Los cascos salpicaron el suelo embarrado tras una lluvia. Los caballos corrieron por los charcos, y las pesadas capas de los caballeros ondearon tras ellos.
—¡Capitán! ¡Las puertas del palacio!
El caballero al frente del grupo señaló y gritó, y los rostros exhaustos se iluminaron de emoción.
—¡Por fin! —gritó Rumple con lágrimas de alegría en los ojos. Seguí leyendo “El contrato de la Princesa y la Duquesa Monstruosa – Capítulo 92”