Los bolsillos siempre albergaban pequeñas joyas del tamaño de semillas que parecían invaluables y extrañas piezas de oro que aparentaban haber sido extraídas de algún lugar desconocido. Desde la perspectiva de Claude, eran objetos que necesitaba más de lo que podría haber imaginado, incluso si alguien se los hubiera regalado. Seguí leyendo “Un día me convertí en una princesa – Epílogo – Capítulo 41”
Un día me convertí en una princesa – Epílogo – Capítulo 40
Un día me convertí en padre…
—¿Papá?
Claude De Arger Obelia Sinceramente no se divertía viviendo hasta ese día. Nadie se atrevió a preguntar, pero si alguien le hubiera preguntado: “¿Por qué sigues viviendo?” No hubiese tenido palabras para responder. Seguí leyendo “Un día me convertí en una princesa – Epílogo – Capítulo 40”
