Campo de azucenas – Capítulo 15: Vida escolar

Traducido por Sharon

Editado por Nemoné


Hoy comienza el nuevo semestre, y Leia, Jessica y yo estaremos juntas en la escuela.

Leia estaba caminando de forma rara, y parece nerviosa en su nuevo uniforme.

Mirando alrededor, vi a otras personas que también lucen tensas.

Esta primavera hay bastantes nuevos estudiantes. La mayoría de las personas que veo son mujeres, pero no me preocupa.

Los trabajos importantes de este país son hereditarios, por lo que si decides ser un Caballero, irás a una Escuela de Caballería. Aquellos que se gradúan de esta escuela usualmente toman trabajos más simples, como recepcionistas o trabajo de oficina.

Aunque ambos sean trabajos para mujeres, hay algunas que se convierten en Caballeros cuando dejan la escuela. Además, muchas estudian sólo por el bien del conocimiento y no porque quieran un trabajo. Por eso esta escuela enfatiza la enseñanza en chicas que quieren deshacerse de los insectos que se les pegan.

Por otro lado, la cantidad de hombres y mujeres en la Escuela de Caballeros es opuesta a la de aquí, donde la mayoría son terceros hijos de la nobleza que admiran a los caballeros.

Tomé la mano de Leia y me dirigí a la puerta de entrada donde está desplegada la distribución de clases.

—Al parecer estamos en la misma clase de nuevo.

Mi nombre y el de Jessica están en la misma lista como el año pasado.

—Espero que nos llevemos bien de nuevo.

Leia nos miró con envidia, pero es imposible que estemos juntas. La envíe a su clase, y le ofrecí ánimos en silencio. Entonces nos dirigimos a nuestra clase.

Había algunos rostros familiares. Cuando el profesor entró, todos nos sentamos y comenzamos con las presentaciones.

—Buenos días, mi nombre es Mel Leiria. A partir de hoy estaré a cargo de esta clase. Gracias. Bueno, algunos pueden no conocerse entre sí así que vamos a presentarnos. La primera persona en la lista…

Esta profesora que luce cansada y con grandes pechos parece estar en sus veinte. No sería exagerado llamarla belleza, pero luce agotada. Ser profesor es un trabajo duro.

Me paré de mi asiento y me presenté. Cuando me senté al finalizar, la clase comenzó a murmurar.

— ¿No es Anne Rose, la rosa blanca?

—Tan hermosa como dicen los rumores.

¿Qué significa eso de “rosa blanca”? De alguna forma se siente extraño.

Incluso en esta escuela mi apariencia es atrapante. Incluso podría tener un club de fans.

No sé cuándo sucederá, pero es lo más probable.

Sé que los hombres se dan vuelta a mirarme, sin embargo que incluso las mujeres lo hagan me hace darme cuenta nuevamente de mi belleza. Francamente, trascendí el término ‘hermosura’.

—Entonces, todos estarán estudiando juntos en esta clase por este año. Intenten llevarse bien. Con eso, vamos a terminar por hoy.

El primer día sólo consiste en presentaciones. La educación comenzará mañana.

¿Le estará yendo bien a Leia?

♦ ♦ ♦

— ¡Hice un amigo! —Me contó Leia, incapaz de ocultar su felicidad mientras regresábamos de la escuela.

Hizo amigos muy rápido. ¿A dónde se fue la tensión de la mañana?

Trabajando duro todos los días, no tendrá problemas al leer o escribir.

En la lección de mañana ella no se va a quedar atrás.

♦ ♦ ♦

Comenzando a partir de hoy, varias clases aprenderán magia, etiqueta, y cabalgata.

Tales días continuaron por un tiempo. Leia se acostumbró a su vida escolar, pero comencé a notar una diferencia. Y sucedió durante la práctica de magia.

El poder de la magia cambia dependiendo de cuánta claridad uno imagine el fenómeno. Si imaginas una gran explosión de fuego, la magia de fuego aumentará en fuerza.

Mientras más viajes y aumentes la forma en que ves el mundo, más poderosa se vuelve la magia. Por ejemplo, aquellos que ven una erupción volcánica, o un incendio forestal, aquellos que viajan a un mar congelado o a los campos nevados.

Con mi conocimiento de la tierra, sé que el calor se produce por la vibración de las moléculas. En las altas temperaturas, las moléculas se mueven con intensidad, mientras que en las bajas estas casi no se mueven.

Para medir la habilidad de un estudiante, en nuestra primera clase cada uno debe realizar una magia en la que sean buenos frente al profesor. Los demás observarán, y el maestro dará consejos.

Mi turno llegó luego de la última persona. Nos pidieron que subiéramos a un escenario para que los demás puedan observar con facilidad.

El resto de los estudiantes estaba esperando detrás de una barrera para que no estuvieran en peligro.

Cerré mis ojos y me concentré. Imaginé la molécula dejando de moverse, y mis alrededores congelándose. Cuando un sonido agudo resonó a mi alrededor, abrí mis ojos y noté que todo estaba cubierto en hielo.

Mi profesor y compañeros de clase me observaban con los ojos abiertos.

—Err…

Nunca me imaginé que resultaría de esta forma.

Hay una pared de hielo frente a mí, y el suelo que lo rodea está congelado.

Después de ese día, el campo de práctica estuvo cerrado.

♦ ♦ ♦

— ¿Cómo está? Ainkfalts, estoy sorprendida por su magia.

—Err, ¿tú eres…?

Después del incidente en los campos de práctica, alguien me habló tan pronto como comenzó el almuerzo.

De pie elegantemente con su cabello negro con un corte de princesa, su apariencia me parece muy familiar. Es una perfecta Yamato Nadeshiko.

Recuerdo que estábamos en clases diferentes en primer año, pero quizás nos encontramos mucho durante la hora del baño y el almuerzo en los dormitorios.

Estoy segura de que su nombre era…

—Mi nombre es Kanade Soresuto. Por favor, llámeme Kanade. Encantada de conocerla.

—Entonces, Kanade. Suelo verte alrededor pero es la primera vez que hablamos. Soy Anne Rose Ainkfalts. Puedes llamarme por mi primer nombre ya que tengo una hermana menor en un año menor.

— ¿Hermana menor…? Ah, entonces te llamaré Anne Rose. ¿Podría unirme a su almuerzo? Verás, todos en la clase de magia ya tienen sus amigos y me dejaron sola.

Asentí a la breve broma de Kanade, y Jessica se acercó. Kanade se presentó educadamente, y las tres nos dirigimos al piso de los primeros años para invitar a Leia a acompañarnos.

Después del almuerzo, extrañamente, descubrí que Kanade y yo tenemos la misma comida favorita y gusto en ropas.

Estoy segura de que seremos grandes amigas.

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