El Sentido Común de la Hija del Duque – Capítulo 202: Conferencia (5)

Traducido por Shisai

Editado por Raine

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—También dije esto antes: podrían ser juzgados junto con su madre y su abuelo por planear apoderarse del trono. Entonces, por supuesto, tendría que castigarte.

—¡Pero eso no tiene nada que ver con Yuri!

—En efecto. Pero esta persona usó la entrada real a pesar de no ser miembro de la familia real, y ha usado fondos reales para sus propios fines. Eso no es diferente a ejecutar una estafa bajo el nombre de la familia real. ¿A menos que ya esté casada con un miembro de la familia real? ¿Sacerdote Ralph?

—No, en absoluto. No tenemos registros de eso en la iglesia.

—En ese caso, ella también debería ser arrestada.

—¡Pero yo…! —El príncipe Edward todavía estaba tratando de defender a Yuri.

Él estaba siendo capturado… pero aún la defendía a ella.

Realmente la ama.

—Aunque las cosas que has realizado son el mayor problema, ella también es parcialmente responsable por ello. Podrías tratar de protegerla, pero ella ha cometido sus propios crímenes. Antes de reunir toda la evidencia relevante, la mantendremos en una celda separada de ti… Llévenselos.

—¡Por favor, espera! ¡Príncipe Alfred! ¿Es realmente apropiado que trate a su hermano así? ¡Por favor, reconsidere! —Yuri le gritó al príncipe Alfred, tratando de resistir a los soldados que la rodeaban.

—Si fuera solo un hermano normal, tal vez… —Los ojos de Yuri se llenaron de un rayo de esperanza ante sus palabras murmuradas. —Pero somos miembros de la realeza. Cada gota de sangre en nuestros cuerpos existe para el reino. Algo que es más dañino que beneficioso para el reino solo puede descartarse.

Sus ojos eran muy serios, y su voz tan fría que parecía que podía cortar el aire.

—¡¿Q-qué… ?! —La mirada impotente que Yuri mostraba, con lágrimas en su rostro, parecía evocar deliberadamente la necesidad de protegerla. Su apariencia parecía conmover a varias personas, como si la compadecieran a pesar de la posibilidad de ser arrestadas mientras intentaban ayudarla.

El príncipe Alfred se acercó a ella.

Como buscando apoyo, ella lo miró.

Parada desde donde estaba, quería gritarle que no lo mirara así. Se sintió bastante inapropiado.

—Aunque tu amigo parecía haber traído mucha gente a esta ciudad… todos se han ido juntos. No esperes que te rescaten una vez capturada. —Se acercó a ella, susurrándole al oído.

No había forma de saber qué le estaba diciendo.

—¡¿Qué … !?

Debió ser algo importante… porque en el momento en que él se alejó, ella comenzó a gritar.

Todos quedaron en silencio por este repentino cambio.

—¡Yuri! —Solo el príncipe Edward luchó para liberarse de sus restricciones y correr hacia ella. —Yuri, ¿estás bien? Yuri…

Pero Yuri no le respondió. Ella solo seguía murmurando lo mismo una y otra vez con los ojos vacíos.

—No puede ser real, no puede ser real.

El príncipe Edward, para protegerla, se interpuso entre ella y los guardias.

—¡Algo está mal con ella! ¡Por favor, permitan que reciba atención médica!

—Ella podrá recibirla después de ser arrestada… Guardias.

Los guardias avanzaron una vez más.

—¡Deténganse! ¡Yuri!

Las lágrimas corrían por la cara de Yuri.

Para tomar su mano, el príncipe Edward extendió la suya.

El príncipe Alfred solo observó, dando la orden de que los dos fueran arrastrados.

Los soldados obedecieron su orden.

—Bueno, entonces, volviendo al tema en cuestión. Volvamos, ¿sí? Berne.

Tal vez yo era la más sorprendida por ese nombre que nadie más allí.

Berne, quien apareció desde donde habíamos entrado, ignoró la atmósfera confusa en la habitación y caminó hasta el lado del príncipe Alfred.

La forma en que avanzo me hizo dudar de si era realmente el Berne que yo conocía. Su cabello era más corto y lucía mucho más delgado. Los círculos oscuros debajo de sus ojos eran tan profundos que no podían ocultarse. La agudeza de su mirada y su aura no se parecían en nada al torpe Berne que había llegado a conocer.

Bajó la cabeza ante el príncipe Alfred.

—Tú también lo has escuchado, ¿verdad? ¿Todos esos tontos que están de acuerdo con Edward en que los territorios de Anderson y Armelia deben ser confiscados? —El príncipe Alfred se rió ligeramente.

Berne estaba inexpresivo. Inspeccionó la habitación con una mirada aguda.

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