Barra de Progreso de la Muerte – Capítulo 87: Carta de Aceptación

Traducido por BeeMiracle

Editado por Ayanami


Shi Jin pasó media hora afuera calmándose, antes de entrar nuevamente a la sala de visitas. Gua Dos estaba preocupado por él, así que entró también, arrastrando una silla y sentándose junto a la puerta.

Xu Chuan también se había calmado. Cuando Shi Jin entró, lo miró, luego a Gua Dos, que lo seguía.

—Tengo que decir que tienes mucha suerte. Antes, estaba Shi Xingrui para protegerte, y nadie se atrevía a tocarte. Ahora Shi Xingrui está muerto, pero Lian Jun tomó su lugar y todavía nadie se atreve a tocarte.

—Lo resumiste bastante bien, es una lástima que no hayas tenido en cuenta eso antes de que tú y Xu Jie me atacaran —respondió Shi Jin.

Xu Chuan estaba atónito, se rió de repente, su risa se hizo cada vez más fuerte. Finalmente, dijo:

—Realmente, eres interesante. Shi Xingrui quería criar a un segundo Jinwen, pero, aunque tuvo éxito en la apariencia, resulta que tu carácter no es, en absoluto, similar. Ja, qué justicia poética, probablemente sea su retribución. Le sirve apropiadamente.

—Entonces, tal vez, tu retribución sea que no pudiste ver al Sr. Jian por última vez e indirectamente mataste a su hermana, así que incluso si se encuentran en la otra vida, probablemente te avergüences demasiado como para atreverte a enfrentarlo. Te sirve bien —respondió Shi Jin, inexpresivo.

La sonrisa de Xu Chuan se congeló. Mientras miraba el rostro frío e indiferente del joven, sus ojos se abrieron poco a poco; de repente, luchó por ponerse de pie de nuevo, tratando de abalanzarse sobre el adolescente.

Gua Dos se levantó en un instante. Empujó a Xu Chuan hacia atrás en la silla, luego agarró al abogado por el cabello y tiró de su cabeza hacia atrás, gruñendo con frialdad: —No mires a Shi Jin con esos ojos despreciables, asqueroso pedazo de mierda, o te obligaré a que desees estar muerto.

El impulso de alguien que ha sido manchado de sangre y alguien que no lo esta, es totalmente diferente al amenazar a la gente. Asustado por el aire asesino de Gua Dos, el cerebro febril de Xu Chuan se enfrió un poco. Se inclinó hacia atrás para aliviar el tirón y exigió algo tímidamente:

—Suéltame.

En lugar de aflojar su agarre, Gua Dos miró a Shi Jin.

—Estoy bien. —Shi Jin le indicó a Gua Dos que dejara ir a Xu Chuan, luego miró al abogado y le preguntó: —Después de tantos años, ¿por qué Xu Jie todavía quiere matarme? Y si la odias tanto a ella y a su familia, ¿por qué la ayudarías?

En ese momento, Xu Chuan ya no tenía nada que ocultar. Reclinándose en su silla, respondió:

—¿Por qué? Porque eras especial a los ojos de Shi Xingrui, y Xu Jie te odia por eso. Después de la muerte de Yun Jin, Shi Xingrui estuvo deprimido por un tiempo, pero, como probablemente estaba acostumbrado a la pérdida, no le tomó mucho tiempo animarse y cambiar el enfoque de su vida hacia ti.

Shi Jin frunció el ceño, dándose cuenta de que Xu Chuan había entendido mal la causa; no era que Shi Xingrui superó la muerte de Yun Jin tan rápido porque estaba acostumbrado a la pérdida, sino porque ya había conseguido la réplica perfecta por la que había hecho todo para conseguir; de modo que perder a Yun Jin ya no era importante para él.

