Con el comienzo de un nuevo semestre, hubo despedidas, pero también habrá nuevos encuentros.
Su alteza ahora trabajaba a tiempo completo apoyando a su majestad; mi hermano empezó a poner todo su esfuerzo en ayudar al primer ministro; mientras que Michael volvía a trabajar a tiempo completo como un empleado popular en mi tienda, Aliad.
Rápidamente dejé de lado los sentimientos de soledad por tener una vida escolar sin los tres y en su lugar me enfoqué en las relaciones que aún tenía dentro de la academia. Seguí leyendo “Dinero de consolación – Capítulo 95: Un fan de entre los nuevos estudiantes”