El Perseguido – Capítulo 80: Existencia especial

Traducido por Shisai

Editado por Sakuya


Al mirar los colmillos de esos vampiros, el cuerpo de Chi Yan recordó espontáneamente la sensación que le provocaba el príncipe Eymer al absorber su sangre y se estremeció.

Aunque nunca había visto los colmillos del príncipe Eymer, podía imaginarse cómo se veían. Debían ser más agudos y poderosos, más pálidos y despiadados que estos. Seguro eran más largos que los colmillos de estos vampiros, porque se hundían profundamente en su cuerpo cada vez, sosteniéndolo firmemente hasta que no podía moverse.

Los colmillos de estos cuatro vampiros estaban un poco amarillos con algunas manchas de sangre seca que lucían difíciles de quitar. Realmente, no se veían muy presentables.

Chi Yan renunció a su plan de llamar a la policía para hacer el rescate. Silenció su celular y marcó el número de Ye Ying Zhi. En esta situación, obviamente era más efectivo conseguir a un cazador de vampiros. Lamentó haber rechazado la visita de Ye Ying Zhi ayer. Él debía estar en Sophus ahora, pero esperaba que tuviese una forma de ponerse en contacto con los cazadores de vampiros en Sydney.

En ese momento, los cuatro vampiros se dieron la vuelta y miraron en su dirección. Bai Qiu aprovechó la oportunidad para luchar más duro, pero aun así no pudo liberarse de las poderosas garras de los cuatro vampiros.

Por lo general, tanto el príncipe Eymer como Gray actuaban como si fueran humanos comunes frente a él, aparte de que no tienen gusto por la comida común, había olvidado que eran mucho más sensibles y agudos que los humanos. A pesar de que estaba a media calle de distancia, el tono del teléfono esperando ser contestado fue muy claro para ellos.

Chi Yan se sorprendió y rápidamente se metió el teléfono en el bolsillo, volvió la cabeza y fingió estar cruzando la calle. Pero fue demasiado tarde. Dos vampiros continuaron sosteniendo a Bai Qiu con sus manos, haciéndola incapaz de moverse y los otros dos ya se habían movido hacia él en un instante, agarrándolo por los hombros.

Incluso frente a vampiros de clase baja, Chi Yan estaba totalmente indefenso. Uno le puso grilletes en los brazos con fiereza, mientras que otro le arrebató el celular, lo tiró al suelo y lo rompió con las suelas de sus zapatos.

Vio cómo su teléfono se convertía en polvo bajo sus pies, tragó saliva y se quedó en silencio. No quería arriesgarse a desafiarlos, porque no quería saber cómo se sentirían su carne y huesos si fueran pisoteados hasta quedar hechos polvo.

Como dice el refrán, fue más fácil encontrarse con Hades en el infierno que lidiar con estos pequeños fantasmas. Por la forma en que trataron a Bai Qiu, existía la posibilidad de que estos cuatro vampiros no estuvieran tratando de chupar su sangre de inmediato, sino de llevarlos a un lugar, e incluso podría haber ahí vampiros de mayor rango. Entonces decidió esperar y ver la situación primero, para entonces pensar en una manera de salir del problema.

No sabía si Ye Ying Zhi recibió su llamada y escuchó el movimiento, pero esperaba que su amigo cazador de vampiros al menos viera su llamada perdida. Y con suerte, cuando tratase de contactarlo y vea que no contesta, podría darse cuenta de que algo le había sucedido. También sabía que ahora estaba en Sydney, por lo que debería poder encontrar una manera de salvarlo.

Además, en cualquier caso, podría ser considerado la comida favorita del príncipe Eymer… ¿verdad?

Si se interrumpiera la producción de todo tipo de materias primas para ollas calientes, definitivamente se volvería loco.

Shisai
Otra vez se compara a sí mismo con una olla caliente

Muchos pensamientos que podrían salvar su vida pasaron por la mente de Chi Yan y estos lo calmaron un poco. La experiencia de llevarse bien con el príncipe Eymer hizo que les temiera menos a los vampiros.

Bai Qiu se sorprendió cuando lo vio, pero estaba amordazada y no podía hablar. Sólo podía usar sus ojos para transmitirle información.

