Barra de Progreso de la Muerte – Capítulo 86: Verdad

Traducido por BeeMiracle

Editado por Ayanami

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A instancias de Shi Jin, el guardia de la prisión entró para quitarle las esposas a Xu Chuan y verter dos vasos de agua.

Shi Jin sostuvo el vaso, esperando en silencio a que el hombre de enfrente se compusiera.

Xu Chuan tocó la imagen sobre la mesa con una mano temblorosa, su mirada clavada en el niño que estaba en ella. Pasó mucho tiempo antes de que hablara.

—Así es como se veía Jinwen cuando era niño… Cuando lo conocí, su cuerpo ya estaba en muy malas condiciones. Resulta que hubo un momento en el que estaba muy sano … Eso es bueno, eso es bueno…

Shi Jin tomó un sorbo de agua y siguió sin hablar.

La habitación quedó en silencio. Xu Chuan se quedó mirando la imagen durante mucho tiempo antes de que finalmente recuperara la compostura. Cuidadosamente, cubrió la foto con su mano, miró a Shi Jin y preguntó: —¿Qué quieres saber?

Shi Jin dejó el vaso y se encontró con esos ojos que estaban llenos de todo tipo de emociones contenidas.

—Quiero saber quién te ordenó, realmente, contratar a Werewolf. No me digas que fue Xu Tianhua, no lo creo.

Los ojos de Xu Chuan brillaron y miró hacia abajo para evitar su mirada.

—No puedo decirte.

¿Este bastardo todavía quiere intentar engañarme?

—Pero eso es lo que más quiero saber. —Shi Jin sacó otra foto de su bolsillo y la puso boca abajo sobre la mesa. —Supongo que mi papá no te lo dijo, pero debido al tratamiento, cuando era un adolescente, hubo un período de tiempo en que el Señor Jian tuvo un sobrepeso severo. Muy parecido a mí.

Xu Chuan volvió a levantar la cabeza, mirando la imagen bajo la mano de Shi Jin con sorpresa e incredulidad. Apenas estabilizando sus emociones, pronunció:

—No, debes estar mintiéndome, obviamente…

Al ver su reacción, Shi Jin supo que su suposición anterior era correcta. Efectivamente, alguien como Shi Xingrui nunca le diría a nadie que la persona que le gustaba solía verse fea y que lo había evitado por un período de tiempo debido a eso; para la mente de Shi Xingrui, era demasiado humillante.

Xu Chuan era consciente de mucho menos de lo que pensaba.

Su mente se aceleró, interrumpió al abogado y volvió a hablar de forma agresiva:

—¿“Obviamente”, qué? Obviamente, ¿fue mi padre actuando fuera de lugar? ¿Crear a esta repugnante réplica, pero luego permitirme engordar y arruinar la apariencia del Señor Jian? Xu Chuan, me odias mucho, me odias por profanar la imagen perfecta de tu amado en tu memoria, pero eso no está bien, cuando él tenía mi edad, era tan gordo y feo como yo. Además, quiero que entiendas una cosa más: no fue que engordé porque me lo permití, sino porque mi padre, intencionalmente, me hizo subir de peso. ¿Por qué haría algo así, no crees?

—¡Cállate! —Fue como si un rayo hubiera explotado en la mente de Xu Chuan. Quería refutar las palabras de Shi Jin, pero al mirar la foto boca abajo en la mesa, entendió que lo que dijo el adolescente probablemente era cierto.

—Xu Chuan, en este lugar y en tu posición, no tienes derecho a decirme que me calle —respondió Shi Jin con frialdad, sin dejarlo ir.

Xu Chuan se congeló. Después de un tiempo, su expresión comenzó a desmoronarse. Se desplomó e inclinó la cabeza, diciendo con dolor:

—¿Por qué nunca me lo dijo? ¿No era su amigo? ¿Por qué no me dijo…? —Evitó mencionar que Shi Jin estaba engordando por completo, como si eso fuera algo inaceptable, su mente se negó a reconocer haber escuchado esa parte.

Lo que Shi Jin necesitaba era que se rompiera por completo. Al tocar la foto, dijo:

—Porque el Señor Jian es diferente a usted, nunca usaría su propia miseria como moneda de cambio para robar el calor de otras personas. Xu Chuan, dime lo que quiero saber y te diré lo que quieres saber. Dame el nombre o me iré de inmediato.

