Matrimonio Fantasma – Capítulo 1

Traducido por Shiro

Editado por Ayanami

Corregido por Aurora


Un día lunes, la monitora de la clase le entregó a Fang Guo la invitación al funeral de Wei Wei. Le tomó unos diez minutos el poder recordar quién era: fue su compañera de clase en tercero de secundaria y era «la bella de la clase».

Al haber sido tan hermosa, con mayor razón, debería tener una impresión más profunda de ella; sin embargo, era lo contrario, las memorias que conservaba de la joven eran muy superficiales. La recordaba como una chica linda y callada, con resultados ordinarios y un sentido de existencia débil. Al igual que una cortada de papel, su único punto a favor era el ser linda; no obstante, aquella belleza, con regularidad quedaba envuelta en sombras, volviéndose alguien difícil de distinguir.

No mucho después de recibir la carta, Fang Guo recibió la llamada de la monitora pidiendo su confirmación:

—¿Fang Guo?

—¡Que la monitora de la clase tenga una larga vida de diez mil años! —respondió él en tono de broma.

—¿Ya viste la carta que te envié? —Tras reírse un poco, ella preguntó.

Fang Guo bajó la cabeza, su mano aún sostenía la carta blanca como la nieve. Las palabras en ella estaban escritas a mano con trazos robustos y potentes. En comparación a grandes calígrafos, en ningún aspecto eran inferiores.

—La vi. —Hizo una breve pausa y continuó—: ¿Es cierto?

—¿Quién bromearía sobre este asunto? —respondió la monitora en tono serio.

Muy cierto, pensó Fang Guo.

Se sintió consternado. No importaba si eran cercanos o no, fueron compañeros de clase durante tres años.

Haciendo los cálculos, en este momento no tendría más de veinticinco años. Esta fue una muerte prematura. Una flor tan bonita, se había marchitado de este modo, para no florecer nunca más.

—Nada dura para siempre —dijo luego de soltar un suspiro. Entonces comentó—: No recuerdo haber contactado a Wei Wei en los últimos cinco o seis años. ¿Por qué de repente me invitan a su funeral?

Luego de graduarse de la escuela secundaria ella había sido transferida a una institución educativa en su pueblo de origen, el cual estaba en un área remota; tras lo cual, perdieron contacto. Ahora, ya graduado y apenas con un año trabajando… De pronto, fue invitado a este funeral. Además, se llevaría a cabo en una aldea remota a la que nunca antes había ido, por lo que estaba muy sorprendido.

—Tampoco lo sé —contestó ella. Luego, en tono vacilante continuó—: Yo también fui contactada de repente… Wei Wei no era muy cercana a nosotros en ese entonces porque era tímida pero, quizás, en realidad nos tenía aprecio.

—Quizás —asintió él.

—¿Cuándo sales para allá? —inquirió la monitora.

—Dentro de tres días. Tengo que esperar a que se apruebe el permiso —explicó.

—Está bien. Nos vemos allá.

—Entonces, nos vemos.

♦ ♦ ♦

El lugar en el que se llevaría a cabo el funeral era muy remoto, y Fang Guo nunca antes había escuchado hablar de este. Todo el viaje estuvo corriendo de un lado para el otro: primero el tren, luego el autocar y el taxi minibús. A pesar de que salió temprano en la mañana, ya era de noche y él aún seguía en la carretera.

Sujetando su equipaje con expresión cansada, reparó en las personas que viajaban en el vehículo. Aparte de él y el conductor, había cuatro personas más: dos hombres y una mujer de piel bronceada que, muy probable, eran granjeros y un cuarto hombre vestido completamente de negro. Llevaba una capucha y estaba envuelto en las sombras, por lo que le fue imposible discernir su rostro con claridad. Los había recién conocido esa tarde en el pueblo ya que todos iban al mismo lugar y un único minibús era el que se dirigía a su destino.

El vehículo estaba muy deteriorado, impregnado de un fuerte olor a gasolina. En un principio, Fang Guo sintió un fuerte rechazo, pero tuvo que resistirlo pues no vendría ningún otro, así que subió a bordo; sin embargo, todo el viaje estuvo lleno de baches, lo cual fue duro para su estómago. Aunque no estaba mareado, después de cambiar entre tantos medios de transporte durante el día, sus funciones corporales estaban protestando.

—Señor, ¿cuánto falta para llegar allí? —preguntó sin poder evitarlo.

—Pronto —respondió el conductor.

A él no le gustó esa respuesta. Sin una réplica más definitiva, no creía ser capaz de poder aguantar.

—Señor, ¿podría ser más preciso?

—Sí. Pronto. ¿Cómo quieres que lo diga? He recorrido esta ruta durante más de diez años, puedo decir si vamos a llegar allí pronto o no sin siquiera mirar la carretera. Dije que pronto, así que pronto estaremos allí, ¿por qué estás tan ansioso?