Chi Yan también parpadeó a modo de saludo y esperaba consolar a la pobre chica de alguna manera. Aunque no sabía cómo se metió en problemas con estos vampiros.

Después de verlo, Bai Qiu se sintió mucho más aliviada y no luchó tanto como solía hacerlo. 

Los dos vampiros la pusieron en pie, los empujaron a un garaje subterráneo al lado de la carretera y los metieron en un coche. Dos se sentaron adelante mientras que los otros se sentaron detrás para mirarlos. Después de presionar a los dos humanos y sentarse, sacaron dos cintas de plástico negro para sellar sus ojos y ataron sus manos y pies.

Chi Yan se preguntó en secreto por qué a todos los vampiros les gustaba tanto vendar los ojos a los humanos. ¿Están imitando a su príncipe?

Por el contrario, incluso empezó a extrañar la cinta negra que el príncipe Eymer preparaba cada vez. Al menos la cinta era suave, fina y transpirable. No se sintió incómodo incluso si estuvo con los ojos vendados durante mucho tiempo. En comparación, la cinta que usaron ahora lo hizo sentir incómodo, sus ojos estaban bien cerrados y no podía abrirlos en absoluto.

Parecía que habían quitado lo que tapaba la boca de Bai Qiu y Chi Yan podía escucharla del lado derecho de su cuerpo jadeando.

Posteriormente, dejaron de prestarles atención, como si estuvieran seguros de que los dos humanos débiles no podían escapar.

Chi Yan podía escucharlos hablar en voz baja. No eran ruidosos y tenían un fuerte acento. Tuvo que trabajar muy duro para identificar el contenido de su conversación. Después de escuchar dos oraciones, no captó información significativa y se rindió.

El automóvil se detuvo después de un corto período de tiempo, y Chi Yan sintió que le habían quitado la cinta que le ataba los pies. Fueron empujados fuera del automóvil y escoltados por muchos tramos de escaleras de caracol. Caminaron un rato hasta que finalmente los encerraron en un lugar. Escuchó el sonido de la puerta cerrándose, un bloqueo y el sonido de pasos que se alejaban.

Los alrededores se volvieron silenciosos. Chi Yan esperó un rato y después de confirmar que no había nadie alrededor, susurró: —¿Bai Qiu? ¿Bai Qiu?

Se sintió afortunado de que los vampiros no le hubieran sellado la boca.

—Estoy aquí —La voz débil de la niña venía de no muy lejos.

Se movió lentamente hacia la dirección del sonido, hasta que tocó el cálido cuerpo de la niña antes de dar un paso atrás y detenerse. Quizás debería agradecer al príncipe Eymer por su ‘entrenamiento’, ahora no le resultaba demasiado difícil moverse en la oscuridad.

—¿Cómo te atraparon esos vampiros? —Chi Yan le preguntó en voz baja.

—¿Son vampiros? —Bai Qiu parecía darse cuenta de sus verdaderas identidades ahora. Su voz reveló una sorpresa y un horror sin disimular—: ¿Realmente existen? Entonces, ¿qué nos van a hacer…?

—No tengas miedo, necesitas permanecer calmada, habrá una manera de escapar. Primero dime cómo te atraparon —Chi Yan la consoló.

—Estaba lloviendo hace un momento. Estaba de pie bajo el alero de una cafetería para resguardarme de la lluvia. De repente, un joven alto, guapo y bien vestido se acercó a hablar conmigo. Pensé que era muy guapo y no era molesto hablar con él. No parecía una mala persona y, como tenía que esperar a que dejara de llover, empezamos a hablar —Bai Qiu respondió en voz baja mientras recordaba.

Chi Yan asintió en su corazón. Una buena apariencia era engañosa y resultaba más fácil para acercarse a los demás, lo que dificulta que los demás estén alerta. Bai Qiu parecía honesta. Pensó en los vampiros que había conocido antes, ya fueran Alex, Simon, Gray o incluso todos los vampiros masculinos y femeninos que vio en el banquete de esa noche, todos tenían una apariencia excelente. 

Recordó que cuando empezó a llover, él todavía estaba explorando la iglesia en ese momento.

