Pasé el último mes viviendo extremadamente cautelosa. Melchior se había convertido en una amenaza tangible para Arxia y para mí misma. Tanto él como el asociado Nordsturm representaban las principales preocupaciones que debía vigilar de cerca.
Curiosamente, tras la ceremonia inaugural, Melchior desapareció sin dejar rastro. Nordsturm, por su parte, se mantuvo alejado de la Cámara de los Lores, apareciendo solo ocasionalmente con una expresión de agotamiento extremo, permaneciendo en silencio como si fuera una sombra más en el entorno. Seguí leyendo “Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 239: Descanso Obligatorio”