—¡Yulan! ¿Ahora es que vas a almorzar? —preguntó Violette, preocupada.
—Me entretuve ayudando en el aula un rato. ¿Puedo sentarme aquí?
—Me parece bien, pero…
Seguí leyendo “¡Juro que no volveré a acosarte! – Capítulo 38: El aire es solo para respirar”
A Violette siempre le había gustado la expresión “un arma de doble filo”; parecía aplicarse a tantas cosas en su vida. Cada vez que actuaba, las consecuencias eran suyas y solo suyas, aunque no fueran las que ella pretendía.
Se lo dijo a sí misma mientras analizaba la situación en la que se encontraba. Esto era consecuencia de algo que ella había hecho, así que no tenía derecho a quejarse.
Tampoco tenía que recibirlo con los brazos abiertos.
Seguí leyendo “¡Juro que no volveré a acosarte! – Capítulo 37: Dicen que la ignorancia es una bendición”