Sieg me esperaba en el salón, luego de bañarme y cambiarme de ropa. Al verlo, recordé algo.
—¿A dónde has enviado a Roanne?
No puede ser que se deshiciera de ella con tanta tranquilidad, ¿verdad? Él respondió con una expresión que parecía decir: “de todas las cosas, tienes curiosidad por algo bastante inútil”. Seguí leyendo “Espada y Vestido – Vol 3 – Capítulo 4 (2): Secuestro y acuerdo de confinamiento”