Traducido por Selena
Editado por Meli
Wanyan Yi estaba un poco triste porque Murong Qi Qi no lo trataba con cariño como a Wanyan Kang, pero no lo demostró.
Después de todo, Wanyan Kang siempre recibió, solo las cosas que él no quería. Por eso, su corazón siempre estuvo por encima de los demás. No estaba acostumbrado a recibir una mirada fría como la de Murong Qi Qi.
Lin Ke Xin se preocupó porque Murong Qi Qi era amable hacia Wanyan Kang, pero fría con Wanyan Yi. ¿Podría ser que Wanyan Kang fuera el pabellón más cercano al agua que disfrutara de la luz de la luna primero[1] y actuara por adelantado? ¿Cómo podría ser eso correcto? ¿Murong Qi Qi sería la segunda nuera[2]?. Seguí leyendo “La consorte favorita del príncipe demonio – Capítulo 125.1: Celos monstruosos (1)”
Traducido por Shisai
Editado por Shiro
Como dijo Jack, Tang Mo y Luo Fengcheng no podían hacer otra cosa, así que regresaron a la organización. Esperaron hasta las ocho de la mañana para asegurarse de que la torre negra no realizaría cambios a las seis y que todo continuara como previsto.
Una vez que salió el sol, más jugadores fueron a la torre negra para observar los cambios de la nueva versión. La mayoría de estos jugadores no tomaron precauciones; y aunque estaban atentos a la gente que les rodeaba, había más de cincuenta personas a plena vista. Seguí leyendo “La Tierra está en línea – Capítulo 47: Señor Fu, cuánto tiempo sin verle”
Traducido por Shisai
Editado por Sharon
La oscuridad que me rodeaba era tan aterradora que cerré los ojos instintivamente. Poco después, todo quedó en silencio. Ni siquiera podía oír los pájaros y los bichos de los árboles que me rodeaban. Había tanto silencio que me dolían los oídos.
Volví a abrir los ojos, todavía asustada, pero todo estaba tan oscuro que no había diferencia. No había nada, por mucho que mirara a mi alrededor. O tal vez sí, pero no podía verlo porque estaba muy oscuro. Después de todo, ni siquiera podía ver mis propios brazos y piernas. Intenté tocarme la cara y me di cuenta de que aún podía mover las manos y sentir cosas. Pero, cegada así, moverse sería demasiado peligroso. Seguí leyendo “Katarina – Volumen 10 – Capítulo 6: Magia oscura (2)”