Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 193: Una noche muy brillante para Eris

De acuerdo a Wiegraf, este plan de batalla fue concebido por Ratoka. Wiegraf incluso bromeó, manifestando que desearía que Ratoka estuviera aquí con nosotros en lugar de estar en su misión de escolta. Mencionó, a modo de burla, cómo se veía incapaz de sobrecargarme con tareas, dado que solo soy la señora de un territorio en medio de toda esta guerra; no obstante, su tono de voz denotaba claramente que no estaba siendo del todo serio.

A pesar de que Wiegraf no guarda gran parecido físico con su hermano menor, Ergnade, soltó un comentario del tipo —¿No es interesante?— sonriendo de la misma forma que él lo haría. En realidad, no capté su broma. Seguí leyendo “Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 193: Una noche muy brillante para Eris”

Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 192: Hacia la base de comunicación

Hemos trasladado nuestra base de comunicaciones a un pequeño poblado en Densel, conocido como la aldea Clement. Los agricultores locales, todos de Densel, se esforzaban por mantenerse en silencio, visiblemente temblorosos ante la llegada de nuestros soldados desde el Fuerte Jugfena.

Rindarl, según me habían contado, tiene una ley para tratar con equidad a los civiles de países extranjeros. Inicialmente, la Unión de Rindarl fue formada por países que se separaron del extenso Reino original de Rindarl. Históricamente, esta ley siempre ha estado en vigor para facilitar la asimilación de los ciudadanos de cualquier país conquistado. Seguí leyendo “Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 192: Hacia la base de comunicación”

Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 191: Situación de combate

Mientras estaba inmersa con Mefuri en los túneles subterráneos, la situación de combate, que había estado en un punto muerto durante ocho meses, cambió repentinamente. Casi al mismo tiempo que la huida de Mefuri de la mazmorra, el ejército de Densel inició un ataque masivo, desplegando a todas sus fuerzas desde su ciudad más grande, Eris. Su objetivo eran nuestras pequeñas bases defensivas que habíamos capturado previamente de ellos. Nuestras tropas en el fuerte más alejado de la línea del frente, denominado Fuerte Droyan y situado en una ladera, ya estaban enfrentándose a ellos.

De manera inesperada, el ejército de Arxia sufrió una emboscada a pesar de estar esperando el ataque del enemigo. En el segundo fuerte defensivo, Fuerte Droidas, ubicado en un afluente del río Tave, detectaron la llegada de un escuadrón de barcos enemigos desde la dirección del mar. Seguí leyendo “Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 191: Situación de combate”

Elección Absoluta – Capítulo 167: La elección de cortejar a la muerte

La técnica [Masaje Divino] era muy asombrosa, y porque era asombrosa, ¡era voluntariosa!

Para mejorar el dominio de la técnica [Masaje Divino], no tenía sentido masajear con locura a una persona cualquiera durante veinticuatro horas seguidas. La mejora resultante sería insignificante. Solo después de que el masaje produjera efectos, mejoraría. Además, cuanto más obvio fuera el efecto, mayor sería el dominio obtenido. Seguí leyendo “Elección Absoluta – Capítulo 167: La elección de cortejar a la muerte”

Elección Absoluta – Capítulo 166: Todavía puedo hacer cien rondas más

El adelantamiento de Shi Xiaobai a Mu Yuesheng solo duró un instante. Esto hizo pensar a Mu Yuesheng que la figura que vislumbraba por el rabillo del ojo no era más que una ilusión.

Pero pronto se dio cuenta de que estaba equivocada. ¡No era una ilusión!

Porque en cada curva, Shi Xiaobai la alcanzaba al final de la misma. Era una distancia pequeña que podía ser descuidada, ya que cada vez que ella llegaba al tramo recto, de inmediato abría una distancia entre ellos. Sin embargo, Shi Xiaobai era capaz de perseguirla en las curvas, ¡e incluso adelantarla! Seguí leyendo “Elección Absoluta – Capítulo 166: Todavía puedo hacer cien rondas más”

Emperatriz Abandonada – Capítulo 15: La villa real de verano (3)

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Olas de calor florecieron bajo la abrasadora luz del sol, y el calor humeante me hizo sudar incluso mientras estaba de pie.

El techo blanco puro brillaba de forma cegadora bajo la luz del sol, casi hasta el punto de dar miedo. Mi chaqueta negra había absorbido tanto calor que me quemaba un dedo si la tocaba.

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Rehabilitando a la villana – Capítulo 11: La villana se arrepiente

Había pasado un día desde que Shael me sirvió el té. Nos encontrábamos, una vez más, en nuestra rutina habitual de tomar té juntos. Sin embargo, ese día en particular, algo era diferente. Shael parecía apagada, como si hubiera perdido el ímpetu que normalmente la definía. Lo que más me preocupaba era cuándo volvería ese espíritu combativo. Además de esa inquietud, comenzaron a surgir dudas en mi mente.

¿Por qué, de repente, esta villana había perdido su energía? ¿Sería por el incidente en el que la amenacé con mi espada? Seguí leyendo “Rehabilitando a la villana – Capítulo 11: La villana se arrepiente”

La propuesta del Héroe – Volumen 3 – Capítulo 3: Se producirá un evento cuando cambie la ubicación (2)

—¿Qué… demonios?