—Hablé con él por un tiempo, y luego la lluvia se hizo más ligera, así que quería despedirme. Pero me dijo que ya no tenía batería en su celular y me pidió que lo ayudará a llegar a un lugar. Dudé y no estuve de acuerdo de inmediato. Sacó su tarjeta de identificación de estudiante de su billetera y dijo que era un estudiante de la Universidad de Sydney, no un mal tipo. 

»Realmente fue porque su celular no tenía energía y él hizo una cita con un amigo para encontrarse ahí. No sospeché después de que sacó su tarjeta de identificación de estudiante. Usé el mapa para buscar ese lugar que estaba muy cerca de la cafetería en la que estaba en ese momento, pero era muy difícil de encontrar, así que prometí llevarlo ahí,

»El cielo estaba oscuro y no había luces en las calles circundantes al lugar de encuentro. Lo lamenté cuando llegué al barrio. Después de darle algunas indicaciones, me quise ir y me preguntó algo. Mi inglés no es muy bueno y no escuché con claridad lo que dijo. Pensé que me estaba preguntando si tenía prisa. Estaba ansiosa por irme y respondí que sí. Como resultado, aparecieron tres personas y me rodearon tan pronto como terminé de responder. El tipo que vino a mí, cambió hasta volverse lentamente como luce ahora. Tenía tanto miedo que quería correr, pero eran muy fuertes y rápidos, como si pudieran moverse instantáneamente. No podía escapar, cuatro contra uno. Entonces sabes el resto. 

Después de hablar, comenzó a temblar, obviamente sin haber superado todavía la sensación de pánico.

—Son vampiros de bajo rango. Se ven aterradores cuando sus colmillos crecen y se transforman. Lucen completamente diferentes de la forma en que pretenden ser humanos. Los vampiros de rango superior se parecen más a los humanos —Chi Yan le explicó.

Ye Ying Zhi le dijo esta información. Por ejemplo, cuando estuvo rodeado por Alex y los demás esa noche, las apariencias de Alex y Simon de alto rango apenas habían cambiado, pero los otros tres vampiros de clase baja lucían rostros de color cian pálido con colmillos protuberantes. Supuso que cada vez que el príncipe Eymer le chupaba la sangre, a excepción de los colmillos, su apariencia no cambiaba.

—Entonces, ¿por qué estás aquí? —Bai Qiu le preguntó en voz baja.

—Estaba viajando y tenía que pasar por ahí para regresar al hotel. No esperaba verte siendo arrastrada por ellos, pero me descubrieron cuando estaba buscando ayuda.

—Lamento que te involucres —Había un rastro de culpa y tristeza en la voz de la niña. Probablemente era muy pesimista sobre su futuro.

En un país extranjero al otro lado del océano, siendo secuestrada por un grupo de vampiros. La situación era realmente mala.

—¿Qué crees que nos harán? —Ella todavía no pudo evitar preguntar, a pesar de que sabía que su compañero no podía dar una respuesta precisa.

—Quizás solo sea para chuparnos la sangre —respondió Chi Yan, tratando de consolar a la otra parte. De hecho, no estaba seguro de eso. Tenía un presentimiento de que no sería algo tan simple como chupar sangre. Los vampiros no habrían pasado por tantos problemas si solo hubieran querido succionar sangre a la fuerza, eliminar el recuerdo de sus presas y luego dejarlas ir—. Relájate —murmuró, —no da tanto miedo que te chupen la sangre. Es solo un poco de dolor cuando perforan los colmillos y estarás bien más tarde. Sólo aguanta por un tiempo y pronto pasará.

De hecho, como le dijo a Ye Ying Zhi antes, en realidad se sintió muy cómodo cuando el Príncipe Eymer le chupó sangre, pero en circunstancias normales no lo admitiría. Admitirlo significaba rendirse ante ese vampiro y no lo haría. No estaba dispuesto a ser un ser humano cobarde simplemente reducido a un esclavo del placer de tener su sangre succionada. 

Además, no se atrevió a asegurarle a Bai Qiu que se sentía placentero cuando le chupaban la sangre. Después de todo, Ye Ying Zhi también dijo que la placentera sensación de que le chuparan sangre sólo se podía sentir si fuera hecho por un miembro del clan de sangre de mayor rango con un poder fuerte. Si lo hiciera un miembro del clan de sangre de nivel inferior puede no necesariamente sentirse como si estuviera siendo chupado por el Príncipe Eymer. Puede que no sea fácil de soportar. 

