Un lirio que florece en otro mundo – Prólogo 2: El día que comenzó todo para la villana

Traducido por Kiara

Editado por Tanuki


Fuuka Hamilton bebió su té negro por la mañana, como de costumbre.

Té negro…

El color del líquido en la taza le recordó el pelo de la mujer que le arrebató todo.

Todo en su vida iba bien hasta hace tres años, gracias a que había nacido en el seno de una familia privilegiada, tenía un prometido de edad similar y muy atractivo. Aunque el único propósito de su matrimonio era promover los intereses familiares.

Aunque lo había dicho ella misma, su vida transcurría sin problemas, con solo mirar eso, se podía ver cuánto esfuerzo había puesto por una vida tranquila, pero todo cambió cuando esa mujer, Miyako Florence, apareció.

Miyako era una belleza, que brillaba desde su interior y exterior. Siendo honestos, ella era muy inteligente y Fuuka lo sabía mejor que nadie, Miyako Florence su rival, era atractiva.

—Fuuka, voy a tomar a Miyako como mi novia. Nuestro compromiso está anulado.

Cuando su antiguo prometido, Klause Rainhalt, le dijo eso pensó una sola cosa.

Ah, lo sabía…

Fuuka no se quedó tranquila después de eso. Su familia bajo el mando del conde Hamilton no quería por ningún motivo perder los beneficios que le brindaba un matrimonio político con la familia del marqués. Aunque no había sentimientos entre Klause y ella, debía cumplir con el sentido del deber que le habían inculcado sus tutores a muy temprana edad, por ello Fuuka utilizó todos los trucos que se le ocurrieron para mantener a su prometido a su lado, aun cuando Miyako se deslizaba lentamente hacia su corazón. Fuuka tuvo que usar algunos métodos ilícitos  para estar a la altura de las expectativas de su familia.

Ahora que su compromiso con la familia del marqués había sido cancelado, el padre de Fuuka, el jefe de la familia Hamilton, estaba increíblemente decepcionado. Sin hacer ningún esfuerzo por ocultar su disgusto, arrojó una botella de vino en su dirección cuando recibió la notificación de la ruptura de su compromiso. El padre de Fuuka comenzó a ocuparse de buscar prometidos para sus hermanas menores. Se había rendido por completo con ella, y no había lugar en la casa de los Hamilton para los fracasados.

Aun así, Fuuka continuó trabajando duro. No solo memorizó los métodos de etiqueta y el equilibrio de poder en la alta sociedad, sino que también estudió economía, ciencias comerciales, lenguas extranjeras y magia blanca. Fuuka continuó aprendiendo vorazmente el entrenamiento nupcial que necesitaba para avanzar en la vida, así como la educación necesaria como miembro de la nobleza.

—Hasta que no se calme, mi padre no me volverá a prestar atención. Además a pesar de que he deshonrado a la familia con la anulación del compromiso, me permite seguir viviendo el mismo estilo de vida que siempre he tenido — dijo Fuuka, tratando de animarse. —Ahora, leamos ese famoso libro de otro país en su idioma original.

Fuuka no se permitió vacilar. Tuvo que reprimir los sentimientos que amenazaban con surgir en su corazón, se tragó todos los gritos casi delirantes que empujaban con fuerza en su garganta.

Y mientras pensaba qué hacer con su días, un pensamiento inundó su mente.

—Quiero huir… Si, quiero ir a otro lugar.

Deseaba huir a otro lugar. Con la esperanza de que un príncipe apareciera para llevarla a alguna tierra lejana.

—No debo pensar cosas así.

Fuuka se regañó a sí misma por dejar que sus puños apretados temblaran por un deseo inutil y que su cabeza se inclinara hacia el suelo con pesar.

En ese momento, la puerta se abrió de golpe y entró alguien increíble.

—¡Señorita Fuuka!

—Uh, ah, ¡¿Qu-qué?! ¡¿Qué está pasando?!

En el momento en que la puerta se abrió. El viento que entró por la ventana agito el cabello negro y la falda del vestido de Fuuka.

