Un lirio que florece en otro mundo – Día 2, en la noche: aguas termales y hierbas medicinales

Traducido por Kiara

Editado por Tanuki


El camino de la montaña estaba inundado con el olor de los árboles. Como no estaba acostumbrado a eso, habiendo crecido en la capital, Fuuka respiró profundamente. Miyako caminó hacia adelante, mientras Fuuka miraba la espalda de su antigua rival en el amor, preguntándose, ¿por qué, por qué demonios tomé su mano?

—Ya casi llegamos, Fuuka.

—He tenido suficiente de este camino de montaña…

—¡El baño al aire libre se va a sentir genial! ya lo veras.

Baño al aire libre. Fuuka se encogió de hombros ante esta frase desconocida.

No me di cuenta cuando la conocí como rival, pero Miyako es realmente bastante excéntrica.

—Por hoy, vamos a entrar en la bañera, calentarnos, y luego a acostarnos temprano. Parece que el clima va a cambiar esta noche de todos modos —indicó Miyako.

—¿Cómo lo sabes?

—Mira, el cielo en el oeste —,Miyako señaló el cielo. La parte occidental del cielo estaba oscura—. ¡El tiempo viaja desde el oeste!

—Vaya.

Ella puede leer el cielo, admiro Fuuka.

Leer el cielo era una de las técnicas que se enseñaban como parte de la magia blanca. En este país, la magia blanca había sido la elección de las niñas de familias respetables desde tiempos antiguos, pero ahora la mayoría de la gente usaba su riqueza para comprar el título de “maestro” sólo de nombre.

La familia Hamilton no fue una excepción a esto. El padre de Fuuka le dijo:

—Si tienes tiempo para perder estudiando la magia blanca, entonces ve a comprar un vestido elegante o algo en su lugar.

—Si no me lo gano por mi misma, no tiene sentido decir que lo he dominado —respondió Fuuka.

—Mirando atrás ahora, no creo que a Padre le haya gustado eso tampoco. Pero realmente no tiene sentido a menos que lo gane por mí misma —pensó Fuuka— estoy segura de que tengo razón en eso.

—Las nubes todavía están lejos, así que espero que el tiempo dure hasta que lleguemos a casa.

Miyako está usando su conocimiento de la magia blanca con tanta habilidad. Ella debe ser mucho más trabajadora de lo que pensé inicialmente —pensó Fuuka.

Aunque la verdad era que en Japón, donde Miyako vivió una vez, ser capaz de predecir el cambio de clima por las nubes era de conocimiento común.

—No eres tan mala, Miyako.

—¿Eh? ¡¿Me acabas de hacer un cumplido?!

—Claro que no.

—¿En serio? qué mal.

Si soy honesta conmigo misma, tomar la mano de Miyako fue sólo un lapsus mental momentáneo. Estaba un poco cansada. La vida aquí ha estado llena de cosas que nunca podría haber hecho en la capital. Pude trabajar en el campo como siempre había querido y probar la cocina, que era más difícil de lo que pensaba. Y hoy fue la primera vez que pude usar el lenguaje continental en una conversación real, después de todos esos años de estudio. Sé que fue solo un halago vacío cuando Shan Li dijo que sería un buen comerciante, pero hizo que mi corazón diera un salto. Ni siquiera puedo describirlo realmente. Todo el trabajo que he hecho está dando sus frutos en el mundo real a través de mis propios esfuerzos. Para decirlo de una manera increíblemente simple… Siento como si mi agotamiento se hubiera desvanecido.

—Eso es todo. Sólo estaba un poco agotada.

—¿Eh? ¿Qué quieres decir? —pregunto Miyako

—Nada.

Eso es todo; estaba un poco agotada. Así que, cuando tomé su mano por la ventana mientras el viento soplaba, su fuerte y pálida mano, estaba un poco agotada. Estoy segura de eso de ello, muy cansada. Así que, usaré estas dos semanas para relajarme. “Tienes dos semanas; hazme decir soy feliz antes de eso.” Eso es lo que dije, pero no tengo la intención ni espero decir que soy feliz. Esto es sólo una broma de dos semanas de duración.

Justo entonces, una planta que crecía en la orilla del río le llamó su atención. Era una hierba medicinal que sólo había visto en los libros de campo.

—¿Es eso hierba a la luz de la luna?

—¿Qué es eso, Fuuka?

—Es una hierba medicinal rara. Es una planta alpina muy potente que se dice que lleva la bendición de la diosa de la luna, y que es efectiva contra todas las enfermedades.

—¿En serio? ¿Deberíamos tomar un poco?

—No, está bien —dijo Fuuka, sacudiendo la cabeza—, el pasto de la luz de la luna es famoso por ser difícil de preservar. No deberíamos desperdiciarla.

—Bien. Eso tiene sentido —Fuuka se acercó más a ella. Luego otra pulgada, y otra— dicho esto, no creo que haya nada malo en observarlo de cerca, ¿verdad? —le susurró.

—¡No, no creo que lo haya, Fuuka!

Una vez que regrese a la capital, probablemente no tendré otra oportunidad de ver la hierba salvaje a la luz de la luna. Así que eso es todo, mi mano ha sido forzada.

—Muy bien, espera allí un momento. Yo… ¡¡Ah-Aaaah!!

Contenta, Fuuka trató de descender al arroyo, pero su pie terminó embarrada en el lodo, y… salpicó.

♦ ♦ ♦

Vapor rosa, encantador y cálido, en esta apartada fuente termal. Fuuka dejó escapar un gemido, y tembló.

—Aaaah… se siente tan bien…

Es tan cálido. ¡Puedo sentirlo calentando mi cuerpo congelado de adentro hacia afuera! De hecho, esto se siente demasiado bien. ¿Qué es esto? Nunca me había sentido tan bien antes…

—¡Ah, tenemos mucha suerte de que haya una fuente termal cerca de nosotros! Miyako, ¿por qué te sangra la nariz?

—Eso, bueno la sangre debe haber ido a mi cabeza —se rió Miyako, limpiando la sangre.

Fuuka puso algo de distancia entre ellas…

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