El abogado continuó:

—Xu Jie pensó que ahora que Yun Jin estaba muerta, tendría otra oportunidad. Sin embargo, descubrió que, en cambio, Shi Xingrui dejó de buscar amantes y se centró únicamente en criarte. Incluso anunció que nunca te daría una madrastra… Ella ha querido matarte desde entonces. Tú y tu madre destruyeron sus posibilidades de volver a estar con Shi Xingrui; sueña con comer tu carne y beber tu sangre.

Shi Jin enfrentó su malicia con fría indiferencia y guardó silencio.

Dado que sus palabras no provocaron ninguna reacción, Xu Chuan se sintió aburrido. Retirando la mirada, dijo:

—Xu Jie ha querido matarte durante mucho tiempo, pero con Shi Xingrui protegiéndote con tanto cuidado, nunca tuvo ninguna oportunidad. Además, desde la muerte de Yun Jin, mostró una indiferencia casi cruel y una falta de preocupación por todos excepto por ti. Xu Jie estaba preocupada; sabía que si provocaba a Shi Xingrui, él la abandonaría y a Shi Weichong sin una pizca de vacilación. Como ya no había posibilidad de que volviera con él, volvió a pedirme ayuda.

—¿Qué hiciste esta vez? —Preguntó Shi Jin.

—Le dije a Shi Xingrui que Jinwen había querido muchos hermanos y hermanas, para que después de su muerte, hubiera alguien más para cuidar a su padre adoptivo. —La mente de Xu Chuan pareció vagar muy lejos por un momento, pero pronto, sus ojos recuperaron la claridad. —También le dije que las relaciones de sangre eran las más fuertes. Jinwen había estado muy solo mientras crecía y tú eras muy similar a él. Esta vez, deberían recibir mucho amor.

Las cejas de Shi Jin se fruncieron. No esperaba que hubiera una sombra de Xu Chuan detrás de “El Trato”.

—Shi Xingrui estaba conmocionado. Se reconectó con sus otros hijos a los que prácticamente había abandonado y comenzó a usar muchos recursos para cultivarlos. Xu Jie tomó esto como una oportunidad para tratar de atraer a las otras madres a su lado, para ayudarla a deshacerse de ti, pero ninguna de ellas fue tan tonta. La madre de Fei Yujing solo quería beneficios para su hijo y la madre de Rong Zhouzhong para ella; aunque aceptaron que sus hijos se acercaran a ti, eso fue todo: se negaron a convertirse en el cuchillo de Xu Jie. La actitud de la madre de Xiang Aoting era desconocida, y ella era una nuez demasiado dura para que Xu Jie la rompiera. No es necesario mencionar a la madre de Li Jiuzheng, que era solo una pobre mujer enloquecida por Shi Xingrui y sin ninguna utilidad. Nadie estaba dispuesto a cooperar con Xu Jie, solo aprovecharon la oportunidad para obtener beneficios. Xu Jie estaba furiosa, pero no había nada que pudiera hacer, así que las cosas continuaron así hasta que Shi Xingrui murió.

Xu Chuan volvió a mirar a Shi Jin.

—En cuanto a ayudar a Xu Jie… Tengo que admitir que Xu Jie dio a luz a un buen hijo; entre todos los hijos de Shi Xingrui, solo Fei Yujing tenía la fuerza para competir con Shi Weichong. Desafortunadamente, Fei Yujing no estaba interesado en la compañía, por lo que Ruixing eventualmente habría caído ante Shi Weichong de todos modos.

»Mis padres están muertos, Shi Xingrui está muerto, es imposible reprimir a Xu Jie y Shi Weichong; nada tiene sentido… Pero sigues vivo. ¿Cómo puede ser? ¿Sabes por qué Shi Xingrui me dejó anunciar su testamento? Porque pensaba que yo era igual que él, que te protegería con todas mis fuerzas porque te pareces a Jinwen. Pero una falsificación es solo una falsificación; no soy él y no quería dejar que se saliera con la suya, de modo que nunca planeé ayudarte a hacerte cargo de Ruixing. ¡Cómo podría empujarte al centro de atención y dejar que todos vieran esa repugnante cara gorda, esa abominación!

