Con el comienzo de un nuevo semestre, hubo despedidas, pero también habrá nuevos encuentros.
Su alteza ahora trabajaba a tiempo completo apoyando a su majestad; mi hermano empezó a poner todo su esfuerzo en ayudar al primer ministro; mientras que Michael volvía a trabajar a tiempo completo como un empleado popular en mi tienda, Aliad.
Rápidamente dejé de lado los sentimientos de soledad por tener una vida escolar sin los tres y en su lugar me enfoqué en las relaciones que aún tenía dentro de la academia. Seguí leyendo “Dinero de consolación – Capítulo 95: Un fan de entre los nuevos estudiantes”
Rashiok se precipitó hacia mí al instante. De pronto, pensé que había algo erróneo con mi vista.
A su espalda, un draconis de un blanco puro se deslizaba con gracia en descenso. Una chispa de inteligencia brillaba en sus ojos y se sentó junto a Rashiok, fijando su mirada en mí. Parecía estar aguardando mis instrucciones. Seguí leyendo “Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 184: Un mal presentimiento”
Cuando guié a Eric a la sala de conferencias, tanto Wiegraf como el Comandante General Rolentsor lo recibieron como si no hubiera habido ningún problema entre ellos, iniciando inmediatamente los preparativos para la declaración formal de ataque. La anterior renuencia de Eric a autorizar el ataque, al no beneficiar a nadie si se mencionara, y siendo conocida únicamente por nosotros, se mantuvo como un secreto a voces. Seguí leyendo “Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capitulo 183: El ridículo de Ergnade”
Tras asegurarme de que Eric había recuperado algo de calma, arrastré una silla y me senté frente a él. El tiempo apremia, pero esta es una excelente oportunidad. Necesito persuadir a Eric, hoy o a más tardar mañana.
—Comprendo a la perfección tus preocupaciones, Barón Dovadain —comencé—. Las inquietudes que has planteado, todos las hemos considerado, incluyéndome. Seguí leyendo “Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 182: Aprendiendo las responsabilidades de un rango”
—Muchas gracias por las respuestas de Su Excelencia One-Pun. Como estudiante, me he beneficiado mucho de ello —dijo Kevin sin sinceridad mientras se sentaba con una expresión rígida en la cara.
A partir de ese momento, ¡pasó de ser un fan a un anti-fan!
Después de que se sentara, Wen Hezheng levantó la mano de inmediato. One-Pun asintió con una sonrisa.
Ella se levantó y primero dejó escapar una habitual risita perlada antes de preguntar: Seguí leyendo “Elección Absoluta – Capítulo 161: La chica que no bebe sopa de pollo”
Cuando One-Pun entró, saludó con la cabeza a Yama Minamiya antes de dirigirse a un escritorio situado frente a la sala y escudriñar a los cuatro novatos.
Kevin y Wen Hezheng miraban a One-Pun con ojos de admiración y adoración.
Aquel calvo de rasgos faciales sencillos y ojos vidriosos era conocido como un héroe de talla mundial que “nadie se atrevía a ser su enemigo”, uno de los principales pilares de apoyo de los héroes chinos, ¡el superhombre One-Pun! Seguí leyendo “Elección Absoluta – Capítulo 160: De verdad, je, je…”
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—Ha trabajado mucho, joven Allendis. Se irá en tres días. ¿Cómo van los preparativos?
—Bien, Su Majestad.
—¿Es así? Cada vez que le miro, me acuerdo de cuando era más joven. Seguí leyendo “Emperatriz Abandonada – Extra II: La sombra que persigue a la luna (5)”
Pollyanna asintió.
—Sí, exactamente.
Sir Donau se levantó de repente y salió de la habitación sin decir una palabra. Pollyanna se desplomó sobre la mesa, esperando a su hermano.
¿Salió a traerme una copa? Pero ya no bebo… Seguí leyendo “El emperador y la mujer caballero – Capítulo 310”
Astin, la diligente doncella de la familia Azbel, estaba a punto de concluir sus labores diarias. Mientras limpiaba las ventanas de la mansión, notó que una ventana estaba abierta. Era la ventana de la habitación de Shael Azbel, así que dedujo fácilmente quién la había abierto.
—¿Señorita? —se sorprendió al ver a Shael, cuya identidad estaba oculta bajo una capa, trepando por la ventana.. Seguí leyendo “Rehabilitando a la villana – Capítulo 8: La villana piensa de manera diferente”
Shael y yo informamos a nuestras familias sobre este asunto. Alguien había incitado al asesinato de la ilustre estirpe del duque, y lamentablemente, una humilde criada se había visto inmersa en el macabro complot. La pareja ducal Azbel, profundamente devotos de su hija, reaccionaron con furia incontrolable. Lo que sucedería a continuación parecía evidente. Seguí leyendo “Rehabilitando a la villana – Capítulo 7: La villana es más venenosa”
Tang Mo bajó la cabeza y analizó sus respuestas. ¡Tenía que haber algo mal!
Confinado en un cuadrado de un metro, se recostó contra la pared invisible.
El televisor y la lámpara, la mesa y el arco largo. Entre estos dos pares de objetos, una de las verdades que encontró estaba equivocada.
Empezó a las 6 en punto y era el jugador 6. El conejo negro estaba en el 12 y era el jugador 0. Seguí leyendo “La Tierra está en línea – Capítulo 117: Retroceder y avanzar”
Ante mis palabras, Lucas, que estaba observando la situación junto a mí, arqueó las cejas.
—Vaya, ahora me estás ordenando con naturalidad que use la lanzadera mágica.
—¡Puedes hacerlo fácilmente!
¡Porque es el chico más súper genio y guapo del universo, el Archimago Lucas! Seguí leyendo “Un día me convertí en una princesa – Capítulo 165”
Leah ni siquiera se dio cuenta de que estaba conteniendo la respiración. Solo cuando sintió que su corazón se apretaba, finalmente inhaló. Tal vez fue por el impacto, pero su mente estaba en blanco. No podía pensar en nada. Abrazando a la muda y paralizada Leah, Ishakan continuó susurrando.
—¿Alguna vez has visto un desierto? No te imaginas lo hermoso que es mirar la arena dorada esparcida por el panorama. Seguí leyendo “Matrimonio depredador – Capítulo 65: Lo siento”
Hoy conduje a Eric nuevamente al hospital de campaña, aguardando fuera de la puerta mientras examinaba el informe de Ratoka sobre los prisioneros.
Tal como Vanita me informó, los niños esclavos parecían desconfiar mutuamente. Había algunos que temían tanto ser delatados por un infiltrado, lo cual provocaría la ejecución de sus amigos y familiares, que optaban por suicidarse en nuestras mazmorras. Su estado mental era extremadamente frágil. Seguí leyendo “Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 181: La rectitud de Eric”
Al este de las vastas llanuras de Jugfena se encuentra una llanura salpicada de pequeñas colinas, las cuales, desde la distancia, parecen islas flotantes. En estas colinas se erigen castillos, establecidos como bastiones defensivos. Tras sufrir varias derrotas, el ejército de Rindarl abandonó estas bases y durante poco más de ocho meses, hemos estado ocupando estas fortificaciones como nuestra posición avanzada. Actualmente, el otoño se cierne sobre nosotros. Seguí leyendo “Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 180: Flecha de fuego de tubo corto”