Era como si ellos tuvieran los cuchillos y él fuera solo un pez. Aunque quizás los seres humanos eran de un grado mucho más alto que el pescado a la parrilla y otros alimentos en una olla caliente. Al menos la olla caliente nunca había sido exigente con los humanos que se la comen. Se rió de sí mismo al hacer esa comparación, tratando de aliviar la tensión sobre lo desconocido.

—… ¿Te ha chupado la sangre un vampiro? —Bai Qiu preguntó en voz baja—: No, quiero decir, se siente como si supieras mucho sobre esto.

—Sí, me han chupado la sangre antes. En Sophus, hubo un vampiro que me chupó la sangre muchas veces —Chi Yan no trató de ocultarlo y respondió honestamente.

—¿Sophus también tiene vampiros? —Bai Qiu respiró hondo— ¿Te lo hicieron muchas veces? Entonces, ¿por qué no quieres huir? Puedes simplemente volver a China.

—Es relativamente fuerte entre los vampiros y no es fácil tratar con él. Me vi obligado por una situación en la que necesitaba su ayuda, así que voluntariamente hice un acuerdo con él para que me chuparan la sangre por un límite de tiempo —El príncipe Eymer le dio una opción en ese momento. No aceptar el acuerdo y marcharse solo; o aceptar el acuerdo y marcharse con Jiang Tian. Aunque fue llevado ahí por esos despreciables vampiros, no tuvo más remedio que aceptar el acuerdo.

Pensando en el pasado, Chi Yan todavía se sentía incómodo y sonrió amargamente. 

—… Yo tampoco quería causar problemas y pensé que pasaría con paciencia, así que aguanté.

Bai Qiu se sorprendió un poco cuando escuchó esto.

—Ya veo. En serio, te admiro mucho. Si me encontrase con ese tipo de situación, preferiría morir antes que soportarlo —susurró suavemente.

También hubo un punto muy importante. Chi Yan lo sabía débilmente en su corazón, pero nunca se atrevió a admitirlo, y mucho menos a hablar. Elegía soportarlo porque no le desagrada el príncipe Eymer, no le disgusta estar cerca de él, no le disgusta que le chupe la sangre, ni que le lamiera la nuca y le diera saliva. Aunque nunca antes había visto como lucía el príncipe Eymer, instintivamente está dispuesto a aceptar su cercanía.

Si hubiera sido Alex o los vampiros quienes los habían secuestrado hoy… con solo pensarlo, se habría vuelto loco, lleno de aversión y resistencia física y mental. En ese caso, probablemente no sería tan complaciente.

Chi Yan no entendía cómo sucedió, pero no quería admitir que el príncipe Eymer era especial, y mucho menos pensar en las razones de ello.

De repente, escuchó algunos pasos ligeros y empujó suavemente a Bai Qiu. Los dos se quedaron en silencio.

Pronto el ruido se hizo más fuerte y escucharon que la puerta se abría. Dos vampiros entraron y los sacaron.

Chi Yan sintió que habían caminado una distancia corta, subieron muchos escalones y luego bajaron algunos escalones más. El entorno ya no era tan silencioso. Había un leve ruido que se acercaba cada vez más a medida que avanzaban y finalmente fue más claro. El vampiro, que lo había llevado ahí, se detuvo.

Sintió que lo habían empujado a una plataforma más alta. No podía mantenerse de pie, por lo que se medio arrodilló para estabilizar su cuerpo. De repente, fuertes vítores estallaron a su alrededor.

La cinta negra que cubría sus ojos finalmente se quitó al segundo siguiente, pero sus manos todavía estaban firmemente atadas.

Chi Yan cerró los ojos, incómodo por lo brillante de la luz. Después de un rato, entrecerró los ojos y los abrió poco a poco.

Lo que apareció frente a él fue un salón de forma ovalada, con candelabros encendidos en las cuatro paredes del salón. Había una antigua lámpara de araña redonda colgando del techo abovedado en forma de huevo. Había muchos vampiros en el pasillo. Lucían túnicas ceremoniales y máscaras de media cara con diseños extraños. La mayoría de las máscaras eran blancas, como pálidos rostros humanos. La luz del pasillo era muy oscura y con las luces de las velas iluminando pobremente, parecía como si hubiese un juego de las sombras.

