Legendaria esposa – Capítulo 32: Discípulo Cima Tierra

Traducido por Naraiah

Editado por Chizuru

Corregido por Shiro


Por supuesto, Ling Xiao no podía simplemente ir y robar la técnica alquímica de la secta TianXin para entrenar la fuerza del alma. Ese volumen se resguardaba en el nivel más alto del Pabellón Este, bajo la custodia de ancianos retirados de la secta que operaban desde las sombras. Cada uno de ellos era un excéntrico de gran poder.

Sin embargo, eso no significaba que fuera imposible obtener ese manual. Lo que ocurría era que, si llegaba a desaparecer, sin duda provocaría un gran revuelo dentro de la secta TianXin.

Ese volumen era considerado uno de los tesoros más importantes de TianXin, por lo que se monitoreaba con frecuencia con frecuencia. Una vez descubierta su ausencia, los altos mandos sin duda sospecharían de una traición interna, y esos viejos monstruos saldrían de las sombras para investigar a cada discípulo uno por uno. Todo ese proceso resultaría sumamente problemático para él. Además, You XiaoMo parecía ocultar algunos secretos. Así que robarlo no era una opción viable. No lo haría a menos que fuera su última alternativa.

Pero ya le había prometido al muchacho que le conseguiría una técnica alquímica para entrenar su fuerza del alma, y, como hombre de palabra, tenía que cumplirlo. De ese modo, al día siguiente, You XiaoMo se enteró por otros discípulos de que Ling Xiao había bajado la montaña.

La tarde anterior, después de su conversación, Ling Xiao se había quedado un rato más y luego se marchó llevándose veinte píldoras mágicas. Eso dejó a You XiaoMo con treinta. Gracias a eso, sentía que podría venderlas la próxima vez que bajara a la ciudad, lo que, aunque no le reportaría una fortuna, al menos impediría que su bolsa de dinero quedara completamente vacía.

Respecto a la razón del descenso de Ling Xiao, You XiaoMo no pudo evitar pensar que tal vez había ido en busca de la técnica alquímica para él. Ese pensamiento le generó un leve sentimiento de culpa: Ling Xiao lo estaba ayudando con algo que no le concernía en absoluto. Sin embargo, al recordar que, con ese volumen, podría refinar más píldoras y aumentar su fuerza del alma, la culpa se fue desvaneciendo poco a poco.

Sosteniendo las cincuenta píldoras mágicas que había refinado el día anterior, You XiaoMo se preparó para dirigirse al Salón de las Hierbas Mágicas, tanto para entregar su parte correspondiente como para recoger un nuevo lote de hierbas mágicas. Según las normas de allí, debía entregar la mitad de las píldoras obtenidas a partir del lote anterior de hierbas; de lo contrario, no se le proporcionaría más material.

Había ciento veinte tipos de hierbas mágicas de nivel uno, con los que podían elaborarse cuarenta tipos distintos de píldoras. Hasta el momento, You XiaoMo solo había experimentado con tres. Aunque aún quedaba un largo camino hasta alcanzar los cuarenta, y no era estrictamente necesario intentarlas todas, él había decidido refinar cada tipo al menos una vez. Después de todo, Ling Xiao le había dicho que la práctica constante era clave para fortalecer la fuerza del alma.

Como siempre, quien estaba a cargo del salón era tío Zhao. Al verlo llegar, ya no se sorprendió. You XiaoMo le entregó una botella con cincuenta píldoras, ni una menos. El hombre no se tomó la molestia de contarlas; sabía que podía confiar en él.

—¿Cuántos tallos quieres esta vez? —preguntó sin siquiera levantar la vista.

—Seiscientos —respondió You XiaoMo, tras una breve vacilación.

No era una cantidad pequeña. Aunque con eso solo podría refinar unas doscientas píldoras de nivel uno, muy pocos discípulos se atrevían a pedir más de quinientos tallos de una sola vez. Pero Zhao Zhen ya conocía la velocidad de trabajo de ese joven. Sabía que podía refinar más de cien píldoras en un solo día. Con seiscientos tallos, no tardaría más de dos.

Justo cuando Zhao Zhen estaba por anotar la cantidad en el registro, You XiaoMo volvió a hablar:

—Tío Zhao, tengo una petición… Me gustaría recibir ingredientes para diez tipos distintos de píldoras mágicas. ¿Sería posible?

You XiaoMo lo miró, pero bajó la cabeza con rapidez en cuanto el otro le devolvió la mirada. Sabía que estaba siendo algo irrazonable. Por su parte, Zhao Zhen, por fin, lo observó con atención, sorprendido, aunque no demasiado.

—Puedes —dijo con simpleza.

Acto seguido, empezó a reunir los seiscientos tallos de hierbas mágicas para él. Diez tipos de píldoras requerían treinta tipos distintos de hierbas mágicas. Como no tenía suficientes, solo la mitad, el tío Zhao le permitió a You XiaoMo buscar el resto en el Jardín Medicinal. El encargado de llevarlo allí fue un discípulo del Salón de las Hierbas Mágicas, alguien que había ingresado a la secta antes que él.