Con desprecio, Shi Jin se burló de él:

—Así que, al final, es porque eras demasiado débil, pero resentido por tu falta de fuerza, ayudaste a Xu Jie solo porque eso era lo único que eras capaz de hacer. ¡el inocente! Incluso después de ser arrestado, se negó a escupir el nombre de Xu Jie, ¿seguía esperando que ella pudiera matarme, la imitación? Xu Chuan, oh Xu Chuan, no es de extrañar que Xu Jie siempre te supere; una vez que comprendió a tu personaje, fue tan fácil manipularte. ¿Sabían tus padres que eras un inútil?

Xu Chuan se congeló, luego gruñó con los dientes apretados:

—¡No puedes mencionarlos!

—¿Por qué? ¿Es porque sabes que ni tú ni tus padres hubieran podido vencer a Xu Jie y a sus padres en esta vida? Xu Chuan, has perdido. Estás completamente derrotado.

—¡No! ¡No lo he hecho! ¡Vencí a Shi Xingrui, al menos lo derroté! —Xu Chuan comenzó a luchar nuevamente.

—Pero su posición en el corazón del Sr. Jian nunca igualará la suya. —Shi Jin observó a Xu Chuan volverse loco en el lado opuesto de la mesa con indiferencia, luego se levantó, reunió todas las fotos y se volvió hacia la puerta.

Ya había obtenido todas las respuestas que quería, por lo que no era necesario continuar la conversación.

Cuando Xu Chuan notó que se iba a ir, luchó con más fuerza, gritando casi histéricamente.

—¡La foto! ¡Prometiste darme la foto de Jinwen! ¡Shi Jin! Shi Jin, no puedes irte todavía, ¡tienes que darme la foto!

Los pasos de Shi Jin se detuvieron. Sacó una foto de su bolsillo y miró hacia atrás, preguntando:

—¿Le dijiste a Xu Jie sobre Jian Jinwen?

La mirada de Xu Chuan estaba fija en su mano. Con una expresión como si estuviera agarrando la última gota que le salvó la vida, negó con la cabeza y dijo:

—No, esa mujer no es digna de saber de él. Para asegurarse de que ninguna gente maliciosa sacara a la luz los asuntos de Jinwen y perturbara su descanso, Shi Xingrui borró todo rastro de su contacto con él, y yo siempre guardé silencio al respecto. Nadie lo sabe, nadie lo sabe… ¡Foto, dame la foto!

Es decir, Xu Jie solo sabía que Shi Xingrui tenía una “luz de luna blanca” que nadie podía reemplazar, pero ¿no sabía que esa luz de luna blanca era Jian Jinwen? No es de extrañar que dirigiera todos sus celos y odio hacia el “Shi Jin” original y “su” madre, y nunca molestó al padre adoptivo de Jian Jinwen.

Esto fue, probablemente, lo único bueno que Shi Xingrui y Xu Chuan habían hecho.

Con el rostro un poco mejor, Shi Jin volvió a guardar la foto en su bolsillo. Ignorando los gritos frenéticos de Xu Chuan, salió de la sala de visitas, dejando que la puerta se cerrara en la oscuridad del pasado, dejándolo todo atrás.

Al salir de la prisión, el brillante sol deslumbró a Shi Jin. Se quedó quieto por un momento, aturdido, luego se volvió hacia Gua Dos y dijo:

—Quiero volver, quiero estar con Lian Jun.

Gua Dos vio la expresión perdida del adolescente, frunció el ceño y sacó su teléfono para llamar al hotel. Después de pedirle a la gente de allí que empacaran su equipaje y lo llevaran al aeropuerto, abrió la puerta del auto e indicó el interior.

—Sube, vamos directo al aeropuerto.