La mirada de Xu Chuan se movió nuevamente hacia la imagen debajo de su palma, su lucha era visible en su rostro. Por fin, parecía haber tomado una decisión y miró a Shi Jin.

—Quiero ver esa foto.

—Dame el nombre primero. —Shi Jin no se comprometió.

Xu Chuan parecía no poder soportar a alguien que se parecía a Jian Jinwen frente a él mostrando una expresión tan fría y despiadada. Respiró hondo y miró hacia otro lado, mientras su manzana de Adán se balanceaba mientras respondía:

—No fue Xu Tianhua.

Shi Jin lo miró con atención, sin parpadear.

—Sí… fue la madre de tu hermano mayor, Xu Jie. —Mirando a Shi Jin de nuevo, continuó: —No te sorprendas demasiado. Sé que eres muy dependiente de tus hermanos, pero la gente que quiere hacerte daño…

En este punto hizo una pausa, porque Shi Jin no mostró la sorpresa que esperaba, sino que reveló una mirada de ‘lo sabía’.

Los pensamientos que surgieron en la mente de Shi Jin en ese momento fueron realmente “bastante seguro” y “es así como todo encaja”; también estaba el alivio de que finalmente había resuelto el rompecabezas de los agujeros de la trama en la novela original. Se encontró con la mirada de Xu Chuan con indiferencia, la comisura de su boca se dibujó en una sonrisa sin humor.

—¿Qué pasa con tu expresión? ¿De verdad pensaste que había venido a hablar contigo sin saber lo suficiente de antemano? Continúa, quiero saber la verdad de lo que sucedió en el pasado.

Era como si Xu Chuan hubiera sido golpeado. Echó un vistazo más de cerca a Shi Jin, midiéndolo.

—Realmente has cambiado. La última vez que nos vimos, seguías siendo un tonto que seguía ingenuamente a su hermano, demasiado estúpido para distinguir entre amigos y enemigos.

Como se esperaba de un abogado, su boca es realmente venenosa.

Shi Jin resopló y arrojó la foto descuidadamente sobre la mesa.

—¿Así que hiciste todo lo posible por sembrar la discordia, con la esperanza de que no me acercara demasiado a Shi Weichong? Oh, no, lo expresé mal, hice que pareciera que estabas tratando de ayudarme, pero esas no podrían haber sido tus intenciones, ya que sé que no tienes ninguna buena voluntad hacia esta ‘imitación de tercera categoría’.

Los ojos de Xu Chuan estaban fijos en la mano de Shi Jin que jugaba con la fotografía, la suya se cerró lentamente en un puño.

—Veamos, dijiste algo como esto en ese entonces: ‘Ridículo, ustedes dos sentados juntos como buenos hermanos, qué broma’. De hecho, me dijiste que corriera porque no querías verme, ya que me parecía mucho al Señor Jian, sentado con Shi Weichong, que se parece mucho a mi padre, lo cual, te hizo sentir muy incómodo, ¿no? Xu Chuan, estabas celoso de que entre ustedes dos, el Señor Jian obviamente se preocupaba más por mi padre que por usted.

—¡No se lo merecía! —Xu Chuan se puso de pie de repente y extendió la mano, tratando de agarrar la foto boca abajo sobre la mesa. Reaccionando más rápido, Shi Jin la recogió y le dio la vuelta entre sus dedos, revelándola.

La silueta del gordo y adolescente Jian Jinwen se reflejó en los ojos de Xu Chuan.

Los movimientos del abogado se congelaron de repente. Shi Jin aprovechó la oportunidad para levantarse y llamar a la puerta de la sala de visitas; cuando el guardia de la prisión la abrió, dijo: —Por favor, espóselo, quería atacarme.

El guardia entró y cumplió con su pedido, sin ser demasiado gentil.

Al ser refrenado nuevamente, la expresión de Xu Chuan se volvió fea. Su mirada nunca se apartó de la foto en la mano de Shi Jin.

Shi Jin esperó hasta que esposaron al hombre y luego se reclinó en su silla. Extendió la mano y tomó la foto del niño Jian Jinwen que había estado acostado frente al abogado, la volvió boca abajo y la colocó junto a la foto del adolescente Jian Jinwen.

—Mi padre realmente no merece sentarse al lado del Señor Jian, pero tú tampoco mereces tener su foto. Xu Chuan, piensa con claridad, si me molestas, no obtendrás nada.