—Tu eres…  —jadeo Fuuka.

Miyako Florence, estaba en la puerta de su habitación extendiendo la mano hacia ella. La mujer que le quitó todo. Es por eso que Fuuka no pudo evitar sorprenderse.

 —¡Por favor, ven conmigo!

La misma mujer que le había robado a su prometido, de la que Klause se había enamorado, estaba en su casa pidiéndole que fuera con ella.

—¿Ir contigo? ¿Qué estás diciendo?

Fuuka estaba atónita. A lo lejos escuchó las voces de pánico de los sirvientes a lo lejos, que sermoneaba al invitado. Como una orgullosa hija de la casa de Hamilton, debía de darle una estricta advertencia a la mujer que había entrado en su hogar de forma inesperada y con extrema descortesía, que también era la odiosa mujer que consideraba como su rival en el amor.

No hay forma de que pueda tomar esta mano que está extendiendo ante mí.

Con la brisa de la mañana ondeando el cabello castaño de Miyako, se arrodilló y tomó la mano de Fuuka, como si fuera un príncipe azul en un caballo blanco. Su antaño rival arrodillada frente a ella la miró, sin importarle que su vestido tocara el suelo.

—Señorita Fuuka… siempre te he deseado.

Ah, no hay forma de que yo, Fuuka Hamilton de la orgullosa familia Hamilton, pueda tomar esta mano, pero…

♦ ♦ ♦

Dentro del carruaje, Miyako no pudo evitar tararear para sí misma.

Qué cumpleaños tan maravilloso es este. El cielo está despejado, la brisa es agradable, el carruaje que se balancea suavemente. Sobre todo, la villana que he siempre he estado anhelando, Fuuka, está sentada a mi lado.

—Oye, señorita Fuuka.

—Deja de llamarme por mi nombre, que forma tan descarada de hablarme soy la hija de un conde.

—Eh, ¿tan agresiva?

—¿De qué estás hablando? Primero robaste a mi prometido, luego me secuestraste. Creo que es un poco tarde para intentar simpatizar conmigo.

—Eh… umm… entonces … ¿Fuuka?

—Estás actuando como si fueras mi familiar, ¿o algo así? Bueno, como sea. ¿Qué sucede?

—Fufufu, solo quería llamarte.

—Te patearé, ¿sabes?

La mirada tranquila y hermosa de Fuuka se enfocó en ella y Miyako rápidamente se calmó.

¡Oh tan lindo! Lo mejor de todo es que ella me está mirando solo a mí, pero todavía estoy sosteniendo su mano sobre su rodilla, y ella no la ha apartado.

Miyako apretó la fría mano de Fuuka.

—¿Qué sucede?

—Oh, es solo que estoy muy feliz.

—¿Hay insectos arrastrándose dentro de tu cabeza o algo?

¡Ah, sus agudos regaños también son geniales! Pero debido a que Miyako no quería hacerla enojar más, retuvo su lengua, por lo que reinó el silencio por un momento.

—Miyako…

—¡¿Qué pasa?! —respondió Miyako con brillo en su mirada, porque Fuuka la llamó por su nombre. Si ella tuviera una cola en este momento, sin duda se estaría balaceando de izquierda a derecha, ahora. A pesar de que no fue demasiado lejos como para jadear en respuesta, era un cachorro en todo regla.

Ser tan feliz solo por escucharla decir su nombre, confirma que el resultado de la adivinación sobre su símbolo animal en su mundo anterior era correcto, era un perro en toda regla.

—¿Qué quieres decir con lo que dijiste?

—¿Eh? ¿Con qué?

—Con eso que dijiste, ¿A que te referias?

—No entiendo a qué te refieres cuando dices eso.

—¡Ah, cielos! ¡Dijiste que me estabas deseando o algo así!

—¡Aah! —Miyako levantó la voz—. Esa fue mi confesión.

—Tú… definitivamente hay algo mal con tu cabeza. ¿Debería llevarte con un médico?

—Es solo que cuanto más sé sobre Fuuka… más me gusta.

—¿Sobre mí?