Al parecer, el conductor era una persona inflexible. De todas maneras, Fang Guo no tenía manera de continuar la conversación; puesto que, de seguir hablando, vomitaría. Tenía el estómago bastante revuelto y le era difícil de soportar.

Frente a él, la chica del trío de granjeros levantó la cabeza y, viendo que no se encontraba bien, dijo:

—Probablemente, falta cerca de un ke. No es muy lejos.

Ella había usado un método antiguo para medir el tiempo: un ke equivalía a unos quince minutos, un cuarto de hora. Ni siquiera era tiempo suficiente para un juego de rompecabezas, pero, en ese momento, a Fang Guo le parecía eterno.

Entrecerró los ojos. Su garganta estaba adolorida, el olor a aceite de motor, mezclado con el hedor corporal, inundaba su nariz; esto lo hizo sentir aún más disgustado.

Justo cuando no podía aguantar más y estaba a punto de pedir que detuvieran el vehículo para poder levantarse y bajar un momento, su olfato fue abrumado por un aroma a tinta; el cual, llevaba consigo un toque de frialdad. Sintiendo algo similar a como si en pleno verano una flor hubiese sido sacada del refrigerador, y su superficie cubierta de una capa helada y perfumada con la fragancia de la tinta. Su dolor de estómago se alivió de inmediato.

Fang Guo vislumbró un brazo a su lado: era muy pálido, de un blanco exangüe, y algo mórbido. Mientras lo contemplaba, debido a que no lograba encontrar las palabras para expresarse, levantó la cabeza para mirar a la persona junto a él. El interior del vehículo estaba oscuro, afuera no había luz de luna y, como se encontraban en el campo, no había farolas. El minibús estaba apenas iluminado ligeramente, y como la persona a su lado estaba toda vestida de negro, la palidez del brazo que tenía estirado en medio de la penumbra de la noche resaltaba al expremo.

El hombre había extendido una mano para sostenerlo. El agradable aroma a tinta venía de él. Fang Guo le agradeció con humildad, retirándose con ligera renuencia. La otra persona no dijo nada y retrajo su mano.

El vehículo continuó su recorrido; el interior permaneciendo en silencio. De pronto, cayeron en un bache, Fang Guo, quien se encontraba inestable en su asiento, estuvo a punto de caer al suelo. El brazo pálido hizo su aparición de nuevo; esta vez, tomándolo por la cintura para estabilizarlo; envolviéndolo, en un abrazo lleno de la helada fragancia de la tinta.

Luego de aquello, el minibús continuó estable. Acto seguido, se escucharon las quejas de los pasajeros, junto con el intento del conductor de reírse para suavizar las cosas y calmarlos a todos, pero aquellos sonidos le parecieron muy distantes a Fang Guo. Pese a que se escuchaban muy cerca suyo, no era capaz de distinguir su contenido; toda su atención estaba dirigida a la persona a su lado.

Este es un hombre con una figura alta y delgada, pensó para sí mismo.

Luego notó que la fuerza ejercida alrededor de su cintura era férrea y hermética, pero sin llegar a lastimar.

—Gracias —expresó por segunda vez y empujó al hombre por el torso para apartarlo. Habiendo asumido que el brazo alrededor de su cintura iba a ser difícil de apartar, se sorprendió cuando este lo dejó ir de forma fácil. Eso lo convenció de que la otra persona había actuado con buenas intenciones; por lo que ahora estaba, en verdad, agradecido.

Desde el comienzo había querido hablar con él, pero cada vez que abría su boca, sentía náuseas. Aunque, al pensarlo de nuevo, consideró que era mejor bajarse del autobús en el pueblo antes de entablar una conversación. El conductor había mencionado que pasaría la noche allí; entonces, era seguro que Fang Guo también lo hiciera.

Mientras pensaba en esto, cerró los ojos y apoyó su espalda contra el asiento para descansar. Tal era su cansancio, que no notó cómo el ambiente originalmente ruidoso del vehículo se volvía silencioso. En ese momento, el hombre a su lado giró su cabeza. Su rostro estaba oculto en medio de una niebla negra, un par de ojos se mantuvieron fijos en él.

♦ ♦ ♦

La autora tiene algo que decir: historia corta, apenas 30K. Un fantasma «activo» por un humano «pasivo», así lo prefiero.

Shiro
¡Ok! ¡No lo pude evitar! (*ノωノ) Después de traducir el oneshot «La esposa del fantasma» y descubrir que esta era la historia principal me sentí impelida a compartirla con ustedes también. Espero la disfruten~ (ノ◕ヮ◕)ノ*:・゚✧

2 respuestas a “Matrimonio Fantasma – Capítulo 1”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido