Zhou Yunsheng buscó a tientas una silla donde sentarse.
¿En qué rayos está pensando?, pensaron los presentes.
Una computadora requería de varios minutos para calcular un gen y al cerebro humano probablemente le tomaría varios días. Además, esas tres computadoras verificaban cientos de millones de fórmulas moleculares, una persona no poseía una capacidad de cálculo tan poderosa. Seguí leyendo “Pronto, utiliza el rostro del demonio – Arco 9: Capítulo 2 (2)”