Esto es lo que sucedió justo mientras suspiraba mentalmente por Eric…
—¡¡¡Eeeek!! ¿¡Por qué, por qué está aquí el vampiro!? ¡¡¡Noooo!! ¡No quiero morir, no quiero morir!!!
De la nada, se escuchó un grito histérico desde un rincón de la sala de enfermería. Fruncí el ceño al ser llamada “vampiro”, mientras el médico acudía a investigar lo que estaba ocurriendo. Eric se quedó petrificado por el impacto durante un instante, con los hombros temblorosos, luego miró alrededor de la sala de manera desconcertada. Seguí leyendo “Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 179: Experiencia traumática”
Esta repentina aparición de la Elección Absoluta hizo dudar a Shi Xiaobai durante un total de… tres segundos.
Tres segundos más tarde, Shi Xiaobai hizo su elección, permitiendo que el tiempo corriera de nuevo.
Shi Xiaobai giró la cabeza para mirar a Wen Hezheng y frunció un poco el ceño. Aunque la elección era muy simple, la forma en que completó la misión de la elección necesitaba una planificación adecuada. Seguí leyendo “Elección Absoluta – Capítulo 159: Mozzie”
Shi Xiaobai tenía poco interés en el pequeño campo de entrenamiento. No tenía muchas ganas de escuchar la explicación del tío Calvo.
Menuda broma. ¡El camino de un Rey no necesita la guía de nadie!
Riko se quedó mirando de inmediato con los ojos muy abiertos.
¿De verdad preguntó si podía saltarse algo tan bueno? Cierto, la forma de pensar de Shi Xiaobai superaba sus expectativas. Seguí leyendo “Elección Absoluta – Capítulo 158: Fragancia y olor”
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—¿Por qué ha pedido reunirse conmigo en secreto, joven Allendis?
Después de agonizar durante algunos días y noches, solicité una audiencia secreta con el emperador. Pedí ayuda a mi padre, por primera vez en mi vida. Mantener mi reunión con el emperador en secreto era esencial para evitar que la facción de los nobles se enterara. Seguí leyendo “Emperatriz Abandonada – Extra II: La sombra que persigue a la luna (4)”
Pollyanna se sintió frustrada con el argumento de Sir Donau. Tenía una buena razón para creer que las palabras del emperador eran una mentira piadosa porque ha estado pensando en esto constantemente desde que Lucius I dejó Sitrin.
—Escucha, Donau. Nuestro emperador es muy amable.
—Estoy de acuerdo. Seguí leyendo “El emperador y la mujer caballero – Capítulo 309”
La criada Astin, ferviente servidora de la noble familia Azbel, encontraba una profunda satisfacción en su posición. Orgullosa de ser la criada del ilustre duque, su vida rebosaba de comodidades. Tal gratificación no solo se debía al generoso salario que recibía, sino también a los excepcionales privilegios otorgados a las criadas de la familia Azbel. En su interior, los aposentos se impregnaban de la magia característica de la familia, lo que confería a sus criadas habilidades especiales. Seguí leyendo “Rehabilitando a la villana – Capítulo 6: La villana aún no sabía”
Confirmamos los sentimientos de cada uno. Sin embargo, era evidente que lo que albergábamos en nuestros corazones distaba mucho de ser amor; más bien, se trataba de odio, un sentimiento inusual entre dos prometidos. En ese momento, nuestras miradas se entrelazaron en un instante intenso, un intercambio que podría llevar a un malentendido. Pero este juego de miradas tenía su singularidad, ya que en lugar de amor, reflejaba desprecio.
Ella me observaba fijamente, y yo hacía lo mismo con ella. Nuestra mirada se había convertido en un campo de batalla silencioso. Seguí leyendo “Rehabilitando a la villana – Capítulo 5: La villana jamás podrá saber”
—¿Ariadna? —preguntó en voz alta, visiblemente sorprendida por lo que acababa de oír.
No es que quisiera culparla; podía entender cómo se sentía en ese momento. Ella era distinta; Su ropa era demasiado sencilla para ser una cuidadora real. Ahora, cuando digo sencilla, estoy siendo generosa. De hecho, si alguien la llamara pobre, no tendría nada que decir para defenderla. Quiero decir, sé que odia los lujos innecesarios, pero siento que se esfuerza demasiado por aparentar ser alguien decente, llegando al punto de lucir simple. En realidad, esa ropa solo sirve para disminuir su belleza. Seguí leyendo “La hija del Emperador – Capítulo 05”
¿Tenía un lugar al que regresar?
Cuando pensé en eso, las lágrimas volvieron a asomarse a mis ojos. Mientras caminaba sin rumbo, las estrellas comenzaron a aparecer una a una en el oscuro cielo.
Mientras tanto, Jennette encontró a Claude de pie a la luz de la luna. Seguí leyendo “Un día me convertí en una princesa – Capítulo 164”
Yo, Julia Nogger, vivo para ganar dinero.
Sin embargo, también tengo otras cosas que son importantes para mí.
Mi familia es muy importante, por supuesto, pero también lo son los empleados que trabajan en casa y, además, es realmente extraño, pero también tengo a alguien que es especial para mí.
Mi persona más preciada es mi prometido, su alteza Rudnik Reino Palacio. Seguí leyendo “Dinero de consolación – Capítulo 94: No es el fin, solo el principio”
En épocas de guerra, el ejército de Arxia sigue básicamente una estrategia única y general.
Primero, resistir los embates del adversario. Segundo, esperar a que las fuerzas enemigas se retiren, sean derrotadas o aniquiladas, para luego lanzar un contraataque. Tercero, alcanzar rápidamente los objetivos preestablecidos, como la ocupación de puntos estratégicos. Es un enfoque bastante sencillo, respaldado por el vasto ejército permanente de Arxia. Seguí leyendo “Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 178: Condolencias”
En vez de desconfiar de la información que Vanita me proporcionó sobre su condición de soldado esclavo, lo que realmente cuestioné fue su relato personal. A pesar de la creciente oscuridad de mi habitación, continué meditando sobre sus palabras. Seguí leyendo “Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 177: En que confiar”
—Ah…
Casi al mismo tiempo, Ratoka también se percató de que al soldado esclavo le faltaba la pierna derecha, y ambos exclamamos al unísono.
Ahora que lo pienso, esta es la primera vez que me encuentro con alguien que ha perdido un brazo o una pierna. No he estado en el campo de batalla lo suficiente como para haber visto a un gran número de soldados heridos. Seguí leyendo “Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 176: Escuchando sus circunstancias”
Habiendo perdido la noción del tiempo en “Cogitación”, Shi Xiaobai solo se despertó cuando Riko le gritó que cenara fuera. Se sorprendió al darse cuenta de que había oscurecido.
Estiró su rígido cuerpo y, tras salir de su habitación, la vio a ella, que estaba sentada a la mesa del comedor, con aspecto austero. Había platos ya colocados. Seguí leyendo “Elección Absoluta – Capítulo 157: Gran Pervertido Shi”
Riko estaba fuera cuando Shi Xiaobai volvió al apartamento con Kali, ella se quedó un rato, pero se puso nerviosa cuando notó cómo él le miraba sin parar el pecho.
Siempre había ignorado a propósito sus picaduras de mosquito que habían dejado de desarrollarse. Como nunca le importaron las opciones de cómo la veía el sexo opuesto, nunca tuvo complejo de inferioridad. Seguí leyendo “Elección Absoluta – Capítulo 156: Planes de un Rey”