El Perseguido – Capítulo 5: Hombre bajo el agua

Traducido por Shisai

Editado por Sakuya

Corregido por Shiro


Chi Yan durmió inesperadamente bien esa noche, ya sea por haber sido consolado psicológicamente por las cenizas del Tercer Maestro Ye o porque éstas realmente lo protegieran. Por supuesto, también pudo haber estado muy cansado. El sueño reparador le ayudó a ponerse al día con la deuda que tenía, y se sintió enérgico al despertar. Cocinó una olla de fideos instantáneos y sirvió un cuenco a Ye Ying Zhi primero, colocándolo en el altar. Debido a las experiencias de su niñez, era un fiel creyente de tales prácticas. Como le había pedido ayuda al Sr. Ye, rezaba sinceramente.

—Disculpe la demora por despertarme tarde. Por favor, coma conmigo este simple platillo —oró luego de dejar el tazón.

♦ ♦ ♦

Tres meses pasaron después de esto, el clima se iba haciendo gradualmente más frío. Había estado viviendo con tranquilidad, sin tantas pesadillas. Como era hogareño y su trabajo no requería que se conectara, su vida volvía a funcionar como un reloj, justo como lo hacía antes del período de encuentros fantasmales. Se iba a trabajar por la mañana y regresaba por la noche, preparando la cena en casa. Cada vez más sentía que el método del sacerdote Zhang era muy efectivo, que las cenizas de Ye Ying Zhi lo estaban protegiendo. Regresó al templo para donar algo de dinero como agradecimiento por su deseo concedido. Tampoco nunca olvidó apartar comida para el Maestro Ye, dando la sensación de que eran dos personas las que vivían en la casa, en lugar de solo una.

Lo que él no podía ver era una sombra con forma humana siguiéndolo de forma discreta, y a su silueta cada vez más nítida.

En las comidas, la sombra no tocaba el alimento en el altar, pero se sentaba a su lado, mirándolo; cuando se estaba bañando, la figura estaría de pie detrás de la cortina de la ducha, esperando; en la noche, yacería a su lado en su cama tamaño queen, a un brazo de distancia.

Chi Yan ya no vivía solo, pero no estaba al tanto, sumergido en el espejismo de la paz, pensando que había encontrado un maravilloso elixir.

Como no era cómodo llevar tanto el jade como la botella de vidrio con las cenizas, probó quitándose el colgante y colocándolo en su bolso de trabajo, llevando solo las cenizas. Todo permaneció normal, incluso cuando no llevaba la bolsa, por lo que se volvió más atrevido, dejando el colgante de jade en el cajón de su mesita de noche.

♦ ♦ ♦

Un día de noviembre, un amigo de la escuela secundaria, Xu Jiang, lo invitó a salir.

Mientras él estudiaba en una universidad local, su amigo fue a la Universidad Estatal de Sumin, continuando con su doctorado después de completar su carrera. El campus de la Universidad de Sumin estaba cerca del campo y se rumoreaba que se podían ver los campos de cultivos dorados desde la azotea del Departamento de Matemáticas. No muy lejos de allí, estaba el Lago Sumin. Si bien era artificial, seguía siendo de un tamaño considerable y profundo. Se decía que una vez que alguien caía era difícil ser rescatado, más aún en las partes poco profundas donde el lecho del lago estaba lleno de barro blando, por lo que han habido muchos incidentes de ahogamiento en los últimos años, algunos accidentales, otros intencionales.

Chi Yan y Xu Jiang fueron muy amigos en la escuela secundaria, y conversaron sin parar mientras paseaban por el lago. El paisaje alrededor se había vuelto desolado, las plantas amarillentas y el viento fuerte creaban una atmósfera de tristeza. Con solo una chaqueta rompevientos, sentía bastante frío, pero justo cuando iba a sugerir ir a un café, la atención de su compañero fue captada por algo a lo lejos.

Siguió su mirada y vio a un grupo de personas cerca del lago, habían autos de policía y una ambulancia. Su acompañante suspiró.

—Algo debe haber sucedido de nuevo.

Xu Jiang era un entrometido y le gustaba implicarse en todo, sin importar si fuese bueno o malo. Entonces, a pesar de haber deducido que había ocurrido un accidente, arrastró a Chi Yan para echar un vistazo. En el pasado, se habría quedado a una milla de distancia y nunca habría ido voluntariamente. Pero como decía el refrán, “una vez acostumbrado a la extravagancia, es difícil vivir frugalmente” [1]. Al comienzo de los últimos tres meses, aún se topaba con algunas sombras sospechosas por la noche, o se despertaba por pesadillas. Pero mientras más oraba a la tableta de Ye Ying Zhi, las cenizas se volvieron cada vez más efectivas, de modo que no se había encontrado con ningún incidente sobrenatural recientemente. Cuando era estudiante no pudo disfrutar de esta paz y estabilidad llevando el colgante de jade y estando rodeado de la vitalidad de los jóvenes. Incluso había empezado a dudar acerca de lo que había experimentado en los últimos 20 años.

Disfrutando de una comodidad sin precedentes, inconscientemente bajó la guardia y siguió a su amigo.