Shi Jin le dio una mirada agradecida y se subió al coche.

Durante el viaje de regreso a la ciudad B, los pensamientos de Shi Jin siempre estaban en un caos. Xu Jie, Xu Chuan y Shi Xingrui, los nombres de estas tres personas giraron alrededor de su cabeza, molestándolo una y otra y otra vez. No pudo calmarse.

Jian Jinwen está muerto, Yun Jin está muerta, el “Shi Jin” original… El “Shi Jin” original también debe estar muerto, de lo contrario, no debería haber sido posible que Shi Jin renaciera en “su” cuerpo.

Eran las personas más inocentes del complot, y todos estaban muertos, asesinados por un montón de cabrones egocéntricos y retorcidos.

—¿Es tan difícil superar el odio que surge de los deseos insatisfechos? —Murmuró para sí mismo. Desde el principio hasta el final, nunca pudo descubrir la fuente de todo el odio y la malicia que llenaron a Xu Jie y Xu Chuan hasta el punto de derramarse por todas partes.

Gua Dos, que estaba sentado a su lado, escuchó su susurro y lo miró de reojo.

—Jun-shao dijo una vez: “No intentes comprender la forma de pensar de tus enemigos o villanos, solo necesitas saber lo que han hecho y hacer que lo paguen mil veces”.

Shi Jin se congeló. Un momento después, sacó su teléfono y abrió la galería, sacando la foto que tomó en el cine. Mirando al relajado y despreocupado Lian Jun en la imagen, quien sostenía palomitas de maíz y le daba a la cámara una sonrisa impotente, finalmente se sintió un poco mejor.

Había personas en este mundo cuyas mentes y corazones siempre estaban llenos de luz, incluso si se vieron obligados a vivir en medio de la oscuridad.

Lo extraño, quiero verlo.

♦ ♦ ♦

De repente, el tiempo parecía moverse con especial lentitud. Comieron durante el vuelo, pero Shi Jin descubrió que no podía tragar y dejó los palillos después de sólo unos pocos bocados. Cuando el avión aterrizó, fue el primero en salir corriendo. Indefenso, Gua Dos se apresuró a perseguirlo, sacando su teléfono para hacer una llamada.

Atrapó al adolescente en las puertas, lo agarró por el hombro para evitar que corriera y lo arrastró hasta la salida del aeropuerto. Haciendo un gesto hacia un monovolumen comercial discreto estacionado no muy lejos, dijo:

—Jun-shao sabía cuándo llegaría nuestro vuelo y vino a recogernos. Vamos.

La ventana del auto bajó justo en ese momento, revelando el rostro de Lian Jun.

Al verlo, el corazón de Shi Jin, que todavía estaba inquieto e incapaz de calmarse hace un momento, se calmó de inmediato. Se apresuró al auto, abrió la puerta y entró. Primero, subió escrupulosamente la ventana, luego abrazó a Lian Jun con fuerza, dejando escapar un suspiro de satisfacción. —Dame diez minutos. Diez minutos después, volveré a ser un tipo duro, así que déjame quedarme así por un momento, ¿de acuerdo?

Lian Jun había captado la esencia de la conversación con Xu Chuan de Gua Dos, y sabía que Shi Jin debía estar muy molesto en este momento. Sin preguntarle nada, lo abrazó a cambio, acariciando su espalda con dulzura.

—Si estás cansado, descansa un rato. Estoy aquí.

Shi Jin asintió, luego se relajó contra él, respirando el ligero aroma del gel de ducha en su cuerpo.

Para cuando llegaron al club, Shi Jin ya se había revitalizado. Mientras empujaba la silla de ruedas de Lian Jun hacia adentro, se quejó dramáticamente:

—La comida en el avión fue tan mala que ni siquiera pude comer algunos bocados. Estoy a punto de morir de hambre.

Lian Jun lo miró por encima del hombro con una sonrisa.

