El Perseguido – Capítulo 7: Para llevar

Traducido por Shisai

Editado por Sakuya

Corregido por Shiro


Después de terminar la comida, Xu Jiang sacó a colación lo que Chi Yan le había dicho por teléfono previamente.

—¿Tu tía todavía está tratando de presentarte a su sobrina?

—Sí… —asintió—. Y mi tío ahora también está de acuerdo, por lo que es difícil para mí decir que no.

Especialmente porque su tío era su único pariente vivo. Aunque todavía podía ganar algo de tiempo utilizando el trabajo como excusa, durante el Año Nuevo Chino, sería más difícil para él rechazarlos cara a cara.

—Bueno, no te hará ningún daño intentarlo. No nos estamos haciendo más jóvenes y es hora de comenzar a pensar en ello. Aunque no deberías simplemente hacer caso a todo lo que diga tu tía… Ahora te dirá que es momento de “probar y ver si son compatibles”, el próximo año será “intenten llevarse bien”, y pronto les hará tener una cita. Llegado ese momento, ¿no estarías perdido? —le dijo su amigo.

—No quiero regañarte, pero ni siquiera has visto un miembro del sexo opuesto en los últimos tres años en el lugar donde trabajas. Qué tal esto, te presentaré a dos de mis subalternas. Dijeron que eras lindo cuando les mostré nuestras fotos de la escuela secundaria. Bromeé acerca de presentarlos y no se negaron. —continuó Xu Jiang al ver que él guardaba silencio.

Chi Yan defendió sus decisiones para sus adentros, los hombres tienen una energía “yang” más fuerte que puede ayudar a disipar fantasmas. Eligió su especialización simplemente debido a la relación 8:2 de chicos a chicas, de modo que su trabajo también mantenga la misma proporción de género. Sin embargo, para su amigo, que estudió sociología, solo tres eran candidatos para ser el galán de la clase. Además decía con confianza poder ganar con margen estando incluso desfigurado.

Durante los últimos veinte años, había vivido con miedo y temor. Con su vida en riesgo, nunca había considerado tener una familia. Si bien había conocido chicas que habían mostrado interés en él, siempre había tratado de mantener distancia por temor a implicarlas. Habiendo escuchado la opinión de su compañero, estuvo de acuerdo con él. Como a su tío simplemente le preocupaba que terminara solo, si encontraba a alguien que le gustara, no tendría que ir a la cita a ciegas. Con el Tercer Maestro Ye cuidando de él, su vida ya no estaba en peligro, por lo que ahora podría vivir con normalidad, ¿cierto?

Después de sopesar su decisión, aceptó la sugerencia de su amigo.

Al verlo asentir, Xu Jiang se sintió muy feliz, ya que estaba preparado para el rechazo, pensando que ya era hora de que Chi Yan fuera más de mente abierta. Trabajando diligentemente, para el miércoles ya tenía todo preparado, llamándolo para contarle sobre la cita del almuerzo del domingo, a la que traería a sus dos subalternas.

Él no tenía ningún plan el sábado, y dado que saldría el domingo, le daba demasiada flojera comprar comestibles y por eso decidió pedir comida a domicilio para cenar. Ordenó alrededor de las 5 p.m., y cuando llegó ya eran las 7 p.m. El cielo crepuscular se oscurecía con vetas de naranja en el horizonte. Limpiaba la casa cuando sonó el timbre. Adivinando que era la entrega, rápidamente fue a la puerta. Abriendo apenas lo suficiente como para que la comida pasara por ella, tomó la bolsa y le dio las gracias al repartidor, quien simplemente asintió y se fue. Vislumbró la chaqueta que llevaba puesta y notó que estaba desgastada.

Fue solo cuando le echó un vistazo a la bolsa que se dio cuenta de que algo estaba mal. Solía frecuentar esa tienda y sabía que el empaque era diferente. Además, ningún establecimiento añadiría una flor de papel blanco a sus envíos, ya que éstas simbolizaban ofrendas a los muertos o dioses.

Sintió un escalofrío, y se volvió hacia el altar de Ye Ying Zhi, haciendo una breve oración. Había perdido el apetito y el buen estado de ánimo. Dejando la bolsa sin abrir, la dejó afuera en la puerta y llamó a la tienda para verificar lo sucedido. Más que hacer valer sus derechos, lo quería era sentirse seguro.

Sacó su teléfono y se dio cuenta de que no había red. Recientemente, parecía haber algunos problemas con la infraestructura, lo que causaba una pérdida temporal de la red móvil en el área. Esto solo se sumó a su ansiedad y malestar.