Había una plataforma ovalada en el centro de la sala, que era aproximadamente medio metro más alta que el área circundante. Chi Yan estaba ahora en esta plataforma. De pie junto a él estaba Bai Qiu. Había nueve personas a la izquierda de ella. Tenían diferentes colores de piel, pero todos eran jóvenes, de unos 20 años. Se pararon en fila y ​​Chi Yan miró desde un lado. Las nueve personas a la izquierda se veían aturdidas. No parecía importarles todo lo que tenían enfrente, como si estuvieran hipnotizados.

Volvió los ojos al suelo y notó que la plataforma estaba grabada con patrones complejos, como una especie de tótem viviente, y esas líneas estaban profundamente hundidas en el suelo, formando surcos suavemente conectados.

Hubo un repentino mal presentimiento en su corazón. Como para confirmar su conjetura, notó la sombra en el suelo, y el vampiro parado detrás de él a la derecha sostenía un objeto largo y puntiagudo en su mano. Chi Yan inclinó ligeramente la cabeza, miró con dureza y logró reconocer que la cosa era un punzón triangular afilado. Este punzón tenía un mango cónico y una protuberancia larga y afilada para perforar objetos. Si Chi Yan hubiera adivinado correctamente, esto debería ser para obtener un mayor derramamiento de sangre.

Comenzó a sentirse incómodo, asustado y tenía sudor frío. Se estremeció al pensar que algo más aterrador que ser succionado por cierto vampiro estaba a punto de suceder. Incluso podrían terminar muertos.

La plataforma elevada era un altar, los vampiros detrás eran verdugos y todos eran sacrificios.

Sacrificio de sangre del clan de sangre.

Un miembro del clan de sangre, que vestía una antigua e intrincada túnica ceremonial, se paró frente a la plataforma y cantó una canción en voz alta. La melodía era fascinante y encantadora, pero le dio una sensación oscura y lúgubre. Chi Yan solo sintió que una corriente de aire frío penetró en su alma. Parecía oler la frialdad de la muerte, casi haciéndolo quedarse dormido en el tranquilo y frío cementerio para siempre.

En ese momento, la parte posterior de su cuello tembló y hubo una ligera sensación de hormigueo. Esa era la parte de la piel que más le gustaba morder a Su Alteza Real. Siempre disfrutó abrazarlo por detrás, luego bajaba la cabeza y atravesaba sus colmillos desde ahí.

Tembló por todas partes y miró en secreto a las personas a su izquierda. Las expresiones de las otras nueve personas se habían congelado, e incluso el rostro de Bai Qiu había comenzado a verse vacío y sin vida, como si sus almas hubieran sido succionadas.

La melodía cantada por el vampiro ya no podía afectar a Chi Yan. Sintió que cada nota era como una sentencia de muerte que anunciaba la proximidad de su muerte. El punzón cónico en la mano del vampiro era como un hueso tarsal, y estaba tan aterrorizado que no podía imaginar la sensación del punzón atravesando su cuerpo. No podía permitir que esto sucediera, no quería morir, tenía que encontrar una manera de salvarse. 

Decidió probar un método aparentemente estúpido, al menos funcionó con Alex y su pandilla antes.

Aprovechando la pausa en la melodía, volvió la cabeza y le dijo en voz muy baja al vampiro que estaba detrás de él: —No puedes tocarme, ¿conoces al príncipe Eymer?

Chi Yan vio que el vampiro fruncía el ceño y lo miraba con algunas dudas.

Sabían que algo no estaba bien. Chi Yan hizo acopio de valor y dijo: —Déjame ir, soy el amante de Su Alteza Real. 

Incluso en tal situación, no pudo evitar sentirse avergonzado al reclamar tal relación.

El grupo de vampiros más cercano a él soltó oleadas de risas reprimidas y burlas, como si hubieran escuchado la broma más ridícula y absurda del mundo.

Chi Yan nuevamente olvidó que los oídos de los vampiros eran tan buenos que incluso cuando susurraba sus pensamientos, los vampiros que estaban debajo de la plataforma podían escucharlo.

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