Xu Chuan luchó por conservar la foto, pero fue inútil, solo pudo ver a Shi Jin quitársela. La apariencia del adolescente Jian Jinwen en la foto, a la que solo había logrado echar un vistazo, surgió en su mente. Después de un largo enfrentamiento, finalmente dijo:

—Sí, no lo merezco… Al principio, me acerqué a Jinwen con un desdén y una burla ocultos. Jinwen debió haberlo notado, así que no quería contarme demasiado sobre el pasado y siempre mantuvo una distancia cortés conmigo… No lo merezco, pero Shi Xingrui, que arde en el infierno, ¡se lo merece mil veces menos que yo! Le falló a Jinwen, lo lastimó; se suponía que iba a sufrir toda una vida de doloroso pesar, sin obtener nunca el deseo de su corazón, ¡la esperanza se convertía en polvo cada vez! ¡Por qué! ¿Por qué naciste? Gracias a ti, obtuvo su deseo, ¡incluso si eres falso! ¡Lo destruiste todo!

Shi Jin lo vio escupir ira y malicia.

—¿Así que esta es la razón por la que tú y Xu Jie se coludieron para hacerme daño? —Preguntó, tocando las fotos. —¿Solo porque mi nacimiento satisfizo la persecución enfermiza de Shi Xingrui? ¿Por qué tengo esta cara? No tenías lugar para desahogar tus sentimientos reprimidos, ¿así que decidiste desahogarlos en un niño inocente? Eres un cobarde débil y despreciable. Xu Chuan, ¿el Señor Jian sabía lo retorcido y vicioso que eres en realidad?

Xu Chuan se congeló como si lo hubieran abofeteado, su expresión se puso rígida. Sus emociones se enfriaron rápidamente y se desplomó en su silla, con la cabeza colgando.

—No tengo tiempo que perder en estos empujones sin sentido —dijo Shi Jin con frialdad. —Dime lo que quiero saber o en el momento en que regrese a la ciudad B, iré a visitar al padre adoptivo del Señor Jian, lo acompañaré a la tumba del Señor Jian y tendré una buena charla con ellos sobre lo que hiciste en ese entonces y lo que hiciste ahora.

—¡No! ¡No los molestes! ¡Le prometí a Jinwen que me haría cargo de su familia! —Xu Chuan inmediatamente miró hacia arriba con un rastro de pánico en su rostro, sus emociones colapsaron una vez más.

—En términos de parentesco, también debería ser considerado como la familia del Señor Jian —respondió Shi Jin.

Xu Chuan dejó de hablar, lo miró y rápidamente desvió la mirada. Después de un momento de silencio, dijo:

—Dame diez minutos, luego te lo contaré todo.

Sin decir una palabra, Shi Jin se levantó, abrió la puerta y salió, dejando las fotos en la mesa, como por accidente.

Xu Chuan miró las fotografías; estaban tan cerca, justo enfrente de él, pero aún fuera de su alcance. Las emociones en sus ojos parpadearon, como la llama de una vela, hasta que finalmente se apagaron y dieron paso a la oscuridad.

Shi Jin charló con Gua Dos afuera por un tiempo. Diez minutos después, abrió la puerta, entró en la sala de visitas y volvió a sentarse, cubriendo las fotos con los brazos que puso sobre la mesa.

Xu Chuan, que había recuperado la compostura, le hizo un gesto con las manos esposadas:

—Quítame esto.

No había necesidad de ponerle las cosas difíciles en este punto, así que Shi Jin se levantó y llamó al guardia de la prisión.

La situación pareció volver al principio, con los dos sentados en la mesa, uno frente al otro, cada uno con un vaso de agua frente a ellos. Esta vez, sin embargo, la atmósfera fue mucho menos conflictiva que antes.

—La persona que quería hacerte daño era Xu Jie… sí, y yo —comenzó Xu Chuan, levantando el vaso y sosteniéndolo frente a él, sin mirar a Shi Jin. Continuó rotundamente: —Dijiste que querías saber la verdad sobre lo que sucedió en el pasado. Está bien, te lo contaré todo, solo espero que no importa lo que escuches, no molestes el sueño de Jinwen.

—Sí, te lo prometo —respondió Shi Jin.

Xu Chuan lo miró, luego inclinó la cabeza y tomó un sorbo de agua.

—Te creo. Eres diferente de las demás personas de tu familia… lo sé desde hace mucho tiempo.