El cielo se había oscurecido por completo, y era difícil ver en la casa. Encendió rápidamente las luces, pero la iluminación blanca no proporcionaba calor alguno.

De repente, golpearon rítmicamente a la puerta.

Su corazón pegó un salto. Frunció el ceño y caminó hacia la entrada. Observó por la mirilla: no había nadie, solo un bloque de blancura verdosa, con unas delgadas líneas rojas que parecían vasos sanguíneos.

Pasó un tiempo antes de que reaccionara, mirando durante al menos diez segundos, antes de retroceder. La cosa lo estaba mirando.

Shisai
Hyaaaaaaaaaaa

Tropezó hacia atrás, casi cayendo. Se alejó un poco y cerró con llave la puerta de madera, girando la cerradura dos veces antes de volver a la sala de estar. Su cara se había puesto completamente blanca, sus labios temblaban inconscientemente.

Los golpes continuaron incansablemente. Para él, sonaba como un canto fúnebre. Corrió hacia el altar y se sintió un poco mejor. Tocó la botella que colgaba de su cuello y miró la tableta de Ye Ying Zhi sumido en sus pensamientos.

Los golpes se hicieron más fuertes, casi como si fueran a derribar la puerta. Lo raro era que, con lo fuerte que era el sonido, sus vecinos no reaccionaran.

Sacó su teléfono, pero seguía sin señal y sin datos. Con los golpes aún resonando en la casa, recogió rápidamente la tableta del Tercer Maestro Ye y corrió a su habitación, cerrando la puerta firmemente detrás de él. Luego apoyó la cómoda contra la puerta y del cajón sacó el colgante de jade.

Se metió en la cama debajo de las colchas, abrazando la tableta de Ye Ying Zhi con su mano derecha mientras que con la izquierda sostenía el colgante. Mantuvo sus ojos fijos en la entrada de su habitación, y se centró en cualquier sonido externo.

Escuchó la puerta de afuera crujir como si se estuviera abriendo. Chi Yan estaba seguro de que la había cerrado. No hubo pasos, pero pudo sentir la cosa revisando los alrededores antes de dirigirse a su cuarto.

Sakuya
(x.x)

Se estaba volviendo loco. La piel de todo su cuerpo se le puso de gallina mientras temblaba de miedo. A pesar de que fue un fantasma lo que lo empujó escaleras abajo cuando era muy pequeño, esta era la primera vez que vivía una experiencia tan cercana a un ser incorpóreo y sentía un miedo tan intenso. Recordaba vagamente a su abuela diciéndole una creencia popular de cómo uno no debía abrirle la puerta a extraños, ya que al permitirles entrar una vez, luego podrían entrar incluso sin invitación. Por eso había corrido a esconderse en el dormitorio cerrando la puerta, esperaba que al hacerlo delimitara otro espacio simbólicamente.

Los golpes que sonaron contra la puerta de la habitación se escuchaban cerca, como si fuera justo al lado de su oreja.

No pudo soportar mirar por más tiempo. Hundió la cabeza bajo las sábanas, como tratando de esconderse, y así fingir que no estaba ahí. Temblando, abrazó la tableta con más fuerza, inconsciente de que tenía la cara húmeda por las lágrimas. Las palabras fluyeron de su boca mientras oraba.

—Tercer Maestro Ye, Maestro Ye, Ye Ying Zhi, Ying Zhi, por favor… Por favor sálvame, Ying Zhi, te lo ruego… Por favor…

Sus oraciones pronto se convirtieron en sollozos.

En las películas de terror, todos se burlaban del personaje que se escondía bajo las sábanas durante las crisis, sin saber que en realidad era la reacción más básica del ser humano ante una situación atemorizante.

Sakuya
Aunque en la película de la maldición, eso no funcionó muy bien que digamos.

Chi Yan abrazó la tableta como si fuese un salvavidas, pero lo que no podía ver, era que una sombra oscura lo abrazaba también, pecho contra pecho, su barbilla apoyada en su hombro, una sonrisa evidente en su rostro. Lo miró y lamió muy suavemente las lágrimas de su rostro. Los golpes continuaron, pero la sombra oscura estaba ocupada en lamer la cara de Chi Yan, tranquilo a pesar del sonido exasperante.

4 respuestas a “El Perseguido – Capítulo 7: Para llevar”

  1.   /⌒ヽ
     く/・〝 ⌒ヽ
      | 3 (∪ ̄]
     く、・〟 (∩ ̄]
     ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ Eso si que da miedo, pero porque siento que lo están castigando por infiel 😒😒
    Gracias por el capítulo! 💕💕💕

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