—¿Qué es exactamente esto?
Quizás porque me había quedado tan atónita, esas palabras salieron accidentalmente. Acababa de escuchar algo tan inesperado que simplemente seguí mirando fijamente al Conde Terejia en estado de shock. Seguí leyendo “Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 73: Una muñeca y una carta secreta”
—Me gusta el color negro.
—¡Oh, así que te gusta ese! Mi color favorito es el blanco.
—Parece que somos exactamente opuestas —le digo, sonriendo a Liz, quien también me sonríe.
Seguí leyendo “¡Me convertiré en la villana que pasará a la historia! – Capítulo 55”
¡¿Qué?! ¿Qué diablos está pensando mi hermano Albert? No tengo ni el más mínimo deseo de llevarme bien con Liz. Si las dos nos volvemos buenas amigas, eso automáticamente me descalificará de ser la villana.
—¡Es perfecto! ¡Quiero tener una gran amistad con Alicia! —exclama Liz mientras me sonríe como un ángel.
Tal y como pensé, no soy buena para lidiar con ese tipo de expresión. Por favor, no esperes que me gustes solo porque me sonríes cariñosamente.
Seguí leyendo “¡Me convertiré en la villana que pasará a la historia! – Capítulo 54”
—Oye, Alicia. ¿Qué piensas sobre aparecer en nuestra producción como artista invitada?
¿Qué acaba de decir? ¿Quiere que actúe como artista invitada?
Hermano Albert, ¡¿qué diablos pasa por tu mente?!
Seguí leyendo “¡Me convertiré en la villana que pasará a la historia! – Capítulo 53”