La Reina que pretende ser independiente – Capítulo 44: Primera noche

Traducido por Shisai

Editado por Sakuya

Corregido por Sharon


[Advertencia: Este capítulo es +18, si no te gusta leer ese tipo de cosas, te recomendamos saltarlo y leer directo el próximo.]

No había Otello en nuestros planes.

Leo-sama y yo salimos del jardín secreto y fuimos a su habitación privada solos.

—Haruto, me gustaría cumplir la otra promesa, ¿estará bien? Quiero hacerte mío.

—Sí.

Podía sentir que mi cara se estaba poniendo roja.

Aun así, no dudé.

Las manos de Leo-sama tomaron mi barbilla que estaba bajando y la dirigieron hacia arriba.

Y terminé mirando los ojos ardientes de Leo-sama.

Mis ojos se cerraron de forma inconsciente cuando sus labios se superpusieron a los míos.

Luego se movieron a mis mejillas y párpados.

Después de un rato, sentí cosquillas, así que abrí los ojos y Leo-sama comentó:

—Abre la boca. —Su voz sonaba ligeramente ronca.

Aunque estaba avergonzado, obedecí.

La lengua de Leo-sama entró por el espacio que había entre mis labios ligeramente separados.

A pesar de que mi propia lengua intentaba escapar, Leo-sama la lamió mientras nos acercábamos cada vez más.

—Nn… Fu…

El sonido de mi voz me tomó desprevenido.

Mientras tanto, Leo-sama me abrazó suavemente y me llevó a la cama.

Me puso sobre la cama con cuidado y me besó de nuevo. Y, durante ese tiempo, mi ropa comenzó a desaparecer una tras otra.

Leo-sama mostró su experiencia con lo hábil que era al usar sus manos. Logró quitarme la ropa rápidamente y sus labios gradualmente se movieron cada vez más abajo.

Cuando extendió sus manos por mi cuerpo, se me hizo difícil resistirme.

—Leo-sama, espera, por favor espera un momento —Le di una palmadita en la espalda para interrumpirlo.

Él levantó la cara por un momento como si algo estuviera mal y dijo:

—Imposible.

Me contestó con una sola palabra, rechazando mi solicitud.

—Espera, por favor espera. Odio ser el único desnudo. Por favor, Leo-sama quítate la ropa también.

Se alejó de mí con rapidez y se quitó todo en poco tiempo. Era la primera vez que veía su piel desnuda, su cuerpo lucía fuerte con hermosos músculos.

Pero al mirar de cerca, pude notar que tiene muchas cicatrices. Al momento en que me di cuenta, me dieron ganas de besarlas.

—Haruto, deja de mirar, es vergonzoso.

—¿Quieres que deje de avergonzarte? ¿Aunque estabas haciendo lo mismo conmigo hace un momento? —Al oírlo, me sentí un poco travieso.

—Entiendo. Entonces lo volveré a hacer, pero esta vez lentamente. Ahora quiero tocar a Haruto.

Leo-sama, quien me dijo eso, juntó mis manos y las presionó sobre mi cabeza.

Su mano tocó ahí abajo una vez más y abrió mis piernas.

—No lo haré más, por favor suelta mis manos. Yo también quiero tocarte.

No me gusta ser el único en ser tocado.

Leo-sama sostuvo mis manos gentilmente y, con una mano, se tocó a sí mismo.

Agarró firmemente eso de allí y este creció hasta que se puso completamente firme.

Al pensar en lo que pronto sucedería sentí un poco de miedo, pero también un fuerte deseo de cumplir la promesa que hice con Leo-sama.

Después de hacerlo por un tiempo, sacó una pequeña botella desde un costado de la cama.

Vertió el líquido en su mano para comenzar a estirar mi parte de atrás.

—Haruto, iré despacio para que puedas acostumbrarte. —dijo suavemente, en voz baja pero un poco nervioso.

—Sí —respondí.

Un dedo entró lentamente.

Sentí una sensación de incompatibilidad que era inevitable. Era una sensación que nunca había sentido, pero mientras me estaba acostumbrando, al mismo tiempo acepté un segundo.

—Haruto, ¿estás bien? ¿No es doloroso?

Sentí que quería aceptar a esta persona adecuadamente.