—¿Eres tú You XiaoMo?

Mientras caminaban, uno delante y otro detrás, XiaoMo escuchó repentinamente la voz del hermano mayor. No estaba seguro de si era solo su imaginación, pero el tono le pareció francamente desagradable, con un deje de desprecio, como si hablara con alguien indigno.

You XiaoMo no creía haber hecho nada para ofenderlo. Siempre había procurado mantener un perfil bajo y no tenía motivos para enemistarse con nadie. Más aún, no recordaba haberlo visto antes. ¿Desde cuándo se había vuelto tan conocido como para que un hermano mayor al que no conocía supiera su nombre?

El otro se detuvo frente a la entrada del Jardín Medicinal, se giró hacia él y notó la confusión reflejada en su rostro.

—Parece que ni tú mismo lo sabes. Ahora todos en la división de magos conocen tu nombre. También sabemos que el hermano mayor Lin Xiao, de la división guerrera, humilló a la hermana menor Tang YunQi delante de todos… por ti. Incluso fue a buscarte ayer por la tarde, pero ¿qué tienes tú de especial? ¿Por qué el hermano mayor Lin Xiao se interesaría en ti?

You XiaoMo se quedó atónito. Ni siquiera había pasado un día completo, y ya se había extendido tanto el rumor. Por desgracia, no podía decir nada al respecto. Si se tratara del anterior Lin Xiao, sin duda no tendría relación alguna con él. Pero dentro de la carcasa llamada «Lin Xiao» ya habitaba otra persona. Y además, una bastante odiosa, que parecía disfrutar especialmente de intimidarlo.

Sin embargo, a ojos de los discípulos de la secta TianXin, Lin Xiao realmente había mostrado un repentino interés en él. Así que no era descabellado pensar que debía de haber alguna razón detrás.

Tras pensarlo un momento, You XiaoMo preguntó:

—Hermano mayor, ¿eres un discípulo del Pico de la Tierra?

La expresión del otro cambió de inmediato. Le lanzó una última mirada y se marchó sin decir nada más. Después de todo, ya habían llegado al Jardín Medicinal.

You XiaoMo se frotó la nariz. Sabía que sus palabras habían sido algo provocadoras, pero no había tenido elección.

¿Quién lo mandó a ser tan hostil?

La mala relación entre el Pico de la Tierra y el Pico del Cielo era un secreto a voces. Él mismo lo había confirmado durante su experiencia en el Salón de los Magos, durante la elección de los discípulos. Después de aquello, se había tomado el tiempo de investigar un poco. Aunque la rivalidad entre ambos picos no era tan grave como había imaginado al principio, sí mantenían una competencia constante y silenciosa.

Pero el Pico de la Tierra era el que salía perdiendo estrepitosamente en cada ocasión. ¿La razón? Los mejores recursos y talentos eran siempre tomados de antemano por el Pico del Cielo. Esta era también la causa por la que el maestro Kong Wen solía recluirse y rara vez se dejaba ver.

En cuanto al Pico del Vuelo, quedaba atrapado entre ambos. No brillaban especialmente, pero tampoco era probable que terminaran al final de la clasificación, por lo que acababan desempeñando el papel de observadores pasivos.

Poco después, You XiaoMo llegó al Jardín Medicinal, donde entregó al guardia allí apostado el token junto con la lista que el tío Zhao le había dado. Aquel lugar contaba con guardias específicamente asignados para su cuidado y, cada día, varios discípulos se rotaban para cumplir ese servicio. Al final, el guardia le echó un vistazo  a las cosas y luego simplemente reunió las hierbas restantes para él.

Al salir del Jardín Medicinal, You XiaoMo se dirigió directamente a su habitación.

Una vez allí, no comenzó de inmediato a refinar las píldoras. En cambio, sacó veinte botellas blancas de su bolsa dimensional, las mismas que el tío Zhao le había entregado antes de dejar el Salón de las Hierbas Mágicas. Aunque pensaba usarlas para almacenar las píldoras, también planeaba destinar cinco de ellas a guardar agua del lago de su dimensión.

Dado que esa agua era capaz de reponer tanto su fuerza del alma como su energía física, You XiaoMo decidió llevar siempre un poco consigo en su bolsa dimensional, de modo que pudiera utilizarla en cualquier momento sin necesidad de tener que entrar a su dimensión para poder hacer uso de ella.

Con esa intención en mente, pronto apareció en su dimensión. El día anterior había comprobado que, siempre que lo deseara con la suficiente intensidad, podía acceder a ella sin necesidad de tocar la lágrima de su pecho.

Sin embargo, antes de dar siquiera un paso, se quedó boquiabierto ante la vasta extensión de verde exuberante que se extendía ante sus ojos. Ni siquiera se dio cuenta de que las botellas que sostenía en las manos se le habían caído al suelo.

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