Traducido por Khannae
Editado por Narumi
Corregido por Sharon
Mis cosas favoritas son las pequeñas flores, los postres dulces, la ropa hermosa, las joyas brillantes y charlar con todo el mundo sobre los últimos rumores. Y el segundo príncipe, mi prometido, el joven Shira.
Mi cabello dorado está bellamente elaborado, y mi maquillaje se realiza de manera tal, que haría que mis ojos azules brillen más.
Mi preparación estará completa tan pronto como lleve mi vestido de tonos azul turquesa y blanco con adornos de encaje, que realza mis ojos.
Llevaré a mis dos sirvientas conmigo para mi reconocimiento del lugar de trabajo del segundo príncipe.
El viejo caballero de 25 años, el joven Shira, es 7 años mayor que yo.
Actualmente él estaba ayudando al primer príncipe, quien se convertirá en el próximo rey. Parecía que estas dos personas fueron secuestradas por el rey y el Primer Ministro para trabajar en los asuntos del país.
Como mi compromiso fue decidido debido a mi poderoso padre, era el tipo de relación que podía disolverse en cualquier momento.
Ahora estoy en un tipo de situación donde no puedo verlo debido a su ocupada carga laboral. Sin embargo, cuando llegue el momento en que me acostumbre a este tipo de día será el día en que el corazón de una chica será marginado.
Además, también es posible que el segundo príncipe me sea arrebatado.
Por lo tanto, iba a encontrarme con él todos los días, durante su hora de trabajo para evitar pasar por alto cualquier tipo de posibilidad.
Cuando llamé a la puerta, uno de sus asistentes abrió la puerta y me recibió con una sonrisa completa.
Sentí un poco de malestar.
Por lo general, ellos solo me sonríen ligeramente por un momento; sin embargo, hoy me dio una sonrisa radiante.
¡Eso es!
Quizás por fin llegó a esto. Como me siento emocionada por la posibilidad, entré en la habitación para ser recibida por el habitualmente frío joven Shira.
Unos brillantes ojos verdes con pelo negro corto.
Una estatura alta con cuerpo robusto.
Pensar que él me pertenece hace que mis mejillas se sonrojen.
El joven Shira me sonrió con suavidad como cada vez que me ve.
Hoy me saludó con una sonrisa mientras me abrazaba con fuerza.
Hasta ahora, era el curso habitual.
El joven Shira acarició mi cabeza y besó mi mejilla. Era la clase de caballero que se volvía intenso y espléndido en la intimidad.
Me alegré. Sin embargo, me sentí un poco incómoda cuando consideré que podría haber saludado a otras mujeres de la misma manera cada vez que no puedo cuidar de él.
Cuando rodeé la espalda del joven Shira, él me besó en la mejilla mientras levantaba mi cara para verlo.
Una persona muy dulce.
Había oído rumores de que era duro como un hierro, sin embargo, realmente no se puede confiar en las habladurías. Su actitud real hace un cambio de 180°.
Eso es lo que pienso.
Aun así, sigo siendo una mujer que no puede ser detenida.
Cuando terminó con su trabajo, me dijo que le gustaría tener su comida conmigo. Por lo tanto, decidí esperarlo en la habitación por el momento.
Por la esquina de mis ojos, pude ver que el joven Shira había regresado a su escritorio. Debo comenzar el reconocimiento de hoy de inmediato.
En primer lugar, todavía recuerdo el rostro de aquel hombre que me encontré en la puerta.
Extraño. Estoy absolutamente segura de que algo pasa aquí.
Dicho esto, el joven Shira comenzó a hablar mientras se acercaba lentamente a la mesa de ese hombre.
Pensé que podría ser un estorbo para ellos que estaban trabajando, por lo tanto empecé a recoger los dulces y las galletas en el plato.
Incliné la cabeza mientras pensaba en lo que sucedió hace unos momentos.
Estoy segura, este asistente… Es como si estuviera ocultando algo. Además, sigue levantando su cabeza como si intentara buscar a alguien para culpar. Nos llamó a mí y a Mary varias veces hasta que finalmente se giró hacia el escritorio del joven Shira contra su voluntad.
También recogió el pequeño plato con las galletas.
Las que tienen forma de corazón.