Como Shi Jin especuló, Xu Chuan se acercó a Jian Jinwen siguiendo las instrucciones de Shi Xingrui. Xu Chuan estaba dispuesto a aceptar el trabajo por curiosidad y una generosa recompensa, pero nunca esperó que este momento de curiosidad influyera en toda su vida.

Jian Jinwen realmente era una persona buena y amable. Después de solo un año, Xu Chuan realmente lo consideraba un amigo, y gradualmente aprendió sobre el enredo entre él y Shi Xingrui.

No era como si el Xu Chuan actual fuera una buena persona, pero en ese momento, era mucho más utilitario y consideraba la conciencia como algo completamente innecesario, y su oprimida vida familiar le daba sed de éxito. Por lo tanto, aunque simpatizaba con Jian Jinwen, que se había mantenido en la oscuridad sobre todo, todavía eligió sus propios intereses: no le dijo la verdad a Jian Jinwen e incluso dejó que Shi Xingrui contactara al joven usando su nombre.

A veces, los sentimientos cambiaban de manera tan imperceptible que ni siquiera la persona misma se daría cuenta. Para cuando Xu Chuan descubrió que sus sentimientos por Jian Jinwen habían cambiado, Jian Jinwen se estaba quedando sin tiempo. Probablemente, sabiendo que no viviría mucho más, Jian Jinwen buscó a Xu Chuan y le dijo algo que casi hizo que el corazón del abogado se detuviera.

—Él dijo: ‘Lo sé todo’. —Xu Chuan apretó el vaso de agua con fuerza en su mano y su voz ya no estaba tranquila. —No me atreví a preguntarle qué era lo que sabía, simplemente me di la vuelta y me escapé. Cuando regresé al día siguiente, después de finalmente reunir el valor para hablar con él, el médico dijo que había fallecido. Sabes, fui al hospital a las ocho de la mañana y su corazón dejó de latir a las siete. Perdí mi momento por apenas una hora, una hora… No pude verlo por última vez, y ya no pude preguntarle qué sabía.

Las cejas de Shi Jin se fruncieron, no era realmente una historia agradable de escuchar.

—Debe haberse dado cuenta de que se estaba muriendo y por eso quería hablar conmigo, pero me escapé. —Xu Chuan respiró hondo para estabilizar su voz y continuó: —Perdí la oportunidad de despedirme de Jinwen, pero Shi Xingrui no lo hizo. Jinwen le escribió una carta de despedida. ¿Por qué? ¿Por qué Shi Xingrui? En la carta, Jinwen escribió que esperaba que Shi Xingrui pudiera deshacerse de la sombra del pasado y vivir feliz, pero ¿Shi Xingrui se lo merecía? Ni siquiera podía admitir que amaba a Jinwen, ¡debería vivir con dolor por el resto de su vida!

La expresión de Xu Chuan se volvió cruel de repente.

—No le di la carta a Shi Xingrui. La quemé —dijo, mirando el vaso en su mano con una mirada fría. —No mucho después de eso, los padres de Xu Jie se enteraron de quién sabe dónde que lo estaba haciendo bien. Se pusieron en contacto con mis padres con la esperanza de que ayudara a Xu Jie a conseguir un mejor trabajo.

Sabiendo que se acercaba el punto principal, los ojos de Shi Jin brillaron y su rostro se puso serio.

—No quería ayudar. Ese grupo de basura solía intimidar y aprovecharse de mis padres, y vivían una vida mil veces mejor, pero ¿tuvieron el descaro de correr hacia ellos y pedirles un favor? —Se burló el abogado, su mente completamente sumergida en el pasado. —Pero, al final, los ayudé, el corazón de mi padre era demasiado blando y no pude disuadirlo.

Aunque Xu Chuan accedió a conseguirle un trabajo a Xu Jie, no iba a poner mucho esfuerzo en ello, solo planeaba encontrar una vacante en alguna compañía al azar, con un salario lo suficientemente alto para ganarse la vida, y terminar el asunto de una vez. Sin embargo, Xu Jie había enviado su currículum a Ruixing y encontró la oportunidad de hablar con Shi Xingrui, luego mencionó que Xu Chuan era su hermano.

Shi Xingrui acababa de perder a Jian Jinwen en ese momento; psicológicamente, dependía mucho de Xu Chuan, un amigo que compartía la memoria de Jian Jinwen con él. Cuando escuchó que Xu Jie era pariente de Xu Chuan, contrató a Xu Jie como su asistente de inmediato.