—La cocina te ha preparado el almuerzo. ¿Puedo acompañarte a comerlo?

Feliz, Shi Jin lo empujó hacia el ascensor, luego se inclinó para besarlo.

—¡Puedes! Puedes acompañarme a tomar sopa.

Lian Jun tomó su mano y la apretó suavemente.

Después del almuerzo, se retiraron a tomar una siesta. Debido a que había cosas en su mente, Shi Jin no pudo dormir tranquilo. Lian Jun lo notó, y una vez que decidió que el adolescente había descansado lo suficiente, lo despertó para jugar mahjong juntos.

Shi Jin sabía que su amante estaba ocupado, así que solo jugó unas pocas manos y se detuvo, con la excusa de querer seguir viendo una película que no había terminado antes. Empujó a Lian Jun al estudio para que pudiera continuar con sus documentos, luego se dejó caer en el sofá, conectó algunos auriculares a la tablet y encendió la película.

Lian Jun se aseguró de que el adolescente se hubiera acomodado cómodamente, luego tomó un archivo para leer.

Exteriormente, Shi Jin estaba viendo una película, pero en realidad, estaba hablando con Xiao Si.

Xu Jie definitivamente es un factor letal y representa una gran parte de mi barra de progreso —dijo con un tono de certeza.

Preocupado, Xiao Si preguntó: 【JinJin, ¿estás bien?】

Sí, estoy bien. —Shi Jin giró ligeramente la cabeza para mirar a Lian Jun detrás del escritorio, concentrado en los documentos. —La barra de progreso de Lian Jun está estancada en 500, pero el tratamiento ya ha comenzado, por lo que es solo cuestión de tiempo antes de que comience a bajar. Aunque mi barra de progreso subió a 850, debería bajar mucho después de que se trate con Xu Jie, o tal vez incluso desaparecer por completo. En resúmen, las cosas van en la dirección correcta, así que todo está bien.

Por alguna razón, al escucharlo decir eso, Xiao Si se sintió un poco comprensivo de repente. Sin embargo, sabía que Shi Jin no quería escuchar palabras de consuelo inútiles, así que preguntó: 【¿Cómo vas a lidiar con Xu Jie, JinJin? Ella siempre se ha estado escondiendo detrás de escena, y todavía está Shi Weichong…】

Al oír el nombre de Shi Weichong, Shi Jin frunció el ceño.

Primero, veamos si podemos encontrar evidencia de que Xu Jie ha estado buscando a alguien para matar a Yun Jin y al ‘Shi Jin’ original. Además, hagamos que Xu Chuan se retracte de su testimonio sobre Xu Tianhua y denuncie a Xu Jie en su lugar, aunque dudo que tenga alguna evidencia que sea suficiente para derribarla o no habría sido tan pasivo. En cuanto a Shi Weichong… Tiene derecho a saber la verdad. Si elige ayudar a su madre incluso después de saberlo todo, entonces, solo podemos convertirnos en enemigos.

【JinJin…】

Estoy bien. —Shi Jin negó con la cabeza y miró la barra de progreso en su mente, una extraña mirada fría apareció en sus ojos. —Si no puedo encontrar ninguna evidencia de que Xu Jie es la verdadera culpable de todo, entonces, la provocaré para que haga un movimiento nuevamente y la atraparé en el acto. ¡No importa qué, no dejaré que siga acechando en las sombras y causando problemas!

Era la primera vez que Xiao Si había visto una expresión así en el rostro de Shi Jin. Sabiendo que estaba realmente enojado, dijo rápidamente: 【¡Está bien, entonces, haré todo lo posible para ayudar!】

♦ ♦ ♦

Después de salir de la provincia M, Gua Dos hizo arreglos para que alguien interrogara a Xu Chuan nuevamente, con la esperanza de encontrar más información útil, pero el abogado se negó a cooperar y solo clamó por ver a Shi Jin. En vista de la inestabilidad emocional de Xu Chuan y los ocasionales actos de locura, las autoridades penitenciarias lo aislaron.