—Si —, Miyako asintió con la cabeza.

En la principal ruta del juego, Fuuka terminó llevando una vida de derrota como villana. Pero en el momento en que Miyako vio la hoja de información del personaje de Fuuka, se enamoró de ella.

—Por ejemplo, tienes un fuerte sentido de la responsabilidad o como siempre trabajaste duro. A pesar de que no eres de las que le gusta levantarse temprano por la mañana, los haces para poder estudiar antes y ¡eres increíble con la magia blanca!. Pretendes no saber nada frente a Klause pero la verdad es que tienes un gran conocimiento.

Sin embargo, en el juego todos esas cualidades se usaron contra la heroína.

—Y te esforzaste para que tu padre se fijara en ti.

—¡Espera, espera un segundo!

—¿Si?

—Tú, ¿cómo es que sabes todo eso?

Cuando se dio cuenta, Fuuka se estaba alejando por completo de ella… estaba mirando a Miyako como si estuviera mirando a un acosador.

—Debo haber tenido un lapsus mental en el momento en que acepte venir contigo.

—No… ¡No, espera un minuto no es así! al parecer dije demasiado.

Miyako cerró la boca a toda prisa, esa información no debía saberla alguien que vive en este mundo.

Lo arruine, ahora tendré que contarle a Fuuka mi secreto. 

—Veras las verdad es… que puedo ver el futuro.

—¿Que? —Fuuka la miró sorprendida.

Como una jugadora del juego otome, Miyako conocía el futuro de este mundo, por lo tanto se podía decir que tenía el poder de predecir el futuro… bueno al menos hasta donde llegó en los escenarios.

—Tal vez no ver el futuro exactamente, sería más como ¿clarividencia? de todos modos lo que quiero decir es que con ese poder te ví.

—¿Cuanto… viste?

—Todo, creo.

Vio a Fuuka siendo reprendida cruelmente por su padre, después de que se canceló el compromiso el conde Hamilton la rechazó, ella fue ignorada por el padre que amaba y respetaba, aún así perseveró en el trabajo duro.

Estas son todas las cosas que Miyako aprendió de “la historia secreta de la villana Fuuka” publicado en uno de los blogs de los diseñadores del juego.

Pero al conocer todo eso, solo profundizo mis sentimientos hacia Fuuka.

—No puedes esperar que me crea eso, es como algo salido de un cuento de hadas. Además ¿por qué fuiste y me robaste mi prometido?

—Eso…

Esto también fue algo que Miyako aprendió de los escenarios del juego, Si Miyako no se compromete con Klause, en el caso de que el compromiso con Fuuka no se cancele y ella se case con un miembro de la prestigiosa familia Reinhardt, Fuuka muere horriblemente en un accidente repentino en su luna de miel.

Por otro lado si Miyako se casa con Klaus, entristecida por no traer buenas noticias para la familia Hamilton, decide quitarse la vida en la noche de bodas.

Horrible, ninguna persona normal podría pensar en esos escenarios, fueron muy despiadados con la villana. 

Miyako se pregunto por que tenia que ser así, cualquiera que fuera la ruta que eligiera, el resultado era el mismo, sin otra opción para cambiar el resultado, Miyako siguió la ruta predeterminado del juego otome y se comprometió con Klause, luego lo indujo a romper el compromiso.

Incluso mientras jugaba estaba encaprichada con la valiente, trabajadora y hermosa villana. Una vez que la conoció en la vida real como rivales que competían por el papel de una casa noble se dio cuenta que su encanto era real y que era mucho más encantadora que la Fuuka del juego. Miyako sabía que nadie podía detener sus sentimientos de amor por Fuuka. Ella juró hacer feliz a Fuuka, sin importar que.

Cuando Miyako llevó a Klause a la cancelación del matrimonio, tuvo que implementar una serie de trucos que le había proporcionado su conocimiento sobre el juego.

—No importa la razón que tuviera, no podría perdonar al hombre que te echo de una forma tan injusta, ni a la familia que te trato tan mal.