Extraño. Totalmente raro.
—Joven Shira.
—¿Qué pasa?
—¿Quién hizo esas galletas?
—Dicen que fueron hechas por la mujer que trabajaba en un restaurante llamado “Borage” en la ciudad —respondió él con una sonrisa burlona mientras miraba a un lado.
—¿Ah, sí? —le contesté mientras tomaba un pedazo.
Delicioso.
El joven Shira sonrió mientras tomaba la galleta de mi mano y la terminaba.
Esa sonrisa golpeó mi corazón, pero siento que me están engañando.
Es el llamado instinto femenino.
Esa mujer que trabajaba en el restaurante tenía que ser alguien con un estatus más bajo.
Podría ser malo para él, pero incluso si prefiere a esa mujer sobre mí, todavía poseo una posición mucho más ventajosa.
Parece que te será difícil disolver este compromiso. Si vas a intentar pasar sobre mí, tienes que estar preparada para ello.
Al día siguiente, en secreto tomé prestado un uniforme de criada para abrirme camino hacia la ciudad.
Falda larga y oscura sin adornos. Dejé mi pelo suelto, sin rastros de maquillaje en mi cara.
Caminé con la frente en alto; sin rastros visibles de la hija de un aristócrata en mí.
Le había preguntado por adelantado sobre la ubicación a la sirvienta, así que pude llegar sin problemas.
Por cierto, no le dije a nadie que vendría, así que habrá un enorme alboroto si no vuelvo temprano.
Y como llegué en la apertura, todavía no había clientes.
Tan pronto como me senté cerca de la ventana ante la invitación realizada por la asistente de la tienda, me dieron el menú.
La mesera me agradeció mientras tartamudeaba.
¡Si has terminado de hablar, deberías retroceder rápidamente, muñeca chillona!
Tenía ganas de gritar.
Empecé a mirar a mi alrededor para ver de dónde había aparecido esa muñeca, sin embargo, no estaba a la vista.
Realmente no conocía bien a la asistente de la tienda.
Cuando pedí un té, una hermosa mujer de piel morena vino y me sirvió.
—¿Estás en una relación con el caballero del Castillo…? —le pregunté con voz firme. Tenía ganas de reír al ver su cara asustada y nerviosa.
—Sí.
Entonces, esa mujer sacudió su cuerpo.
—Yo… No me comportaré así… Ya no haré eso nunca más.
Por supuesto.
Mi presentimiento era correcto.
—Sí, me ayudará mucho si haces eso.
Le di una sonrisa completa cuando bajó la cabeza, y luego se volvió rápidamente.
Este fue el combate.
No habría podido ganar si renunciara con este tipo de obstáculos.
No cederé a mi precioso joven Shira a ninguna otra mujer a menos que sepa que soy incapaz de derrotarla.
Bebí mi té y me fui rápidamente a casa sin depender de nadie para mostrarme el camino.
Unos días más tarde, mientras entraba en el lugar de trabajo del príncipe como de costumbre, el hombre que siempre me saludaba en la puerta ya no tenía ninguna sonrisa en su rostro.
Pero el joven Shira me abrazó como de costumbre mientras me besaba en la mejilla.
Como era de esperar, no importa lo que suceda; su actitud habitual mientras trabaja nunca cambiará.
Eché un vistazo al escritorio del joven Shira.
—¿No hay galletas en forma de corazón hoy?
Incliné la cabeza. Él me dio una sonrisa amarga mientras miraba a su asistente.
—Parece que ya no hay más.
—¿Es así?
En ese momento, el asistente empezó a llorar en su escritorio.
Inclinando la cabeza, el joven Shira tomó mi mano.
—Esto va a ser molesto por un tiempo. Solo habrá pastel, pero vamos a tener un descanso juntos.
—Sí.
No sabe nada.
Hasta el matrimonio, habrá un montón de mujeres desconocidas apuntándole; sin embargo por favor estén preparadas para esta María que las eliminara a todas.
Mientras declaraba mi disposición para la batalla, mostré mi sonrisa más brillante hacia el joven Shira cuando él me contestó con una sonrisa que derrite mi corazón.
No perderé ante nadie.
AY NO!!! Le quitó su conquista al asistente??? xD
pobre tipo