Un cuerpo medio cubierto con un paño blanco tendido en el suelo y una persona de aspecto profesional en cuclillas junto a él, examinando algo en el suelo. Desde su ángulo, podía ver el cuerpo blanco hinchado y la nariz expuesta con un toque de rojo.

Xu Jiang no pudo seguir mirando y frenéticamente lo sacó.

—Vámonos, vamos, ay, es mi culpa por olvidar lo tímido que eras. Siempre evitaste estas cosas en la escuela secundaria sin siquiera atreverte a escuchar historias de fantasmas.

Una vez en la escuela secundaria, cuando las cosas sobrenaturales despertaron la curiosidad de los jóvenes, Chi Yan fue arrastrado a una historia de fantasmas y terminó teniendo fiebre durante tres días. Él pensó, para sí, que no era que fuera tímido, y que no había tenido fiebre solo por estar asustado. Ese día, cuando todos estaban reunidos, había sentido la fuerza de una presencia, algo más, y vio los contornos débiles de “personas” que los rodeaban, escuchando.

Aunque sus abuelos lo mimaban, su abuela lo había regañado ferozmente por ese incidente. Él se sintió culpable al pensar en como ella había trabajado para protegerlo, y se volvió cauteloso de allí en adelante, alejándose de eventos que representaban “riesgos innecesarios”.

Pero las cosas han mejorado mucho desde entonces.

Ya cuando se preparaba para alejarse con su amigo tirando de él, sintió que alguien lo miraba. Instintivamente, miró hacia allí y se dio cuenta de que entre los espectadores, había alguien más. El cuerpo de esa “persona” estaba hinchado y pálido, su cara blanca, excepto por el tinte rojo en su nariz. “Él” lo miró a los ojos.

En realidad, Chi Yan tenía una constitución débil, y no era alguien que poseyera habilidades sobrenaturales. Por lo general, solo podía ver algunas sombras cuando su cuerpo estaba débil, pero no en circunstancias normales. Las veces que podía ver esas cosas con tanta claridad, era cuando lo habían notado, como en este momento. En tales casos, podrían incluso seguirlo, pero en cuanto a si tratarían de dañarlo, era difícil de decir.

Un sacerdote le dijo en una oportunidad cuando era joven que estas cosas que lo notaban tenían deseos muy fuertes, y sí lograban aferrarse a él, sería muy difícil deshacerse de ellas. No todas las personas se convierten en fantasmas, ya que éstos son seres malvados y negativos y por lo general no se forman apenas una persona muere como se cree popularmente, lo que queda es más bien algo que adquiere cualidades humanas. Por lo tanto, había gente muy malvada o resentida que tenía la posibilidad de convertirse en fantasmas que merodearan el mundo humano después de la muerte. No conforme con esto, el espíritu de una persona también podía permanecer. Cuando el sacerdote Zhang lo conoció, le dijo que uno de sus parientes fallecidos había dejado su “espíritu” para protegerlo y cuidarlo en secreto. Sin embargo, el espíritu remanente de una persona no tiene relación con el humano original, siendo más como un recuerdo especial dejado por los muertos.

Shiro
Por si a alguien le quedan dudas, un fantasma se queda a merodear en el mundo siempre y cuando la persona haya tenido un gran resentimiento, piensen en los Hollows de Bleach si alguien ha visto la serie y sabrán a lo que me refiero. Mientras que si alguien dejara un memento a un ser querido, sería un espíritu que por más que tenga la misma apariencia que la persona original, ya no tiene ninguna relación con la misma. Sea como sea, al parecer cualquier cosa que quede tras la muerte de una persona o bien es malvada o puede lastimar a Chi Yan si lo desea. Espero esto aclare la situación en caso de ser necesario.

En cualquier caso, estas cosas eran malvadas y si comenzaban a poseer un ser humano, podrían causar un daño mayor, como se evidencia de sus experiencias pasadas.

Chi Yan comenzó a sentir un gran remordimiento por su descuido, pero ya era demasiado tarde. Cuando alargó la mano hacia su pecho, recordó que había dejado atrás el colgante de jade confiando únicamente en las cenizas de Ye Ying Zhi. Sin embargo, no sabía por qué el Tercer Maestro Ye no lo protegió en esta oportunidad.

Cuando regresó al templo para dar gracias, le había preguntado al sacerdote Zhang por qué las cenizas de una persona podían ser tan poderosas. Este le dijo vagamente que usar las cenizas de alguien de aspecto demoníaco era una especie de remedio que “trataba veneno con veneno”. Como las cenizas de Ye Ying Zhi contenían maldad, al llevarlas, la mayoría de los fantasmas no se atreverían a acercarse. El sacerdote también admitió que estaba inseguro acerca de todo el mecanismo, había sabido de este método a partir de un texto histórico.

Tragando nerviosamente, frotó la botella pequeña, y se preguntó si esto era más fuerte que el fantasma habitual, y de ser así, ¿el Tercer Maestro Ye no era lo suficientemente fuerte como para manejar la situación?


[1] Frugal: moderado en comer y beber. Es bastante frugal, por eso se mantiene tan sano.

2 respuestas a “El Perseguido – Capítulo 5: Hombre bajo el agua”

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