El Perseguido – Capítulo 17: Desagradecido

 Traducido por Shisai

Editado por Sakuya

Corregido por Shiro


—Ok, ahora estás listo —le dijo Ye Ying Zhi después de envolverlo eficientemente con la manta.

—¿Cómo se supone que voy a caminar así? —inquirió mirando hacia abajo, parecía un bollo[1].

Su amante se acercó para cargarlo.

El episodio terminó con Chi Yan quitándose la manta y poniéndose la chaqueta de Ye Ying Zhi. Ahora ya no se sentía tan asustado con su amado bromeando, aunque los golpes no se habían detenido. Chi Yan caminó detrás de él, quien se acercó y abrió la puerta. Estaba completamente oscuro afuera, excepto por el tenue resplandor de luz alrededor de una bombilla solitaria que colgaba por la puerta principal. No había nadie.

—Mira, te lo dije. No hay nadie alrededor. De seguro solo fue un animal que escapó una vez que nos escuchó —dijo Ying Zhi.

Conectando eso con los sonidos de arañazos del piso de abajo, Chi Yan tuvo que admitir que tal vez él tenía razón, y se sintió avergonzado por el alboroto que había causado.

Pero, lo que vio fue solo lo que Ying Zhi quería que viera.

Por ejemplo, había una “dama” de pie afuera de la puerta. Su cabello era largo, mojado y ralo, y estaba empapada y goteando. Sus ojos sin vida miraban con odio a Chi Yan, lágrimas ensangrentadas dejaban rastros mientras fluían por sus mejillas. Detrás de ella, había una sombra negra con una silueta humanoide, su “cara” retorcida y dolorida. Parecía estar gritando sin hacer ruido.

Todavía burlándose de él, Ye Ying Zhi cerró la puerta. Una vez cerrada, esa cosa desapareció como aplastada por una mano invisible. Cuando Chi Yan se giró, los labios de su amado se transformaron en una sonrisa oscura y burlona.

¿Cómo se atreven esas cosas a intentar llevarse a Chi Yan al lago con ellos?

Él sintió que su corazón se aclaraba. La incómoda sensación de ser observado desapareció, y pudo sentir que la cosa debajo de la cama ya tampoco estaba.

Mientras se relajaba, la somnolencia se apoderó de él. Empujó a Ye Ying Zhi que estaba tratando de abrazarlo:

—Deja de perder el tiempo, tenemos que empezar a conducir temprano mañana.

—Solo quiero abrazarte.

—No, es incómodo —Chi Yan se giró, dándole la espalda.

—Desagradecido… —Ye Ying Zhi se quejó de cómo lo estaba ignorando ahora que ya no estaba asustado. Pensar que hace un momento, lo abrazaba con tanta fuerza.

Ye Ying Zhi se quedó inmóvil en su lado de la cama, esperando a que Chi Yan se durmiera antes de estirarse y abrazarlo, como lo había hecho todas esas noches.

Tonto, de no haber hecho nada, ni siquiera sentirías mi abrazo.

♦ ♦ ♦

De vuelta al trabajo al día siguiente, Chi Yan llevó a los pasantes al departamento de TI y escuchó a un técnico, el Sr. Zhang, diciéndole a sus colegas que había ido a la ciudad de Gu Mu ayer por la mañana.

—Oh, hermano [3] Zhang, ¿pasaste el fin de semana largo en la ciudad de Gu Mu? Yo también fui allí —dijo Chi Yan.

—¡Ya quisiera! Mi cuñado estaba en un viaje de trabajo y mi hermana llevó a sus dos hijos allí. La noche antes que volviesen, de repente me llamó diciendo que su hija vio un fantasma e insistió en que fuera y los trajera de vuelta. Sonaba bastante frenética, así que fui temprano ayer —contó el señor Zhang.

En este punto, de repente recordó:

—Oh, Xiao[1] Chi, recuerdo que solías visitar templos ¿verdad? ¿Conoces algún lugar espiritual al que mi hermana pueda llevar a sus hijos? Bueno, es mejor estar a salvo que arrepentirse, y aunque no creo en esto, podría ser bueno para que ella se tranquilice.