Sosteniendo la esfera negra en la mano, los ojos del demonio se abrieron de sorpresa.

—No… ¡El Héroe!

Greed, el héroe, con una espada sagrada vestido con su habitual camisa blanca áspera, se paró frente a mí mientras la luz emitida por el círculo mágico de teletransportación brillaba sobre él. Seguí leyendo “La propuesta del Héroe – Volumen 3 – Capítulo 3: Se producirá un evento cuando cambie la ubicación (2)”

La hija del Emperador – Capítulo 06

—¿Fuiste tú el que hizo llorar tan ferozmente a mi hija?

A pesar de ser mi padre, cada vez que venía a visitarme, algo bastante frecuente, no podía evitar chasquear la lengua, admirando cuán atractivo era. este bastardo. Sin embargo, esos momentos solo ocurrían en mi habitación y la única compañía que tenía era Serira, así que pienso que quizás sea la razón del porqué actúa así…

—¿Por qué no respondes? Seguí leyendo “La hija del Emperador – Capítulo 06”

Katarina – Volumen 12 – Capítulo 2: La vida cotidiana en el Ministerio de Magia (3)

—Soy yo, Katarina Claes. ¿Puedo pasar?

—Adelante —dijo alguien desde el interior. Al entrar en la habitación, descubrí que, tal y como esperaba, la voz pertenecía a Raphael, el cual estaba sentado en un escritorio mientras trabajaba. A medida que Lahna dejaba a un lado sus obligaciones como jefa de departamento y se dedicaba a profundizar en su propia investigación mágica, era en realidad su segundo al mando, Raphael, quien mantenía el departamento en funcionamiento. Como resultado, su carga de trabajo no era ninguna broma.

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Una Verdadera Estrella – Volumen 3 – Capítulo 42: Entrevista

De cara a las entrevistas, Tang Feng ya se sentía muy cómodo, pues estaba bastante familiarizado con Chen Ming Xu. Sus interacciones eran a menudo humorísticas y sus ingeniosos intercambios hicieron reír a todos, tanto dentro como fuera del escenario.

Durante la entrevista, Chen Ming Xu empezó con preguntas sobre el Festival de Venecia, la actuación y la vida, pero luego tocó algunos temas personales.

Como presentador profesional, no perdió la oportunidad de preguntar a Tang Feng sobre su vida sentimental, sabiendo que el público y los fanáticos estaban más interesados en ello. Seguí leyendo “Una Verdadera Estrella – Volumen 3 – Capítulo 42: Entrevista”

Dejaré de ser la rival del protagonista – Capítulo 4

Pasé unos días en mi habitación organizando mis pensamientos después de recordar mi vida pasada. Cuando leí la novela original en mi vida anterior, no me desagradaba Ian Wade; al contrario, lo valoraba mucho. Aunque habíamos estado envueltos en relaciones complicadas, mis sentimientos hacia él cambiaron al recordar mi vida pasada y ver la situación desde una perspectiva más objetiva. El odio sin razón se desvaneció, dejando solo un juicio imparcial. Seguí leyendo “Dejaré de ser la rival del protagonista – Capítulo 4”

Dejaré de ser la rival del protagonista – Capítulo 3

—¡E-Es un ataque! ¡¿Qué demonios está pasando?!

El Sumo Sacerdote saltó y gritó, su rostro reflejaba un asombro palpable al descubrir el dardo venenoso en mi espalda.

—¡¿Quién se atreve a hacerme daño?! ¡Soy un siervo del dios supremo!

Estiré la espalda y suspiré. Los dardos no estaban destinados al Sumo Sacerdote, sino a Ian Wade, aunque él pareció confundirse. Su razonamiento era comprensible, dado que había más enemigos del Sumo Sacerdote que de Ian. Seguí leyendo “Dejaré de ser la rival del protagonista – Capítulo 3”

Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 190: Interrogatorio

Mientras guiaba a Mefuri, que parecía haberse vuelto más obediente, opté por alojar por el momento al resto de los niños esclavos en los cuarteles.

Los cuarteles en el Fuerte Jugfena cuentan con una sala que puede funcionar como sala de interrogatorios. Como líder del ejército de Kaldia, se me había informado de antemano sobre cómo desbloquearla. Para prevenir su uso indebido, se debe emplear un método sencillo, pero particular, para abrir la puerta, algo que sería complicado de descifrar para los desconocidos. Seguí leyendo “Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 190: Interrogatorio”

Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 189: Pieza de ajedrez descartada

Tras atar los brazos y piernas de Mefuri, vendarle los ojos y amordazarla, finalmente nos alejamos del pasadizo subterráneo. Aún desconocíamos las condiciones precisas para activar su magia, por lo que solo podíamos basarnos en el ejemplo de Diferis, quien necesitaba gestos con los brazos y su voz para ejecutar su magia.

Respecto a las explosiones de Mefuri, aunque deduje que debían requerirse preparativos previos para que pudiera hacer explotar a los niños, todavía no conocía los detalles. Dado que había tocado accidentalmente a Mefuri, además de que debíamos mantener una prudente distancia con los niños restantes mientras regresábamos por el oscuro y estrecho túnel, Claudia, Rashiok y yo nos encontrábamos agotados al volver al fuerte. Seguí leyendo “Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 189: Pieza de ajedrez descartada”

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