La consorte favorita del Príncipe Demonio – Capítulo 113.2: Una elección difícil (2)

Traducido por Selena

Editado por Meli

Una boda real era diferente de la boda de los plebeyos.

Feng Cang tenía que llevar a Murong Qi Qi a presentar sus respetos y dar las gracias a Wanyan Lie. Luego, necesitan inclinarse ante el cielo y la tierra frente al testigo designado por la corte. Después debían asistir al banquete que el palacio había preparado y al anochecer, en la mansión del príncipe, Murong Qi Qi no necesitaba llevar un velo rojo.

—¡Erudito dotado, bella dama![1] ¡Hombre talentoso y mujer hermosa![2] —Wanyan Lie los elogió—. ¡Bien! ¡Muy bien!

—¡La princesa está muy hermosa hoy! —expresaron la emperatriz y la consorte De.

—¡Deseo que estés felizmente enamorada y que des a luz a un niño pronto! —dijo Li Bing mientras los sirvientes entregaban su regalo: un par de exquisitos brazaletes de jade.

Wanyan Lie la felicitó y la consorte De, Lin Ke Xin se apresuró a entregarles una diosa del parto tallada perfectamente en jade.

—¡Cuantos más hijos, más felicidad! ¡Grandioso! —Wanyan Lie la alabó por su regalo.

Lin Ke Xin miró una vez provocativamente a Li Bing con una cara llena de orgullo.

Después de eso, uno tras otro enviaron sus regalos. Murong Qi Qi los aceptó todos y dejó que Su Mei y Su Yue se hicieran cargo de ellos.

—Emperador, ¿aún no has dado tu regalo? —Lin Ke Xin se quejó con voz conmovedora, tenía más de cuarenta años pero todavía lloriqueaba como una joven.

Murong Qi Qi se estremeció y se le formó piel de gallina.

—¡Este emperador otorga a la princesa Zhao Yang el título de princesa de primer rango! No necesita inclinarse ante este emperador y puede entrar y salir del palacio sin una orden. Se le otorga una chaqueta mandarina de botones amarillos y disfrutará del mismo poder que el príncipe Nan Lin de primer rango.

Sus palabras hicieron que toda la sala se convirtiera en una olla hirviendo.

¿Cuál era su propósito? ¿Por qué Murong Qi Qi, una mujer, disfrutaría del mismo poder que el príncipe Nan Lin de primer rango? Su rango superaría al de la princesa heredera. Feng Cang controlaba el ejército de Bei Zhou, él tampoco necesitaba inclinarse. Su estatus era el mismo que el de un príncipe nacido por el actual emperador. Acaso ¿Wanyan Lie quería cambiar al príncipe heredero?

Nadie podía interrogar al emperador, algunos intercambiaron miradas, los más valientes dijeron una o dos frases, pero incluso los príncipes se mantuvieron erguidos con una apariencia tranquila.

El único que expuso sus verdaderos pensamientos fue Wanyan Hong. Las venas de sus manos quedaron al descubierto cuando apretó la copa de vino. Salpicó algunas gotas en la ropa de Yu Shi Shi.

—Su alteza… —Yu Shi Shi, estaba sin palabras, no amaba a Wanyan Hongn, pero compartían intereses y la actual situación los dañaba a los dos.

—Este príncipe heredero está bien. —Wanyan Hong miró con los dientes apretados la espalda de Feng Cang.

¿Por qué necesitas pelear conmigo por todo? ¿Por qué el emperador te trata mejor que a mí? ¿Por qué todas mis cosas se convierten en tuyas al final? ¿Por qué?

Wanyan Hong al igual que Wanyan Yi, pensaban que si Feng Cang no existiera, ellos serían el mejor y se convertirían en un gran monarca. Pero el padre imperial lo favorecía más que a cualquiera de sus príncipes.

Wanyan Yi pensó que sin importar que él y Wanyan Hong lucharan internamente, ambos debían resolver el asunto de Feng Cang, un príncipe de diferente apellido, que tenía un estatus y poder por encima de ellos.

Murong Qi Qi estaba loca de alegría por el regalo, de inmediato mostró su gratitud a la gracia imperial.

Wanyan Lie le sonrió a la pareja de amantes.

La gente de Xi Qi que vino a celebrar; tenía un sentimiento diferente en sus corazones.

Shangguan Wu Ji que se resistía a dejarla ir; al verla sonreír llena de alegría tuvo que admitir que otra persona podía darle felicidad.

—Él le dará la felicidad. —expresó Li Yun Qing, identificado con los sentimientos que Shangguan Wu Ji expresaba con los ojos.

—¡Eso espero! —Shangguan Wu Ji se bebió el vino de un trago—. ¡Si Feng Cang se atreve a traicionarla, no lo dejaré ir!

