Apenas Ober salió del estudio, Eckart llamó al ministro de justicia, el duque Lamont. Le entregó dos decretos imperiales junto con el informe de investigación de Ober.
Por orden directa del emperador, el duque Lamont validó los documentos al instante. Inclinó la cabeza, y su rostro mostró claramente su desolación. Seguí leyendo “Prometida peligrosa – Capítulo 162”