Shi Jin se sorprendió al escuchar esto. ¿Entonces, Shi Xingrui estaba al tanto de la relación entre Xu Jie y Xu Chuan? Más tarde, cuando se protegió contra Xu Chuan, ¿fue por esto?

—Estaba muy enojado en ese momento, entendí que Xu Jie había visto desde mucho tiempo el potencial de Ruixing y le gustó, y quería pisarme como un trampolín para ingresar al nivel superior de la gerencia de Ruixing. Encontré a Shi Xingrui y le dije que tenía una mala relación con Xu Jie, con la esperanza de que la despidiera o al menos no la dejara ocupar un puesto tan importante. Sin embargo, dijo que cuando se dirige una empresa, uno no puede dejarse influir por los sentimientos personales: Xu Jie era lo suficientemente capaz, por lo que podía quedarse. —Xu Chuan se burló y se mofó: —Estaba bien cuando él actuaba por sentimientos personales, pero no lo estaba si lo hacía él, ese bastardo era la definición misma de doble rasero.

Al mirar su expresión, Shi Jin adivinó que esta era la gota que derramó el vaso y el punto en el que Xu Chuan se sintió completamente resentido con Shi Xingrui.

—Al final, Xu Jie se convirtió en asistente de Shi Xingrui. De hecho, tenía la capacidad, pero su ambición la sobrepasaba con creces: no solo quería subirse al barco de Ruixing, sino también convertirse en la esposa del presidente. —La sonrisa en el rostro de Xu Chuan se volvió maliciosa y llena de significado. —Ella vino a mí en busca de ayuda, diciendo que quería reemplazar a la persona en el corazón de Shi Xingrui. No quería ver a Shi Xingrui fingir ser tan noble y dulce después de todas las cosas que había hecho, así que le di una mano.

Shi Jin lo miró con el ceño fruncido.

—Xu Jie encontró la oportunidad de meterse en la cama de Shi Xingrui en el momento en que era más probable que quedara embarazada. Por supuesto, Shi Xingrui no quería asumir la responsabilidad, pero ¿cómo podía dejarlo? Incluso hablé sobre Jinwen, convenciéndolo de que siguiera adelante y no dejara que Jinwen se preocupara por él en la otra vida. Shi Xingrui se sintió en conflicto, pero al final, también quería liberarse del interminable dolor de la pérdida, así que siguió mi consejo y decidió intentarlo con Xu Jie.

Esta revelación dejó estupefacto a Shi Jin; resultó que fue Xu Jie quien inició las cosas, no Shi Xingrui, y Xu Chuan fue su cómplice. No es de extrañar que entre todas las mujeres de Shi Xingrui, ella fuera la única que no tenía ni un rastro de similitud con Jian Jinwen; ella no era un reemplazo en absoluto. Más bien, en ese momento, la idea de encontrar un reemplazo ni siquiera se le había pasado por la mente a Shi Xingrui.

—¿No fue genial? Ahora que Shi Xingrui tenía una mujer y un hijo, había perdido todo derecho a extrañar o incluso pensar en Jinwen. —Xu Chuan miró a Shi Jin, sus labios se curvaron en una sonrisa extraña y engreída, pero pronto se desvaneció y su expresión se volvió oscura nuevamente. —Pero no esperaba que Xu Jie fuera tan inútil como para que no pudiera manejar a Shi Xingrui en absoluto. No solo no pudo convencerlo de que se casara con ella, sino que también, debido a una maldita depresión posparto, le dijo que dormir con él en ese entonces era solo una parte de nuestro plan.

El ceño de Shi Jin se profundizó. Recordó que fue a partir de ese momento que Shi Xingrui comenzó a enloquecer buscando una madre sustituta para dar a luz a su hijo, y supuso que los últimos restos de conciencia de su corazón desaparecieron junto con el descubrimiento de la traición de su amigo más cercano y su “nuevo comienzo” resultando ser una farsa.