—Hermano Zhang ¿de qué estás hablando? Nunca creí en esas cosas. Solo fui a esos templos para acompañar a mi abuela —contestó Chi Yan con expresión divertida mientras reía. Aunque lo que le pasó en la ciudad de Gu Mu fue realmente extraño, eso de que anduvieran tocando a la puerta tan tarde en la noche…

—Hermano Zhang, ignora a Chi Yan, ¡se ha convertido en un materialista desde que entabló una relación! —Un colega, que pasaba por allí, bromeó.

Como todavía estaban dentro de las horas de trabajo, Chi Yan abandonó el departamento de TI después de terminar su tarea y volvió a su sector, sin darle más importancia a la discusión.

Justo antes de que terminara el trabajo, de repente sintió ganas de gambas picantes. De alguna manera tuvo la sensación de que Ye Ying Zhi no solía cocinar, pero lo increíble era que ahora podía preparar cualquier plato siguiendo las recetas que encontraba en línea.

—Quiero comer gambas picantes. —Envió en un mensaje a su amante.

Diez minutos después, su teléfono sonó. La voz de Ye Ying Zhi sonó por teléfono, profunda y sexy.

—Cerdito, —bromeó—. Te enviaré la lista de ingredientes, recuerda traer langostinos vivos.

Chi Yan sintió que se sonrojaba solo con escucharlo:

—¿Por qué llamaste? Puedes simplemente enviarme un mensaje.

—Quería escuchar tu voz —murmuró.

A pesar de que era una línea tan cliché, Chi Yan todavía sintió cómo su corazón se aceleraba.

—No te preocupes, lo conseguiré todo —contestó, terminando la llamada rápidamente.

—Qué bueno es ser joven. Xiao Chi ve rápido, no dejes a tu novia esperando —bromeó su colega mientras empacaba su bolsa a su lado.

♦ ♦ ♦

Desafortunadamente, la cena no terminó bien.

Después de una comida llena de especias, mariscos y comer en exceso, Chi Yan de repente sintió revuelto su estómago en el medio de la noche. Los dolores agudos le apuñalaron el abdomen y vomitó hasta que sus ojos se inyectaron en sangre. Su cara estaba pálida y húmeda por el sudor, sus músculos tensos y temblando. Apenas podía hablar.

—Ying Zhi, ayúdame a bajar. Llévame al hospital. —Chi Yan reunió su fuerza para instruirlo.

Sin embargo, su amante estaba en la puerta del baño aturdido, con el rostro oscuro y sombrío.

Él vagamente recordó que Ye Ying Zhi no era de la Ciudad de Suming, y que normalmente no salía, ¿quizás no sabía dónde estaba el hospital?

—Pide un taxi, para ir al tercer hospital —añadió con dificultad. Ese era el hospital público más cercano a su casa.

Ye Ying Zhi se acercó para ayudarlo a levantarse y, sosteniéndolo, usó una toalla para limpiar su cara. Acarició su rostro y lo hizo cerrar los ojos, susurrando:

—A-Yan, trata de dormir. Cuando te despiertes, estaremos en el hospital.

Sus palabras parecían tener un efecto hipnotizante sobre Chi Yan, quien a pesar de que todavía se sentía terrible, percibió que el sueño arrastraba su conciencia y pronto se quedó dormido.

Ye Ying Zhi cargó a su amante y apagó todas las luces. Se sentó en el sofá con Chi Yan en sus brazos, la luz de la luna reflejando su pálida cara blanca.

Tonto.

Alisó el ceño que arrugaba las cejas de Chi Yan y sintió que le dolía el corazón. Lo besó suavemente.

¿Cómo podría llevarte al hospital de una manera normal tal como estoy? 

Shisai
Owwww… Lindo pero tenebroso


[1] Dumpling:

[2] Xiao significa pequeño. Es una forma familiar de referirse a Chi Yan.

[3] Forma familiar de referirse a un contemporáneo.

3 respuestas a “El Perseguido – Capítulo 17: Desagradecido”

  1. Lindo pero que horrible. Pues llama al taxi, pide la ayuda de algún vecino para que lo lleve dentro y de paso diga lo del hospital. No me esperaba que lo hiciera olvidar hasta el punto de no recordar los templos. Esto se pone cada vez más emocionante y escalofriante.

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