Al enterarse de esto, Shi Jin lo pensó un poco, luego llamó a la prisión y habló con Xu Chuan por un tiempo. Después de la conversación, Shi Jin determinó que el hombre no tenía pruebas para condenar a Xu Jie, pero tenía una forma de contactarla.

—Me niego a darte la foto —dijo Shi Jin al final de la llamada telefónica, de manera despiadada. —Pero hay una cosa que necesito que hagas.

Xu Chuan casi lo odiaba. Quería colgar el auricular, pero aguantó, reacio a renunciar a su último rayo de esperanza. {Si me das la foto, te ayudaré.}

—Si no me ayudas, le diré a Jian Chenghua todo lo que has hecho —respondió Shi Jin.

La respiración de Xu Chuan se volvió pesada. Obviamente estaba perdiendo los estribos, gruñó, {Shi Jin, ¡no creas que tengo miedo de tus amenazas!}

—Si no es así, simplemente cuelgue. —Shi Jin puso el teléfono en altavoz, lo dejó a un lado, tomó la tablet y comenzó a jugar mahjong.

Después de que pasaron más de diez minutos, la voz de Xu Chuan volvió a sonar. {¿Qué es lo que quieres que haga?} Preguntó, comprometiéndose.

Shi Jin cambió la tablet por su teléfono una vez más.

—Quiero una lista de las personas que ayudaron a Xu Jie a dañar a mi madre. También necesito que te pongas en contacto con ella y le digas que te he visitado.

La voz de Xu Chuan bajó: {¿Qué estás planeando?}

—Lo que más quieres ver: voy a dejar que Xu Jie me mate —respondió Shi Jin. Por el rabillo del ojo, notó que Lian Jun levantó la cabeza y lo miró con el ceño fruncido, rápidamente, simuló que había hablado mal y suplicó clemencia.

El ceño de Lian Jun se aflojó un poco; le dio a Shi Jin una última mirada de advertencia, luego se ocupó de nuevo con los documentos.

Dejando escapar un suspiro de alivio, Shi Jin volvió su atención a la conversación con Xu Chuan.

El teléfono estuvo en silencio durante un rato; cuando Xu Chuan finalmente habló, volvió a estar tranquilo. {Interesante. Creo que sé lo que quieres hacer. Muy bien, te ayudaré, tratémoslo como lo último que puedo hacer por Jinwen.} Con estas palabras, colgó.

Shi Jin bajó el teléfono. Se mantuvo en silencio durante un rato y luego preguntó:

—¿La estoy incitando a cometer un crimen?

Lian Jun estaba al tanto del plan de Shi Jin. Lo miró, dejó el archivo y salió de detrás del escritorio. Una vez que llegó al lado de Shi Jin, tomó su mano, sacó el teléfono y besó los dedos del joven.

—No, no lo estás. Incluso si no usas a Xu Chuan para estimular a Xu Jie, ella te atacará tarde o temprano. Envié gente para vigilar sus movimientos; descubrieron que ella está contactando encubiertamente a organizaciones del inframundo, tanto en China como en el extranjero.

¿Organizaciones del inframundo?

Shi Jin frunció el ceño.

—¿Quiere contratar a alguien para secuestrarme de nuevo?

—Es posible, pero esta vez es improbable que llegue a ninguna parte. Casi ninguna organización en China se atrevería a provocar a Annihilation apuntándote y, aunque hay organizaciones en el extranjero que pueden competir con nosotros, ella nunca podría pagar su precio —dijo Lian Jun, apretando su mano. —¿Tienes miedo?

Shi Jin sonrió y respondió:

—No lo tengo, mi novio es tan poderoso que Xu Jie no podría lastimarme incluso si contratara a un grupo de inmortales. —Además, con la barra de progreso, lo sabría tan pronto como el peligro estuviera cerca, por lo que estaba doblemente seguro.