—Shi Xingrui se volvió completamente loco. Adivinó mis sentimientos por Jinwen y se dio cuenta de su traición a sus sentimientos por Jinwen, echó a Xu Jie y a su hijo de su casa y me echó de la dirección de Ruixing. —La voz de Xu Chuan se volvió tranquila de nuevo, e incluso adquirió un rastro de indiferencia. —Probablemente revisó la situación entre mi familia y la de Xu Jie, y descubrió que en realidad estaban en conflicto. Él estaba resentido con los dos, por lo que esta decisión, probablemente, lo hizo rechinar los dientes, pero en realidad le dio algo de apoyo a la familia de Xu Jie. Lo hizo porque sabía que ayudar a las personas que odiaba a tener éxito sería la mayor venganza contra mí. Todavía me mantuvo a su lado; me dejó presenciar el despegue de Ruixing paso a paso, mirando desde el margen, incapaz de participar en su ascenso. Era arrogante y loco, pero tenía la habilidad. No tuve más remedio que quedarme y trabajar para él de todo corazón porque necesitaba contener a Xu Jie, quien había arruinado mi carrera. Nunca podría dejar que lograra su sueño; mientras respirara, ¡nunca obtendría el estatus de esposa del presidente de Ruixing!

—Están todos locos. —Shi Jin negó con la cabeza, incapaz de entender sus pensamientos.

Ante esto, Xu Chuan se rió entre dientes.

—¿Loco? Es bueno estar loco; a los locos no les importa el dolor de otras personas y pueden encontrar la mejor manera de pisar un lugar dolorido. Solo mira a Xu Jie, Shi Xingrui se negó a reconocerla oficialmente hasta el día en que murió; bah, ni siquiera admitió tener una relación con ella. Solo después de su muerte pudo interpretar a la prestigiosa “esposa legítima”. Qué ridículo, ¿no crees que también es divertido?

Shi Jin guardó silencio. Tenía que admitir que las formas de manejar las cosas de Shi Xingrui y Xu Chuan eran bastante despiadadas.

—Xu Jie no solo quería ser la esposa del presidente de Ruixing, quería ser la única mujer que dio a luz a su único hijo. —La voz de Xu Chuan se llenó de malicia nuevamente. —Como dije antes, Shi Xingrui se había vuelto loco, verdaderamente loco, y para un loco es fácil hacer algo que una persona cuerda nunca haría. Encontré a una mujer cuya forma de cara era similar a la de Jinwen, pero, para hacer las cosas más divertidas, sus rasgos faciales no eran como los de Jinwen en absoluto, por lo que usarla no empañaría la memoria de Jinwen. Luego, dejé un volante que anunciaba el espectáculo de danza de la mujer en el escritorio de Shi Xingrui.

Conmocionado, Shi Jin miró a Xu Chuan con incredulidad. —En realidad… tú… —Siempre había pensado que Shi Xingrui comenzó a buscar sustitutos por su propia iniciativa, pero ahora parecía que se debía a la instigación intencional de Xu Chuan.

—¿Yo? ¿Yo qué? Si los sentimientos de Shi Xingrui por Jinwen fueran lo suficientemente firmes, no se habría sentido tentado en absoluto —respondió el abogado, helado. Agachando la cabeza abruptamente, como para evitar la mirada de Shi Jin, dijo —Pero Shi Xingrui era más racional de lo que pensaba. En lugar de apresurarse a encontrar a la mujer, la investigó primero. Cuando estuvo listo, ‘la conoció por casualidad’ y le propuso un trato: quería tener un hijo con ella, y ese niño tenía que ser un niño. Tengo que admitir que no pude igualar su grado de locura, solo quería que estuviera atrapado en la búsqueda de un espejismo, pero decidió crear un niño que se pareciera exactamente a Jinwen. Pero, ¿cómo podría ser eso posible? En silencio, lo vi volverse cada vez más loco, lo vi encontrar una mujer tras otra, vi a Xu Jie enojada de furia, pero apretando los dientes y en silencio para no perder todos los beneficios. Al principio, me alegré de que mi venganza tuviera éxito, pero pronto, sólo quedó un vacío en mi corazón.

La voz de Xu Chuan bajó.

—Varios años después, Shi Xingrui detuvo repentinamente esta locura. Pensé que ya era hora, cuatro mujeres y cuatro niños ya eran suficientes para volver loca a Xu Jie, y yo también me estaba cansando un poco… Sí sólo, todo realmente se hubiera detenido allí. Shi Xingrui cultivaría a sus hijos, luego lo ayudaría a elegir uno que no fuera Shi Weichong para convertirse en su heredero y sucesor de Ruixing, completando mi venganza contra Xu Jie… Pero luego apareció tu madre.