—Si… Nn. Está un poco apretado, pero está bien… Unn, aah, nnn… Eh, aah… Ahí…

Tan pronto como los dedos de Leo-sama tocaron un lugar en particular, una voz inverosímil salió de mí.

—Supongo que este es tu punto sensible. Haruto, puedes gritar sin preocupaciones. Cualquiera se sentiría bien si fueran tocados aquí.

Aun así, todavía tenía una pequeña resistencia a gritar con una voz como la de una mujer.

Pero la mano de Leo-sama me atacó y no tuve tiempo para preocuparme por tal cosa.

La cantidad de dedos aumentó y también su velocidad.

—Ummm… Leo-sama, por favor detén tu mano…

De nuevo le di un golpecito en la espalda.

Pero otra vez fui ignorado.

—Por favor aguanta esto un poco más. No podré entrar después si me detengo —dijo Leo-sama mientras movía sus manos más allá.

—Mmm, ya… Waah…

En poco tiempo, ya estaba agotado.

Y mientras estaba fuera de mí, Leo-sama se inclinó hacia adelante y su erección entró en mí.

—Ahhh… Solo espera~ Eh~ Un poco.

—A-Afloja un poco más.

Si estaba comprendiendo sus palabras o no, Leo-sama siguió entrando en mí.

Debido a que estaba estirado, no sentí un dolor intenso, pero la sensación de presión, como si empujara mis órganos internos, aumentaba mi miedo.

Mirando a Leo-sama, descubrí que estaba sudando un poco y tenía arrugas entre las cejas.

Cuando vi que siendo paciente e iba despacio, quise secar su sudor y extendí mi mano.

En ese momento, entró hasta la empuñadura.

—Nn, ah~

—Entré todo el camino. ¿Estarás bien si me muevo?

—Fu~ No tienes que pedir tal cosa.

Ya no pude responder nada más.

Leo-sama, que comenzó a moverse con lentitud, ocasionalmente tocó mi punto dulce. A veces apuntó cerca de él, provocándome pecaminosamente…

Fue mi primera vez y solo pude gemir en voz alta.

—Haruto, ¿cómo estás?

—Nnn, ¿eh? Todo está bien~ Ah ahí~

—¿Aquí? Lo haré correctamente, así que vamos a unirnos.

En un abrir y cerrar de ojos, me hizo trabajar y finalmente llegamos.

Después de un rato, sentí que Leo-sama me llamaba e interrumpía mi estado medio consciente.

La próxima vez que me desperté, Leo-sama parecía que ya se había ocupado de mí. Tenía ropa puesta y estaba en sus brazos.

Desde la ventana donde habíamos olvidado cerrar la cortina se podía ver el cielo cada vez más brillante.

—Todavía no amanece. Puedes dormir un poco más.

Oí una voz desde atrás y lo sentí besarme el pelo.

—Quiero ver el cielo antes del amanecer.

—Ya veo. Es bonito. Quiero protegerlo, esa belleza.

—Sí. Voy a ayudarte —respondí, e inmediatamente después, escuché su respiración se volvió rítmica cuando cayó dormido.

Seguí mirando el cielo por un rato mientras lo escuchaba.

Me quedaré a su lado y lo ayudaré a sobrepasar cualquier dificultad, sufrimiento y peligro a los que nos enfrentemos a partir de ahora.

Ya sea en Japón o en Orania.

Ante todo, quiero estar con él para realizar sus deseos sin importar lo que decida sacrificar.

La próxima vez que me despierte, comenzaré a pensar qué hacer, pero ahora, lo único que quiero es probar esta felicidad, y me dormí de nuevo abrazando a Leo-sama.

Sakuya
Qué mejor regalo de año nuevo *v*, Feliz Año Nuevo, que el 2019 este lleno de bendiciones y mucha felicidad para todos.

Shisai
Es triste que estemos a un paso del final, que este nuevo año este lleno de más yaoi

4 respuestas a “La Reina que pretende ser independiente – Capítulo 44: Primera noche”

  1. ;_; no me esperaba que faltara un capítulo para el final pero al menos comenzamos año nuevo con un Lemmon. Gracias por traer esta interesante y fresca historia, me gustó mucho.

  2. Yey q felicidad, entré buscando la actualización de Ling Xiao pero q felicidad ver q hay capítulo nuevo 🙂 <3
    Feliz año nuevo

Responder a Resa Rin (@Resa_Rin) Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido