Vida en el campo – Capítulo 14: Las sardinas no pueden correr

Traducido por Jenei

Editado por Sakuya

Corregido por Beemiracle


[Leichel]

Cuando abrí los ojos, inmediatamente recordé la razón por la que me desplomé y pensé cómo lidiar con ello mientras me levantaba de la cama.

—Marius, ¿cuánto tiempo estuve dormido?

—Es mediodía, Su Alteza.

—Entretanto, ¿se reunieron Yuan y Aine?

—No señor. Su Alteza Yuan llevó a Su Alteza Leichel a la clínica, y luego fue a la Tercera División para su inspección.

—Es así… Marius, has hecho bien. Voy a dejar que continúes con tus observaciones.

—Sí señor.

Después de que él saliera de la habitación, también me retiré.

Para simplificar las cosas: Aine de alguna manera manipuló a Yuan para querer tomarlo como su esposa y planea controlar al gobierno en las sombras. No sé qué clase de trucos usó para hacer que aquel Yuan de cabeza dura cayera por él, así que no es solo un idiota sino también un seductor. No sé por qué me irrita por alguna razón.

Pero no te dejaré hacer lo que quieras. 

Y así me fui al despacho de mi padre.

—Padre, tengo algo que decirte.

♦ ♦ ♦ 

[Aine]

Hay flores de fresa floreciendo. Son blancas y hermosas. Al parecer, es necesario regarlas todos los días. Una vez que los pétalos caen, es hora de cosecharlas. [1]

Cuando las fresas están maduras, puedes comerlas tal cual, añadirlas a un pastel o hacer mermelada.

Solté sardinas en el agua del estanque para Kamekichi.

Me pregunto si es porque es verano. Kamekichi está emocionado, jugando al fondo de la laguna, sin notar la comida

—Kamekichi. Las sardinas no se escaparán.

Él es tan lindo cuando lo alimento. En realidad, si lo alimentas a mano, se acostumbra y no comerá de otra manera la próxima vez, así que no es bueno. Se comió la sardina con una boca grande y regresó bajo el agua.

Después de verlo por un rato, me dirigí al campo. 

¡Tomates, pepino, judías verdes! ¡Verduras de verano, HURRA! 

Mientras pensaba que sería bueno beber cerveza o algo así, consideré visitar a Crash que vive cerca.

En ese momento, oí el sonido de un caballo. Preguntándome quién podría ser, levanté la cabeza.

—¡Geh!

Era Leichel.

—Hay algo que quiero hablar contigo. Pero antes, trae el café. 

—Oh… Está bien.

¡Me da vergüenza como un ex-japonés ser influenciado y ordenado alrededor de esa forma! 

Traje las verduras que coseché y entré en la casa.

Leichel se rió mientras observaba a Kamekichi nadando en el estanque.

—¡Seguro que se parece a cierto dueño! ¡Tú!

¡¿Qué quieres decir?! ¡A pesar de que esta persona me odia tanto, ¿por qué sigue viniendo aquí?! ¡Además, ordenándome sacar el café como si fuera mi amo! ¡¿Acaso crees que esto es una cafetería?!

De mala gana, puse el fuego más alto que de costumbre. 

Pero al final, soy el culpable por dejarlo sin decir nada, pensé mientras me dirigía hacia la mesa con mis hombros caídos.

Le serví el café a Leichel que ya se había sentado en una silla. Recientemente, he estado tomando café helado, pero le serví el suyo caliente. 

¡Es una pequeña resistencia!

—No está mal.

—Entonces, ¿qué sucede? No viniste aquí sólo para tomar un café ¿no?

—Yuan y yo hemos decidido que cada uno tome una esposa.

—¡Una esposa!

¡No es de extrañar que pensara oír el sonido de las trompetas tan temprano en la mañana! ¡Ya veo, así que la hija de un noble ha venido al Palacio para ser una novia!

—Es una lástima que tu plan esté arruinado ¿eh?

—¿Plan?

—¡Tu plan para hacer de Yuan tu marido y participar en los asuntos del gobierno!

