Debido a que Pollyanna estuvo tan ocupada desde el primer día que llegó al castillo de Sitrin, sus guardias se lo habían pasado muy bien. El caballero la miró decepcionado, queriendo quedarse en Sitrin un poco más para divertirse, pero Pollyanna le indicó que se fuera. El caballero hizo una reverencia y salió de la habitación, sintiéndose triste por tener que despedirse de las maravillosas aguas termales.
Con la mirada perdida en la puerta cerrada, Pollyanna volvió a pensar: Seguí leyendo “El emperador y la mujer caballero – Capítulo 288”
Los que trabajaban para Pollyanna en el castillo de Sitrin estaban ansiosos desde que se enteraron de la noticia de su visita, pero ahora que Pollyanna estaba aquí, finalmente tuvieron la oportunidad de demostrarle su valía. Los funcionarios la buscaron activamente, lo que hizo que la vida de Pollyanna fuera muy ocupada.
Pollyanna tenía bastante de qué preocuparse, pero no eludió su responsabilidad. En cierto modo, era como su emperador; Pollyanna era adicta al trabajo. Visitó Sitrin en parte para descansar, pero apenas tuvo la oportunidad de sentarse. A Pollyanna, sin embargo, no le importó. Su plan era conseguir papeles falsificados y, para ello, iba a necesitar la ayuda de los funcionarios locales y de los vasallos. Seguí leyendo “El emperador y la mujer caballero – Capítulo 287”