Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 7: Regresando del cuartel

Gracias al apoyo financiero del Conde Terejia, el cuartel militar que había sido construido aquí tenía un gran baño instalado en él también.

El baño era simple en cuanto a construcción, dos tipos de tanques de agua se encontraban alineados contra las paredes, y agua caliente o tibia bajaría de ellos. La fuente de agua era el estanque, cosa que me beneficiaba enormemente, y su fuente de calor era la estufa de la cocina. Había un montón de vapor subiendo desde la sección de agua caliente, así que podría ser incluso llamado un “baño de vapor”

Para bañarnos, usaríamos una palangana* y un cubo de mano. Esperé hasta que el agua en el cubo de mano estuviese a una temperatura apropiada, y luego utilicé eso para lavar mi cuerpo. Por el bien de los soldados dañados con heridas abiertas, la lavanda también se ha puesto en el tanque de agua, con tal de desinfectarla.

Ya que solía marearme debido a los entrenamientos como soldado, sabía que por lo general tendría que visitar este baño unas dos veces al día.

—Hoy es mi último adiós a este baño, eh ….

Hoy es el último día de mis tres meses en el cuartel. Pasó mucho tiempo, pero también sucedió en un abrir y cerrar de ojos. Exprimí el agua empapada en la toalla que cubría mi cuerpo, la que lo hacía pesado, para intentar calmarme. El espesor de la toalla era suficiente para que no fuera transparente tras mojarse, pero eso lo hacía algo incómodo.

Pero después de todo, no permitiría dejarme bañar aquí. Tengo casi seis años y no debería tener nada de qué preocuparme, pero es la verdadera yo quién está hablando. También parece que los nobles deben mantener las apariencias adecuadas en todo momento.

—Si quieres hacer algo que una vizcondesa debería hacer, haz un gran baño en la aldea, Charlie.

Mientras me lavaba el cabello, respondí a la petición de Kamil sinceramente con un “lo consideraré”. Me preguntaba cuánto costaría exactamente, pero como no estoy al tanto de la situación financiera o el presupuesto de mi dominio ahora, no tengo idea de cómo calcularlo.

—No creo que sea tan difícil si lo basas en el baño de Pactoshiki.

—¿Cómo se supone que debo usar eso como referencia?. Además, eres el único que conoce ese lugar, ¿y qué tanto recuerdas de él?

El lugar que Kamil acababa de mencionar era de un lejano país del sur. Me pregunto cuánta gente en Arxia sabe acerca de Pactoshiki. Debido a que la señora Marshan tiene un gran conocimiento sobre muchas cosas, fui capaz de aprender el nombre de ese sitio tan bien como ella, pero, ¿por qué conocía Kamil la existencia de un lugar tan lejano y oscuro?

—Bueno, tienes un punto. Mi padre provenía de ese lugar, así que me enseñó muchas cosas sobre él.

Mientras reía ruidosamente, Kamil de repente derramó un cubo de agua ardiente en mí. Una gran cantidad de agua salpicó en mi cara, y cuando dirigí la mirada hacia él, me observó con una femenina e inocente expresión, como si no hubiese hecho nada incorrecto. Este bastardo, solamente finge ignorancia aún cuando acaba de salpicarme con agua, ¡Bien, ya lo has hecho! Dejando a un lado la madurez, le devolví el favor echándole todo el agua que había en mi palangana.

—¡Tu, maldita bastarda! ¡Utilizar tu propia palangana es injusto!

—¡Es porque Charlie comenzó!

—¡El que empezó salpicando con agua fuiste tú!

Los gritos y chillidos duraron tan solo unos segundos. Un puño despiadado descendió hasta mi cabeza, y vi estrellas frente a mis ojos.

—¡Son molestos, estúpidos mocosos!

El puño pertenecía a Gunther, quien entró en el baño sin que me diera cuenta de ello. Pude observar una vena notablemente visible en su frente, y su voz irritada resonó en todo el baño. Era un líder militar, conocido por no ser blando ni siquiera con los soldados más jóvenes y por tener un imponente aura que encajaba perfectamente con su estatus… Él era absolutamente terrorífico.

—L-lo Siento…

—Esta maldita mocosa, creyendo que regresará a una vida noble del día a la mañana, ¿Qué tan cabeza hueca puedes ser?. Será mejor que no te ablandes frente a mí, aún seguiré siendo tu entrenador mañana.

Involuntariamente, miré a Gunther con una estúpida expresión de asombro. Mañana también… Me pregunto si eso significa que él se convertirá oficialmente en mi entrenador de artes marciales. Pero escuché decir al Conde Terejia que empezaría a aprender la ceremonia del esgrima, propia de un noble.

Kamil, a mi lado, a pesar de haber estado actuando como un caballero hacía sólo unos instantes, parecía bastante relajado de algún modo cuando me preguntó en un tono elevado:

—Ey, ¿Qué pasa con tu cara?

—¿Gunther es capaz de utilizar la esgrima para los nobles?

—¿Huh?, ¿es eso siquiera útil?… Ah, parece que alguien ha sido llamado de la capital para enseñarte esgrima.

Así que lo que esto significa es que… Además de tener que soportar el entrenamiento agotador de Gunther, también voy a tener un instructor ceremonial de esgrima. Involuntariamente, me sentí algo abatida, y Gunther incluso me amenazó diciendo: “si te atreves a hacer de tonta y a vomitar delante de cualquier noble débil que aparezca de la capital, te haré saber lo que es la muerte”.