Lian Jun volvió a besar el dorso de la mano de Shi Jin y luego regresó a su escritorio. Después de mirar al adolescente que estaba nuevamente tendido en el sofá, sacó su teléfono y le envió un mensaje a Lu Shan.

Esa noche, la barra de progreso de Shi Jin subió a 900. Shi Jin, cepillándose los dientes en ese momento, supuso que Xu Chuan debió haber contactado a Xu Jie. Se inclinó para escupir la espuma, se enjuagó la boca y se lavó la cara, luego salió del baño y se tiró sobre la cama. Una vez allí, su mano se deslizó hacia un lado y tiró sigilosamente del cinturón de la bata de noche de Lian Jun.

Lian Jun estaba apoyado contra la cabecera leyendo un archivo. Las comisuras de su boca se levantaron ante la acción de Shi Jin; colocando los documentos en la mesilla de noche, apagó la lámpara, luego giró y presionó a Shi Jin sobre el colchón.

Shi Jin no quiso resistirse; al contrario, abrazó a su amante, aprovechando la oportunidad para tocar su pecho y torso por todas partes, fingiendo salivar:

—Todo este ejercicio realmente no se desperdició, solo mira estos músculos pequeños, delgados…

Lian Jun se rió entre dientes ante este pícaro que simulaba jugar, e inclinó la cabeza para bloquear esa boca traviesa.

♦ ♦ ♦

Cuando se despertó, Shi Jin descubrió que su barra de progreso había subido de nuevo, a 920. Sin embargo, estaba muy tranquilo; envió un mensaje a sus cinco hermanos invitándolos a cenar, su estado de ánimo incluso podría considerarse bueno.

Shi Weichong respondió primero, diciendo que estaba disponible en cualquier momento, y también le preguntó activamente a Shi Jin qué tipo de comida quería comer, proponiendo ubicar un buen restaurante; Fei Yujing, quien ya había regresado al país L, parecía estar muy ocupado ya que solo respondió después de las 10 pm; desafortunadamente, no tendría tiempo de regresar a China dentro del próximo mes, y como disculpa, ordenó una comida para llevar de mariscos súper elegante para el almuerzo del día siguiente para Shi Jin; si bien la respuesta de Rong Zhouzhong fue muy rápida, dijo que solo estaría disponible después de dos semanas porque su agenda estaba llena y no podía escapar; el mensaje de Xiang Aoting fue bastante conciso: estaba haciendo una tarea y debería estar libre aproximadamente una semana después; Li Jiuzheng solo respondió una palabra: OK.

Después de analizar la información, Shi Jin fijó la hora de la cena en una semana después, renunciando a Fei Yujing y Rong Zhouzhong.

Fei Yujing estaría ocupado durante mucho tiempo, así que no le importaba. Rong Zhouzhong, sin embargo, se enfureció: después de preguntar en el pequeño grupo de chat de los hermanos, descubrió que él era el único que Shi Jin había abandonado directamente, y de inmediato envió innumerables mensajes de “Pequeño bastardo” a Shi Jin.

Shi Jin sólo respondió con “Ja, ja, ja, ja, ja, ja”, casi logrando que Rong Zhouzhong se desmayara de ira, luego tomó su tablet y continuó jugando mahjong.

Lian Jun le vigilaba todo el tiempo; al ver la expresión de tristeza en su rostro, movió la silla de ruedas a su lado y acarició su cabello.

Shi Jin dejó de colocar los mosaicos en la tablet y miró a su amante.

—¿Quieres que vaya contigo? —Preguntó Lian Jun.

Shi Jin negó con la cabeza. Volvió la mirada hacia la tablet y tocó un mosaico, respondiendo:

—Esta vez, me reuniré principalmente con ellos para estimular a Xu Jie, así que no es necesario que vengas. Tu salud es lo más importante, la comida afuera ciertamente no sería tan buena para ti como la que hay aquí en el club.

Lian Jun no insistió, solo volvió a acariciar su cabeza.

—Entonces, le pediré a Gua Uno y Gua Dos que te acompañen —dijo.

Esta vez, Shi Jin no se negó, sino que sonrió y asintió.

Sin embargo, antes de que llegara la fecha de la cena, la respuesta de la escuela a la que Shi Jin había solicitado llegó.

Una vez más, todos se reunieron en la pequeña sala de estar para ver a Shi Jin abrirla.

—¿Cómo es que siento como si mi hija de repente hubiera crecido y estuviera a punto de casarse? —Gua Dos exclamó, suspirando teatralmente.

Shi Jin le dio el dedo medio. Sacó la carta de admisión del sobre, la miró y se la entregó a Lian Jun.

Lian Jun lo tomó y lo leyó con atención, luego tocó el nombre de Shi Jin en la carta.

—Pidamos a la cocina que prepare algo delicioso para la cena —dijo, con un toque de orgullo visible en su sonrisa.

—Entonces, me gustaría comer chuletas de cordero asado. —Shi Jin hizo un pedido con alegría, sin molestarse en ser cortés. Además de la carta de aceptación, había diversos papeles en el sobre; Shi Jin los revisó, pero los volvió a poner una vez que descubrió que no eran nada especial, luego ahuyentó a los entrometidos.

Reacio a dejarse llevar, Gua Dos soltó un bufido frío y dijo:

—El entrenamiento militar en las academias de policía se lleva a cabo de acuerdo con los estándares militares. ¿Verdad, Gua Uno?

Gua Uno le lanzó una mirada un poco exasperada, pero aun así cooperó:

—Shi Jin, es hora de retomar tu entrenamiento físico, lo has abandonado por mucho tiempo.

La expresión de Shi Jin se puso rígida. Pellizcó los músculos de su brazo, que eran un poco demasiado suaves, pensó en la figura de Lian Jun que ya no parecía casi demacrada, y asintió con un sentimiento de culpa; de hecho, parecía haber sido un poco demasiado indolente recientemente. Lian Jun se ejercitaba diligentemente todos los días, por lo que también tenía que trabajar más duro.

 

4 respuestas a “Barra de Progreso de la Muerte – Capítulo 87: Carta de Aceptación”

  1. Estaba tan enojada por un manwha que leí hace un rato y luego vengo a leer esto y mi corazón y mente se tranquilizaron completamente Lian Jun es tan maduro y estable y Shi Jin tan lindo que me hace amarlos cada vez más

  2. AHHHH!! No puedo dejar de pensar que esta estupida esta tan molesta con una persona ajena por algo que se provoco a si misma. Desde un inicio se acerco con otras intenciones a Shi Xingrui es como “¡¡¿PERO QUE DIABLOS ESPERABAS QUE PASARA?!!” Lo piso aun mas despues de la perdida de Jinwen, podria haber terminado su obsesion pero lo hundio mas.

    BRAVO!! Que bueno que ninguna de las otras madres fue tan tonta, ahora siento mucha pena por Shi Weichong, el me cae bien y yo solo estoy esperando que a su madre la apuñalen.

    Bueno el capitulo empezo continuando la amargura de los dos anteriores pero volver a tener a Lian Jun con Shi Jin y Gua Dos con sus encantadores comentarios hacen que el capitulo termine con un sentimiento mas agradable.

    Nuevamente muchisimas gracias a el reino de Kovel, sobre todo a BeeMiracle y Ayanami quienes trabajan en esta novela (*≧∀≦*)❤❤❤❤

    1. ¡Que lindo tu comentario! (me dan más ganas de hacer un pack así 😉 ) Yo también quiero muchísimo a Shi Weichong, no es su culpa que tenga una mamá psicótica :’) Gracias por leer con nosotros <3

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