—Disculpe, Alteza, pero mi hermana es muy tímida y reservada. Me temo que le resultaría difícil ser su compañera de conversación.
Tras la sorprendente declaración de Dice, el salón de banquetes se convirtió en un hervidero de murmullos. Y era normal, pues era la primera vez que el Príncipe Heredero invitaba personalmente a alguien al palacio para ser su confidente. Seguí leyendo “¡Cuidado con esos hermanos! – Capítulo 20: Vientos de Cambio”