El agarre de Shi Jin se apretó involuntariamente alrededor del vaso en su mano.

—Se parecía mucho a Jinwen: su apariencia, temperamento, incluso su forma de hablar, y especialmente su carácter amable y gentil. —Xu Chuan se cubrió la cara con una mano y su voz se volvió peligrosa: —Era como si Shi Xingrui renaciera. Toda su persona estaba radiante; solo tuve que mirarlo para saber que estaba realmente feliz. Parecía que ya no le importaba nada excepto tu madre. Planeaba casarse con ella y esperaba su nueva vida.

—¿Qué hiciste? —Shi Jin no pudo evitar preguntar.

—¿Qué hice? Yo no hice nada, fue Xu Jie quien lo hizo. —Xu Chuan miró a Shi Jin de repente, su sonrisa era una mezcla de burla y alegría impía. —Xu Jie finalmente supo que nunca ganaría contra una persona muerta, y tampoco podría ganar contra esta perfecta sustituta. Ella ya estaba entrando en años; cuando se enfrentaba a Yun Jin, cuyos mejores años aún le quedaban por delante, naturalmente estaba ardiendo de celos. Observó cómo Shi Xingrui mimaba a Yun Jin como si quisiera darle el mundo, luego, cuando Yun Jin te dio a luz, esperando el día en que los abandonara a ambos como lo hizo con los demás, pero ella estaba destinada a decepcionarse, para Shi Xingrui, Yun Jin era diferente, y tú también lo eras.

El corazón de Shi Jin latía cada vez más rápido. Se dio cuenta de que debía haber algo importante que pasó por alto.

—¿Qué hizo ella? ¿Qué diablos hizo ella?

—Las personas inocentes y amables son las más fáciles de dañar —dijo Xu Chuan en voz baja, una especie de excitación distorsionada era visible en su rostro. —Shi Xingrui le construyó a tu madre un hermoso castillo, protegiéndola por completo de la realidad, pero también la engañó demasiado miserablemente, siempre y cuando sacaras algunos ladrillos, todas las mentiras y el engaño se derrumbarían sobre su cabeza. Xu Jie solía sufrir de depresión posparto, por lo que sabía que las mujeres después del parto eran muy vulnerables y también sabía qué era lo que más temían. Yun Jin estaba viviendo en una mentira, y Xu Jie simplemente le hizo un agujero: su Príncipe Azul no era un príncipe en absoluto, sino Barba Azul con sus muchas esposas. ¡Entonces bang! Todo se vino abajo, y la princesa ingenua que no podía soportar la realidad decidió terminar con su vida.

Cuando Shi Jin escuchó esto, se sintió mareado, pero también como si un gran fuego estallara en su corazón, quemando su autocontrol y su razón. Corrió alrededor de la mesa y agarró el cuello de Xu Chuan, gritando:

—¡¿Incluso eres humano?! ¡¿No era tu rencor contra Shi Xingrui?! ¡Debido a tus deseos egoístas, le hiciste daño a tanta gente inocente! ¡Mi madre aún no tenía veinte años y la obligaste a morir! ¡Malditos psicópatas!

En pánico, Xiao Si se tranquilizó, 【JinJin, cálmate, solo respira profundo.】

—¡Shi Jin! —Gua Dos, que había estado esperando afuera, abrió la puerta y entró corriendo. Dándole a Xu Chuan una mirada fría, abrazó a Shi Jin por detrás y lo arrastró fuera de la sala de visitas, cerrando la puerta detrás de ellos.

Una vez que estuvo afuera, la cabeza febril de Shi Jin se enfrió rápidamente. Apretó una mano contra su frente, respiró hondo varias veces y dijo:

—Lo siento, lo perdí por un momento.

Se había preparado mentalmente, sospechando que cualquier cosa que escuchara hoy, no sería nada agradable, pero después de saber que incluso la muerte de Yun Jin no era tan simple como había pensado, pareció afectarlo a nivel personal y no pudo evitar estar enojado por todo el daño hecho a los inocentes que no deberían haber estado involucrados en absoluto.

Esto era suficiente para hacer que uno se desesperara: ¿por qué no pueden las buenas personas tener un buen final?

—No te disculpes. —Al ver su expresión atormentada, Gua Dos frunció el ceño, luego extendió la mano y le frotó el cabello. —Los que deberían disculparse y pagar el precio por sus crímenes son los cabrones que los cometieron.