¿Qué hace una villana? – Capítulo 34: Etiqueta

Traducido por Shaey

Editado por Ayanami

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Me sentí aliviada de que la herida de su alteza Broudo parecía estar mejorando.

Puse el refresco que traje en la mesa delante de Labra, el Príncipe y el señor Broudo.

Para la fiesta del té de hoy, serví el pastelillo de madalena que había horneado anteriormente.

—Labra. ¿Recuerdas que vamos a hacer un examen de etiqueta después de las vacaciones escolares?

Labra, que acababa de abrir la boca para meter todo un pastelillo de madalena, se paralizó de repente.

—…Seguramente, fallarás.

Ante los crueles comentarios del Príncipe, puse mi mano en el hombro de Labra mientras lo miraba fijamente.

—Hagamos lo mejor que podamos a partir de hoy. Estarás bien, ya que te enseñaré todo al respecto.

—Eso es…porque Naru es una espartana.

—Si tienes alguna queja al respecto, entonces, no voy a ayudarte, ¿entiendes?

—Lo siento…lo lamento, realmente, lo siento.

Sonreí, mientras pensaba en algo.

Voy a enseñarle la etiqueta adecuada que se debe seguir para ser una reina.

Nadie podrá saber sobre mi plan.

Porque, aparte de estas dos personas delante de mí, no hay ninguna otra persona de la familia real.

Era natural hacer este tipo de cosas aquí, ya que sólo están estas dos personas cerca.

Incluso si el plan fuese descubierto por otros, nunca podrán echarle la culpa, porque, como yo misma soy candidata a Reina, podría ser inevitable que acabe enseñando a Labra de la forma en que me enseñaron a mí.

Desde ese día, he estado trabajando duro para enseñarle la etiqueta apropiada, para la Reina, siempre que tenía una lección de etiqueta con Labra.

♦ ♦ ♦

Cierto día, con la cara ligeramente pálida, Labra preparó el té siguiendo la etiqueta perfecta que le estaba enseñando anteriormente, antes de ofrecérselo a nosotros, que estábamos sentados frente a ella.

—Muchas gracias…

—Un gusto…soy Labra.

— ¡Labra! Qué nombre tan bonito.

Justo en ese momento, Labra se encontraba frente a su oponente, que era la propia Duquesa.

Hoy, decidimos visitar a los vecinos de nuestro reino, y terminamos conociendo a esta dama de carácter suave de unos 40 años que posee un hermoso cabello rubio y unos brillantes ojos verdes.

Había preparado a esta gentil dama como oponente para Labra y así poder practicar sus habilidades.

—Estoy muy feliz de que la Srta. Cardinal me haya presentado la señorita Labra.

—Me siento honrada de escuchar eso.

—Por favor, diríjase a mí como la Sra. Fleur.

Oh Dios, parece que la Sra. Fleur se ha entusiasmado con Labra.

No sólo era amable, sino también alguien a quien no le importa su posición como duquesa, pues dejó que los demás se dirigieran a ella sólo como la Sra. Fleur.

— ¿No sería grosero para usted?

—Está bien, ya que insisto en ello.

La Sra. Fleur, que nos guiñó el ojo ligeramente, me pareció muy linda.

Quiero crecer y convertirme en ese tipo de adulto.

Antes de mi reencarnación, creo que tenía el tipo de imagen que todo el mundo describiría como [aterradora]…uno de mis puntos fuertes era que, tenía el tipo de expresión y carácter que era suficiente para hacer llorar a un hombre grande, cada vez que les bloqueaba la salida. A mi subordinado, en este momento, lo siento mucho de verdad.

Por eso, en este mundo, ¡¡me propuse ser el tipo de adulto encantador!!

¡La historia se había desviado de repente!

La Sra. Fleur y Labra parecían hablar de muchas cosas.

No entiendo cómo la Sra. Fleur puede parecer tan encantadora con los demás. Probablemente, para este tipo de dama, que había renunciado a la cortesía habitual, desde el principio hasta el final de la fiesta del té, la elegancia de la Sra. Fleur no parece disminuir; ya que ni siquiera mostró ningún tipo de mala expresión hacia el desatino de Labra y, en cambio, parecía complacida con su simplicidad.

Este también fue un resultado que proviene de que me convertí en un ogro, cada vez que llevamos a cabo una lección de etiqueta (Aunque Labra se asustó por eso, no era, de ninguna manera, como si yo la estuviera intimidando)

— ¡Señorita Cardinal! ¿Labra es una plebeya?

—Sí.

Cuando le respondí con una sonrisa, la Sra. Fleur sonrió antes de decir.

— ¡Además de su perfecta etiqueta y maneras, también tiene el mismo matiz de los plebeyos, por lo que pensé que podría ser uno de ellos! Será muy fácil para la señorita Labra trabajar en el Palacio Real si ella lo desea.

—Eso… ¿Realmente, lo cree?

Labra parecía interesada con la idea de servir en el Palacio Real.

— ¡Su etiqueta y sus modales, son aún más perfectos que los de las doncellas del Palacio Real! ¡En cualquier caso, usted ha sido educada a fondo en ello! Mientras que la señorita Labra no entre inmediatamente en pánico y se desmorone mientras esté trabajando allí…pero…

Cuando volví mi mirada hacia Labra, parecía estar asustada, mientras gritaba en silencio cuando empecé a sonreírle.

—Señorita Cardinal, no debería intimidarla demasiado.

— ¡Nunca la intimido! Por el bien del futuro de Labra, lo he dado todo para enseñarle todas las habilidades necesarias para su supervivencia, ¿sabe?

— ¿Serás odiada si no lo haces con moderación, entiendes? …Señorita Labra, si hay algo que le preocupa, también puede contar conmigo, ¿de acuerdo?

—Eso, no podría molestar a la Sra. Fleur con mi problema.

—No tienes que preocuparte tanto por ello. Se parece un poco a mi hija. Por eso, siento una cierta sensación de intimidad contigo.

La Sra. Fleur empezó a reírse felizmente.

La hija de la Sra. Fleur también era alguien con el mismo aspecto que la realeza, sin embargo, debido a la enfermedad epidémica, murió cuando aún era pequeña.

¿Esa fue la razón por la que le gusta tanto Labra?

— ¡Si es su hija, Sra. Fleur, entonces, debe ser alguien tan hermosa como usted!

—En lugar de ser hermosa…me gustaría decir que es alguien que siempre está llena de energía y que no puede quedarse quieta en un solo lugar, un poco imprudente, y también le disgusta estudiar la etiqueta.

— ¡Eso es totalmente como Labra! En particular, su rasgo imprudente y su aversión para aprender etiqueta.

—Naru, me voy a enfadar mucho contigo.

La Sra. Fleur se río felizmente de nosotras.

Labra, estaba actuando totalmente inconsciente e inapropiada para una dama.

Me he estado conteniendo para no regañarla.

Después de esa fiesta en particular, la Sra. Fleur nos invitó a otras fiestas del té durante las largas vacaciones escolares.

Labra también acabó obteniendo una puntuación S en su examen de etiqueta que se hizo después del descanso; lo que, es más, debido a una circunstancia especial tampoco me quedé en el dormitorio y, en su lugar, viajé de ida y vuelta entre la escuela y la casa…sin embargo, esa, es otra historia.