Me pregunto de qué estarán hablando.
Los ojos de Leslie se entrecerraron de nuevo mientras escribía una carta en un pergamino estampado con el sigilo de Salvatore. Se imaginó al conejito negro de peluche sentado frente a ella ladeando la cabeza con curiosidad. Pero no dejó de escribir y se inclinó hacia delante con su cabello plateado cayendo como una cascada bajo la luz de la luna.
—¿Quiere que le ate el pelo, señorita Leslie? Seguí leyendo “El contrato de la Princesa y la Duquesa Monstruosa – Capítulo 93”
Hoy fui invitada por la reina a tomar té en su habitación… No he tenido muchas oportunidades de encontrarme con ella desde mi pelea con su alteza Rudnik, así que probablemente quiere escuchar cómo está nuestra relación en este momento.
Aunque no esperaba llegar a su habitación y ver a su alteza Rdunik arrodillado, con Liren y la reina mirándolo. Haith y el rey estaban de pie en silencio en la parte trasera de la habitación sin intervenir.
—Oh, ¡Juli! ¡Has venido! —exclamó felizmente Liren. Seguí leyendo “Dinero de consolación – Capítulo 90: El tesoro de un dragón”