—¡¿HAAH?!

¡¿POR QUÉ HABRÍA… ?! ¡¿DE HACER A YUAN… ?!  ¡¿MI ESPOSO?!

—H-Hermano, soy hetero. Además, no estoy interesado en el incesto.

—Qué divertido para ti decirlo. Yuan me dijo que quería tomarte como su esposa. ¿No fue tu idea desde el inicio? No sé qué trucos usaste pero, es una lástima, ¿eh?

¡Jodido Yuan!  ¡¿Qué demonios dijo?!

—¡H-Hermano! ¡Y-Yo pienso tomar una novia también!

¡Si incluso la frase anterior pudiera ser mal interpretada, entonces quiero una esposa! 

Cuando recurrí a ese método, se echó a reír.

—¿Quieres una esposa con antecedentes influyentes como apoyo? ¡Como si fuera a permitirlo! ¡Estarás solo por el resto de tu vida!

Después de exclamar mi condena, Leichel bebió su café. 

¿Podría ser que seré virgen para siempre? Si ese es el caso ¡debería haberme hecho una novia en el bosque!

Cuando me deprimí, volví a la cocina y verti leche con un poco de miel. No me gustan las bebidas dulces así que solo le puse unas gotas.

—¿Qué estás haciendo ahí? ¡Date prisa y ven!

—S-Sí.

¡Qué hombre tan irracional! Si me critica de nuevo, realmente voy a explotar.

—Dentro de una semana habrá una gran fiesta en el Castillo. Ya lo sabes, pero no debes participar.

—Sí. Entiendo.

—Mientras entiendas. Adiós. 

Puso la taza de café sobre la mesa y se fue. Lancé un largo suspiro mientras me sentaba en el escritorio. 

A este ritmo, estaré desinflado por el estrés. Mientras pensaba así, Mike maulló mientras daba palmaditas en mi cabeza con su pata.

—Mike siempre me consuelas cada vez que Leichel me intimida, ¿eh?

“¿Es eso así?” Como diciendo eso, Mike estiró el cuello y soltó un bostezo.

♦ ♦ ♦

[Yuan]

—¡Leichel! ¡¿Qué significa esto?! ¡Para que me case-!

—Es por tu bien. ¿No crees que en lugar de ese hombre estúpido y fastidioso, es mejor tener una esposa modesta y hermosa?

—¡No!

—Fue una respuesta rápida.

—Creo que Aine es el más bello y más modesto de todos. Comparado con él, todas las otras mujeres son como basura.

Eso es correcto, si pones a cualquier mujer ante esa Diosa, todos se verán ordinarios

Leichel soltó un gran suspiro.

—Muchas damas y princesas ya han llegado. Debes por lo menos entender que lo que se ha comenzado no puede ser detenido. Decide dentro de la semana, ¿entiendes? Esta es una orden como tu hermano mayor.

Ni siquiera me dejó decir una palabra antes de enviarme fuera de su oficina con un ademán.

¿Por qué está tan en contra de Aine… ?

En este mundo, que solo yo ame a Aine es suficiente, pero si tal hostilidad se acumula, no será aceptable. Lo más irritante es que mi trabajo ha aumentado y no tengo tiempo para verlo. No hemos podido encontrarnos ni siquiera una vez, aunque estamos en el mismo lugar.

Siento que estoy a punto de volverme loco. Como pensé, ¿debería convertirme en el rey y tomar a Aine como mi novia para que Leichel no pueda decir nada?

Jenei
Yuan, estás comportándote como un psicópata

—Aine… 

¿Por qué es tan difícil nuestro amor? 

Miré la luna llena a través de la ventana y cerré los ojos.


[1] Pequeño comentario, por si acaso: No se vayan a comer las fresas silvestres que encuentren en la naturaleza, pueden ser irritante o hasta tóxicas si el cuerpo no lo ha consumido anteriormente, puesto que no son (ni se parecen tanto) a las comerciales

 

4 respuestas a “Vida en el campo – Capítulo 14: Las sardinas no pueden correr”

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