—No hables tan mal del joven Klause y mi padre, todo fue porque no soy lo suficiente buena —declaró Fuuka.

—¡No hay nada inadecuado en ti!… Lo siento por hablar mal de ellos, pero es realmente lo que pienso.

Miyako tomó la mano de Fuuka una vez más. Sacó un ramo de rosas que había escondido en el carruaje y se lo entregó a su amada Fuuka.

Lo que realmente queria darle a Fuuka era un lirio blanco para combinar con su lustroso cabello negro, pero parecía que la gente de este mundo no habia logrado cultivar lirios.

Miyako fijó sus brillantes ojos color avellana en su hermoso y digno amor.

—¡Yo, Miyako Florence, juro que haré todo lo que esté a mi alcance y más, para hacerte feliz!

Ante esa declaración los ojos violeta de Fuuka se abrieron con sorpresa. sus mejillas se tiñeron de rojo, al punto en que parecía que saldría vapor de sus oídos. después de todo era la primera vez en toda su vida que alguien expresaba tanto afecto hacia ella. ademas era persona eera del mismo sexo y la rival que le robo todo.

Fuuka estaba nerviosa.

A pesar de todo lo que paso ¿por que mi corazón late tan deprisa? —pensó ella.

—¿Felices..? —pregunto Fuuka.

—¡Si, seamos felices juntas!

—Pero alguien como yo —comenzó ella, no pude contribuir a elevar el estatus de la familia Hamilton. no merezco ser feliz.

Fuuka abrazó suavemente el ramo que le había dado, el tierno olor de las rosas le hizo cosquillas en la nariz y entonces… lentamente negó con la cabeza.

—No puedo, soy la hija mayor de la venerable familia Hamilton. No puedo dejar atrás a mi familia…

—Pero, ¿pero la familia Hamilton te hará feliz? —rebatió Miyako.

—¿Qué?

Todos los días que fue menospreciada pasaron ante sus ojos, Miyako tenía razón, en esa casa Fuuka era solo un activo para los matrimonios políticos, pero aún así…

—Tienes dos semanas.

—¿Eh? —Miyako la miró sin comprender.

—No tengo ninguna duda de que los guardias de la familia Hamilton no tardarán más de dos semanas en encontrarme —dijo Fuuka deliberadamente—. Dentro de estas dos semanas trata de hacerme decir las palabras “soy feliz”.

Dos semanas, en otras palabras catorce días. Tenía que hacer feliz a Fuuka dentro de ese límite de tiempo.

—¡Por supuesto! —grito Miyako. Su voz estaba llena de alegría.

Después de todo. después de todo, eso significa que durante dos semanas no me rechazará.¡¡Oh Dios mío!! ¡¡De hecho tengo una oportunidad en esto!! ¡¡SI!! 

Miyako se levantó de su asiento en un salto con júbilo. En esa agradable mañana el carruaje avanzaba mientras los gritos de Miyako resonaban en el cielo.

♦ ♦ ♦

—Por cierto ¿hacia dónde se dirige este carruaje? —pregunto Fuuka, mientras su brillante cabello negro ondeaba con el viento que entraba por la ventana del carruaje.

—Oh lo siento Fuuka, debería haberlo dicho —respondió Miyako, mirando el paisaje que pasaba por la ventana. —Nos dirigimos a mi tierra natal.

—¿Qué?

—Que es, por cierto, la región del Atika.

—¡¿Qué?! —Fuuka se levantó abruptamente.

La región del Atika estaba situada lejos de la capital del país, Ode, donde Fuuka nació y se crió. Una región fronteriza.

—¡Después de todo, debo haber perdido la cabeza!

En esa agradable mañana, mientras el carruaje avanzaba, los gritos de Fuuka resonaron hasta el cielo. A propósito, la región de Atika era famosa por su producción de arroz.

2 respuestas a “Un lirio que florece en otro mundo – Prólogo 2: El día que comenzó todo para la villana”

  1. Ay, si me dio penita Fuuka ;; pero que linda es Miyako, se nota que la ama mucho, ¿Quién necesita un príncipe azul cuando tienes una princesa? xD

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