Al principio, pensó que era un poco intimidante, ingenua y frágil.
Aunque aceptó su trato porque no había una carta mejor, no esperaba ni deseaba mucho de ella. Lo que le importaba era el poder de su padre, el duque Kling.
Nunca había querido algo como que interpretará el papel de una esposa. Nunca había soñado con formar una familia feliz. La razón por la que aceptó su trato no era más que un truco para saltarse los procedimientos complicados y evitar las sospechas de los demás. Era su truco superficial para tomarla como rehén y prepararse para cualquier contingencia. Seguí leyendo “Prometida peligrosa – Capítulo 154”