Lo que vivió Pollyanna le pareció extraño. La palabra “vergüenza” no lo explica del todo. Lo más probable es que se sintiera cohibida y tímida, pero Pollyanna no podía entender por qué.
A medida que se sentía cada vez más incómoda, Pollyanna comenzó a comer más rápido. Comió como si peleara y atacó la comida con saña. Aunque fue un banquete increíble, desafortunadamente, Pollyanna ya casi no podía saborear nada y no le importaba. ¡Sabía que la única forma de escapar de esta situación era terminar la comida e irse! Seguí leyendo “El emperador y la mujer caballero – Capítulo 332”