Su expresión facial, era como… ¿un Nio Guardian¹?. A pesar de que los recuerdos de mi vida anterior se desvanecían cada vez más con el paso de los días, de repente me acordé de esas estatuas budistas. Las recordé demasiado claramente.

Cuando regresé a la mansión de las Colinas Doradas la mañana siguiente, la señora Galton y la señora Marshan vinieron a recibirme. Era cierto, ¡se habían burlado de mí cómo un soldado en entrenamiento!. Una atmósfera extraordinariamente amenazadora se cerró a mi alrededor. En cierto modo, aterrorizaba incluso más que el rostro de Gunther.

—Pensé que tal vez podrías finalmente tomar un descanso, pero ¡pensar que ojou-sama todavía tiene que pasar por esas cosas!

Las dos no hicieron más que lamentarse por la vida que llevé en los cuarteles, creando un gran alboroto y llorando por ello, y aún más tristemente, el Conde Terejia, quien había dejado la mansión antes para realizar una inspección en el pueblo, volvió justo en este momento. No importaba lo que dijera para tratar de consolar a las dos, no se calmarían, era como verter más combustible en el fuego. “Qué lástima, qué lástima” repitieron una y otra vez, pero yo misma estaba satisfecha con los resultados de permanecer en el cuartel, así que había una gran diferencia en lo que pensábamos de ello.

—Para tener éxito en la posición de vizcondesa, creí que sería necesario que yo aprendiera las habilidades apropiadas para dirigir las tropas de mi dominio. ¿Es algo tan malo?

—Eso es…

—Ahh ojou-sama, Eliza-sama, ¿Qué clase de estúpidas cosas estas diciendo?. Eres una muchacha, es inconcebible que debas estar dirigiendo un ejército. Tras graduarte en la escuela, deberías casarte inmediatamente, y estará bien si simplemente le dejas el trabajo de señor del dominio a él.

Estaba cansada de hacer de todo para hacerles sentir cómodos, así que mostré claramente mis sentimientos.

Aunque la señora Marshan permaneció en silencio, la señora Galton sólo empeoró y comenzó a contradecirme. A juzgar por su expresión angustiada, como si acabara de escuchar algo increíblemente impactante, estaba totalmente en contra de la idea de que las mujeres usaran armas. Sabía que la historia del Dominio de Kaldia consideraba a las mujeres simples accesorios para mostrar el poder de un hombre, pero yo no pensé que la señora Galton, quien vino aquí desde otra región, pensara de esa forma.

—Por favor, cálmate, señora Galton. De hecho, mientras que la tradición dicta que la posición del señor es sucedida por un hombre, y la guerra también es considerada como un trabajo del hombre, eso no significa que estas cosas no tienen nada que ver con las mujeres. E incluso la señora Marshan me ha estado enseñando algunos de los temas necesarios considerando que eventualmente me convertiré oficialmente en la señora del Dominio Kaldia .

—…Sí, eso es cierto. Aunque ocuparse de las armas suele ser un trabajo de hombre, y las mujeres suelen ayudar a sus maridos y les dejan ejecutar el dominio a ellos, no siempre es una buena idea, Sra. Galton. Las responsabilidades que hay que llevar a cabo no distinguen entre hombres y mujeres .

En Arxia, los niños nobles eran educados de la misma manera sin tener en cuenta el género, ya que era necesario para que la nobleza fuera más inteligente que los plebeyos, y eventualmente serían matriculados en la escuela para obtener educación obligatoria. Sin embargo, la familia real también ha abolido la posición de la reina, y de hecho la sociedad es gobernada por hombres. Pero aun así, se permitió a las mujeres heredar títulos nobles asociados a dominios, y hay oficiales civiles que sirven en el palacio real.

La enseñanza tampoco es una profesión abierta sólo a los hombres.  La Sra. Marshan, que había trabajado como maestra de escuela noble antes que para el gobierno, y quien es actualmente mi institutriz, probablemente consideró inaceptable el punto de vista de la Sra. Galton.

—En Greenfield, si una mujer trabaja, se dice que es una prueba de que el hombre no vale nada.

—Ese no es el caso en la capital real. Después de todo, las mujeres no son sólo accesorios para los hombres.

—… Ya que el asunto en cuestión es sobre mí, por favor, no peleen. Además, ¿no es discutir considerado vergonzoso para las mujeres?

Aunque creo que la señora Marshan finalmente fue capaz de aplacar a la Sra. Galton con éxito, me siento un poco desplazada  a pesar de que era todo acerca de mí en primer lugar. Ya que el Conde Terejia e incluso su secretaria Bellway se habían ido de nuevo para trabajar en reforzar el ejército, si las cosas se hubieran calentado, no habría sabido qué hacer. Dado que las dos mujeres parecían haber estado viéndose continuamente durante la conferencia de la señora Marshan, el problema había sido finalmente resuelto a simple vista.

—No voy a discutir más sobre este asunto, pero definitivamente voy a tener una palabra con el Conde sobre ojou-sama.

Aunque la señora Galton todavía parecía tener rencor y quería tener la última palabra, aquél que me había enviado originalmente al cuartel también había sido el conde en cuestión. Obviamente, puedo ver que será ineficaz para ella hablar con él, pero no sería apropiado decírselo. Si el conde personalmente refuta a la Sra. Galton, entonces probablemente no tendrá nada más que decir.

---

• Nio Guardian¹: es el nombre de un dios iracundo y guardián musculoso de Buda. Se encuentra representado de varias formas en la entrada de muchos templos budistas.

(Palangana)

♥ ❤ ♥