Ishakan abrazó a Leah con más fuerza.
—¿Nunca te pareció extraño?
Sus ojos ardían de rabia y, al mirarlos, sintió una extraña oleada de confusión, disgusto y rechazo. Nada le parecía extraño. Tenía que dedicar todos sus esfuerzos a Estia. Por el bien del país, como su princesa, por supuesto que debería… Seguí leyendo “Matrimonio depredador – Capítulo 66: Haz que te extrañe”