—¡No sólo tú, yo tampoco lo dejaría ir! —Li Yun Qing llenó las copas de vino y ambos las bebieron al mismo tiempo como si se hubieran comprometido.

Longze Jing Tian los escuchó en silencio, compartía sus sentimientos por Murong Qi Qi, pero él no podía dejarla ir no podía verla convertirse en la novia de otro. En su interior la reclamaba como suya ¡Ella era su princesa de primer rango!

Él podía darle el mismo poder, estatus o riqueza, que Feng Cang. En cuanto a un corazón verdadero, ¡el suyo no era menos digno que el de él! ¡No estaba dispuesto a resignarse!

Longze Jing Tian, ignoró a las dos mujeres que lo veían y clavó su mirada en Murong Qi Qi.

Una de ellas era Murong Qing Lian que seguía teniendo fantasías con Longze Jing Tian. Tal vez, las cosas que no se podían conseguir eran siempre las mejores. Porque no le importaba que la tratara con frialdad, él era su verdadero amor. Si pudiera conseguir a un hombre así, sin duda sería feliz toda su vida.

La otra era Wanyan Bao Zhu, quien había sido torturada hasta la muerte por Wanyan Hong. Ese enfermo, en su tiempo libre, la invitaba diciendo que deseaba «profundizar el amor entre hermanos». Solo la intimidaba. Su lamentable patio trasero[3] aún sangraba y no podía sentarse bien. En el momento en que tocaba la silla, sentía un dolor ardiente. Se sentaba de lado y cambiaba el peso cuando se entumecía.

Ella creía que solo Longze Jing Tian podía salvarla. Si Bei Zhou y Xi Qi formaran una alianza matrimonial, ella ya no tendría que soportar la tortura. Aunque vio como él observaba a Murong Qi Qi, ésta ya se había convertido en la princesa Nan Lin de primer rango. Ya no era su rival en el amor. La única que podía convertirse en su obstáculo era Murong Qing Lian cuyo estatus era más alto que el de ella en la familia Murong.

Si Murong Tai pidiera el matrimonio primero, quizás Longze Yu aceptaría. Pero no permitiría que ocupara su lugar. Ella era la princesa Jing de primer rango y en el futuro, ¡sería la emperatriz de Xi Qi!

Su ano volvió a doler. Su boca se frunció un poco. Miró en dirección de Wanyan Hong que estaba sentado con un rostro molesto. Entonces, pensó en la posibilidad de dejar que Murong Qing Lian se convirtiera en su nueva mujer.

En tanto, Feng Cang y Murong Qi Qi ya habían ido al santuario para ofrecer sacrificios a los ancestros y grabar el nombre de Murong Qi Qi en el registro genealógico del clan Feng. Cuando regresaron al palacio, adoraron al cielo y a la tierra bajo la guía de Wanyan Lie.

Ella tenía el rostro cubierto con un velo rojo. Tenía un aspecto nebuloso que resultaba excepcionalmente bello. Feng Cang la guiaba con una cinta roja que sostenía en la mano.

—¡Cielo y tierra!

—¡Dos adoraciones!

—¡Tres agradecimientos al emperador!

—¡Inclinación entre marido y mujer!

Murong Qi Qi miró a Feng Cang a través del velo. Tuvo la sensación de estar soñando. Si todo hubiera ocurrido un día antes, habría sido la novia más feliz y bendecida del mundo. Sin embargo, ahora había una espina en su corazón. No era profunda ni superficial, pero no podía afrontar el asunto con calma

En su corazón, se sentía agradecida hacia ese hombre por permitirle entender el significado de la reencarnación. Después de conocerlo entendió que ella había venido aquí por él. Había cruzado un milenio solo por Feng Cang.

¡Oh Dios! Déjame ser egoísta por una vez. Haz como si no supiera nada. Solo quiero ser su novia. Aunque solo sea de nombre. ¡Solo una vez, una vez es suficiente! Murong Qi Qi rezó en su corazón.

—El ritual terminó… —anunció el oficial de etiqueta, pero sus palabras tardaron un siglo antes de llegar a Murong Qi Qi quien estuvo nerviosa toda el tiempo.

—¡Felicidades, primo hermano y prima política! —Wanyan Kang fue el primero en felicitarlos—. Primo hermano, ahora debes ayudarme a convencer a Su Mei.


[1] Erudito talentoso, bella dama: un par de amantes ideales.

[2] Hombre talentoso y mujer hermosa: pareja ideal.

[3]Patio trasero: otra jerga para el ano.

Selena
A esta altura no sirve de nada el arrepentimiento, solo sirve seguir adelante… ¿Qué crees Meli?
Meli
Espero que todo se resuelva pronto, ya quiero verlos felices y a los que les tienen envidia, ojalá que les de dolor de ano, ja, ja, ja

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