daré un castigo si llegas tarde.

Me quedé en silencio.

Mi cuerpo se quedó paralizado por un instante como si él estuviese pensando en algo. Al final, él por fin decidió lo que quería y eso mismo era lo que yo quería.

—Quiero que me castigues.

—Tú….

Sería una agradable, pero muy extraña sensación ser castigado por ella- Ella dijo que no castigaría a una persona que no podía caminar, me dijo que me castigaría cuando mis piernas estuviesen curadas.

Esperaba con muchas ansias que llegara ese día.

♦ ♦ ♦

La terapia salió bien. A medida que los días pasaban mis piernas comenzaron a sanar. Veía a mis padres cada noche ya que estaban demasiado ocupados con sus empleos por las mañanas. No me sentía triste ni nada por el estilo porque lo más importante de todo esto era que siempre tenía a White como mi asistente de fisioterapia.

Ella es la hija del director y su madre también trabaja aquí en el hospital. White siempre venía aquí para ayudar a su mamá después de concluir con sus clases extra en la escuela de curso intensivo. Su madre también le confió en que ella se volviera amiga de él.

Podía pedirle cualquier cosa que quisiera, pero dependía de su decisión el hacerlo o no. Siempre obtendría una respuesta por parte de ella sin importar que tan infantil fuera la petición.

A veces, también tenía la noción de que alguna vez ya me había sentido antes de esta manera, pero no había conocido a una persona como White en mi mundo. Cuando miro a White, se me acelera el corazón como loco. No había estado en este estado con anterioridad o acaso, ¿estos sentimientos son los de Will?

Cuando el momento de que me dieran de alta del hospital se acercaba, mi corazón empezó a sentirse pesado. Quizá no me encuentre con ella de nuevo. quería caer enfermo de nuevo por dos o tres días más y esto es lo que Will también quiere que pase.

El día antes de de ser dado de alta, se forzó sí mismo a permanecer en el agua helada durante casi una hora al anochecer.pero fue un fracaso porque White para darle una sorpresa , y lo vio sumergido dentro de la tina.

Ella rompió la puerta porque pensó que algo malo había ocurrido. Pero lo único que vio fue a un chico que estaba tiritando de frío en la bañera. White rápidamente lo levantó y lo cubrió con mantas. Lo llevó a sentarse cerca de un calefactor antes de encenderlo.

—F-f-frío.

Los labios de mi rostro se movieron al decirlo, mientras me abrazaba a mí mismo para evitar seguir temblando de frío.

—Bien merecido lo tienes. ¿Qué estabas pensando cuando seguiste sentado allí remojándote hasta helarte los huesos de esa manera? No estamos en verano, y tú deberías saberlo mejor que todos.

—Aún no quiero que me den de alta.

— ¿Qué? Apenas ayer me dijiste que te estabas aburriendo de la comida que sirven aquí, ¿no es así?

White saltó sobre la cama y se volteó a mirarle con una mirada de desaprobación.

—Ya no estoy aburrido de ella.

—Si te gusta tanto, puedo ordenarles que te dejen llevar un poco de comida contigo a casa.

—No es la comida…

—Entonces, ¿qué es?

Se quedó sin palabras.

— ¿Cómo puedo saberlo si tú no me lo dices?

White se cruzó de brazos y se me quedó mirando fijamente. A pesar de que es una chica muy lista, es demasiado densa en cuanto a mis sentimientos. Quería decirle algo en un punto, realmente quería decírselo. ¿Qué otra razón debería haber para seguir quedándome en el hospital? Los alimentos de aquí son insípidos y también la atmósfera por los alrededores de este lugar apesta a antibióticos.

—Si salgo de aquí, no me volveré a topar contigo de nuevo.

Murmuró lo más silencioso posible.

— ¿Qué? No te escucho. ¿Cómo podría escucharte cuando solamente balbuceas para tus adentros? ¿Podrías hablar más alto?

— ¡Si salgo de aquí, no te volveré a ver otra vez! ¡¿Puedes escucharme ahora?!

—Está bien, está bien, ahora puedo escucharte. Baja la voz un poquito, ¿puedes? Vas a despertar al paciente de la habitación de al lado por esto, ¿lo sabes?

El chico se sonrojó en un instante, y yo también sentí ese calor en el rostro. Siquiera, ¿esto contaba como una confesión? No, desde la perspectiva de la otra persona, esto evidentemente era una confesión.

— ¡¿Qué?! ¿Acaso te me acabas de confesar a mí?

White antepuso su mano para cubrir sus labios y dejó salir una risita nerviosa.

—No…

Al final, me moría de la vergüenza porque no le podía decir que sí.

—Si tú quieres verme, entonces ven a encontrarme aquí. Estaré por aquí al atardecer todos los días.

— ¿No tienes un número de teléfono o algo parecido?

—Hmm… puedes contactar a mi madre en ese caso.

—Umm, de todos modos ¿por qué viniste hasta aquí en medio de la noche?

—Vine aquí para verte a tí. Me quedo en el lugar que está frente a/cerca a  este edificio. Vi que tu cuarto todavía no había apagado las luces durante un tiempo, así que vine aquí para checar cómo te encontrabas.

Ella señaló el edificio que estaba frente de mi habitación. Incluso ella había venido hasta acá porque estaba preocupada por mí.

Esto es muy malo… ¿Acaso mi buen humor se me empezaba a notar en la cara?

Pero al que se le cambió la expresión facial no era a mí, era a Will. Estaba tan ruborizado como un tomate.

—White, tú me dijiste que me castigarías cuando mis piernas estuvieran curadas. Mis piernas están sin problemas ahora.

— ¿Aún te acuerdas?

— ¿Por qué lo olvidaría?

Los ojos del joven brillaban cuando se volteó a ver a White. Este chico casi vio a través de mis pensamientos, pero se sintió bien el tenerlo así. No… Era muy pequeño para estar bajo un castigo tan pesado, pero por mí estaba bien con ello. Sólo pensé que si era de ella, yo estaría bien con cualquier cosa.

—Entonces… ¿Por qué no probamos la fuerza en tus piernas?

No entendió a qué se refería

—Abajo y gatea por el suelo. Vamos a ver si tus piernas están bien con eso.

White bajó de la cama y giró a mirarme con ojos desafiantes. Era como si la mirada en sus ojos me hicieran obedecerla en todo lo que me ordenara. Era una sensación como si mi corazón fuera a saltar de mi pecho en cualquier momento.

No podía expresar este sentimiento de dicha y felicidad en palabras.

Incluso si ella sólo estaba usando mi espalda como una silla y me ordenaba a gatear en círculos por la habitación. Si me llegara a lastimar, ella inmediatamente se detendría. Pero no sentía dolor alguno, mis piernas ya deberían estar más que curadas. Aunque luego de esto, la enfermera, que vino a checarme, estaba muy sorprendida y nos dijo que paráramos de hacerlo.

¿Qué debería hacer? Tanto Will como yo… comenzábamos a volvernos adictos a este tipo de sentimiento.


LieBell-Cat
BRUHHHHHH, ES LA MISMA HISTORIA (¿?) P.D.: Aquí huele a masoquismo…

4 respuestas a “Villana sanadora – Capítulo 72”

    1. Ohh por Dios, es decir que esto vienen desde tiempo atrás eh 😏😏. Una relacion S&M que atraviesa el especial y el tiempo 🙊🙊

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido