Legendaria esposa – Capítulo 33: Momento clave

Traducido por Naiarah

Editado por Chizuru

Corregido por Shiro


Las había plantado apenas el día anterior… y, para su asombro, todas habían brotado.

No solo eso: las hierbas mágicas de nivel uno estaban creciendo incluso más rápido que las de nivel dos y tres. El verdor vibrante se mezclaba con grupos de colores brillantes, y algunos tallos incluso ya habían empezado a dar fruto. Algunos de ellos incluso han dado fruto. Aunque aún no estaban maduros, probablemente no tardarían demasiado en alcanzar ese punto.

Las de nivel dos ya se encontraban en etapa de plántulas, y aunque las de nivel tres crecían con algo más de lentitud, todas habían germinado. You XiaoMo estaba atónito. Aunque jamás había cultivado antes, sabía bien que lo normal no era que brotaran tan rápido. ¡Que lo hicieran en apenas un día era, sencillamente, increíble!

Sin detenerse a recoger las botellas caídas, pasó sobre ellas mientras caminaba entre las hileras de brotes. No estaba alucinando. Habían germinado todas. Claro que, como aún no estaban maduras, no podía determinar si serían de alta calidad.

Recordó entonces el proceso que había seguido al plantarlas: además de esparcir las semillas, también las había rociado con agua del lago. Pensando en los efectos que esa agua había tenido sobre su cuerpo, no le cabía duda de que ese debía de ser el motivo.

Si era capaz de restaurar su fuerza del alma, no resultaba sorprendente que también pudiera acelerar el crecimiento de las hierbas. Solo de imaginarlo, You XiaoMo se llenó de entusiasmo. Si realmente podía lograr que las hierbas mágicas crecieran más rápido que en el mundo exterior, entonces no importaba su nivel: ya no tendría que preocuparse por quedarse sin ingredientes.

Su rostro se tiñó de un rojo brillante por la emoción. Y no pudo evitar caminar de una lado a otro un rato, antes de obligarse a calmarse. Luego recogió las cinco botellas caídas y las llenó hasta el borde. Aunque no era mucho, por lo general solo necesitaba un sorbo.

Antes de salir, decidió que tenía que encontrar tiempo para limpiar el resto de las malas hierbas. Sin embargo, al marcharse, no notó que el aire en la dimensión empezaba a mostrar indicios de movimiento.

Después de eso, pasó toda la mañana y la tarde refinando píldoras mágicas sin parar.

Todo le iba tan bien que, de hecho, se le olvidó almorzar.

Cuando refinaba píldoras mágicas, You XiaoMo solía preparar primero las que debía entregar. Sin embargo, para no dar la impresión de que no había logrado ningún avance, también mezclaba algunas de mayor calidad entre ellas. Luego las guardaba en su bolsa dimensional, listas para entregárselas al tío Zhao al día siguiente.

Llegada la tarde, realizó algunas pruebas y descubrió que su fuerza del alma no había aumentado ni un ápice en comparación con días anteriores. Tal vez había alcanzado lo que los magos denominaban una etapa de «cuello de botella».

En los últimos días se había dedicado con diligencia a refinar píldoras mágicas y, para su sorpresa, ya era capaz de producir más de ciento cincuenta en un solo día. Sin embargo, al no tener una referencia clara del rendimiento de otros discípulos, solo podía evaluar su progreso en función de su propia producción durante ese breve periodo.

Aunque la cantidad diaria había incrementado notablemente, atribuía ese avance principalmente a su mejora en la velocidad de refinación. Por tanto, aunque podía haber habido un cambio en su fuerza del alma, este, sin duda, no era significativo.

Tal como había dicho Ling Xiao, fortalecer la fuerza del alma mediante práctica constante era un proceso lento. Al cabo de dos días, el resultado seguía siendo el mismo: ningún cambio perceptible.

Según los libros, cada mago poseía diferentes concentraciones de fuerza del alma dentro de un mismo nivel, y al avanzar, esta concentración podía llegar a duplicarse, como si ocurriera un salto cualitativo. Sin embargo, alcanzar ese punto requería un momento clave.

Por ejemplo, un mago que se limitara a refinar píldoras de primer nivel una y otra vez, aunque acumulase una cantidad enorme con el tiempo, no necesariamente lograría un avance notable. Existía una posibilidad, sí, pero era mínima. En cambio, si uno poseía un libro de técnicas alquímicas, el panorama cambiaba por completo.

Las técnicas alquímicas destinadas a entrenar la fuerza del alma eran similares a las técnicas de meditación de los artistas marciales: con práctica diaria durante meses o años, el poder y la resistencia aumentaban gradualmente. El entrenamiento de la fuerza del alma a través de técnicas alquímicas seguía el mismo principio.

No obstante, You XiaoMo sabía que aquello no era algo que pudiera apresurarse. Así que ordenó su mesa y se preparó para salir a comer. Justo en ese momento, la puerta se abrió de golpe, y una figura familiar entró sin el menor recato.

You XiaoMo suspiró con resignación. En toda la secta TianXin, solo había una persona con ese nivel de arrogancia.

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