Traducido por Yonile
Editado por Lugiia
Ah, ya es de mañana
Me pregunto qué cara debería poner cuando vea a Albert.
¿Tal vez debería saltarme la práctica matutina de hoy? No, eludir el entrenamiento solo terminará en pérdida para mí.
Salgo de mi habitación y me dirijo penosamente hacia el jardín, pero mientras camino por los pasillos escucho algunas voces.
¿Están hablando Albert y mi padre?
¿Qué tan buena es mi suerte de encontrarme con mi hermano justo afuera de la puerta?
—Terminé haciendo enojar a Ali.
—Después de todo, ¿deberíamos haberle dicho la verdadera razón?
¿La verdadera razón? ¿Cuál es? ¡Quiero saberlo!
—No, creo que hicimos lo correcto al ocultarlo.
¡Oye! ¡¿Cómo puedes decir eso justo después de causarme tanta curiosidad?!
—Por favor, dime.
No sé si es solo porque realmente quiero saber, o tal vez fue mi conciencia culpable por escuchar a escondidas, pero sin siquiera pensarlo, salí de mi escondite y caminé con confianza hacia ellos.
—Ali…
Al verme aparecer frente a él tan repentinamente, la expresión de Albert se vuelve incómoda.
Por favor, no te preocupes. Ya no me molesta lo que pasó ayer.
Aunque, tal vez no debería decirle eso. Me gustaría seguir burlándome de él un poco más, tal y como haría una verdadera villana, por supuesto.
—¿Así que estabas aquí, Alicia?
—Sí, padre. Por favor, ¿cuál es la verdadera razón por la que no puedo ir?
Él cierra la boca, apretando ligeramente los dientes.
Me pregunto por qué no puede simplemente decírmelo. ¿Es algo que debe mantenerse en secreto? No obstante, considerando que soy la principal afectada, creo que al menos debería tener derecho a saber.
—¿Padre?
—Alicia, me aseguraré de decírtelo antes de que ingreses a la academia de magia, ¿de acuerdo?
¡Pero aún quedan cinco años más antes de que ingrese a la academia!
¿Es algo que no me puede decir porque todavía soy una niña?
Aunque es muy frustrante, dudo que haya algo que pueda decir que lo haga cambiar de opinión… Supongo que no tengo más remedio que aceptar.
—Entiendo, padre.
—Eres una buena chica —dice él dulcemente, alborotándome el cabello.
Desearía que dejara de tratarme como a una niña, pero supongo que con diez años todavía se considera una.
Y ayer podría haber ido demasiado lejos cuando estaba peleando con Albert. Me pregunto si debería disculparme con él.
Pero, si lo pienso de nuevo…, en realidad no dije nada malo, así que no creo que una disculpa sea absolutamente necesaria, ¿verdad?
Además, una villana no es alguien que deba disculparse tan fácilmente.
A pesar de que Albert me mira con una mirada tan lamentable en sus ojos, necesito mantenerme fuerte.
¡Soy una digna villana! ¡No me rendiré!
Ugh, no me di cuenta de que ser una villana sería un trabajo tan duro. Quiero decir, ¿qué tan fácil sería decirle a hermano que no se preocupe por eso?
¡Agh! ¿Qué pasa con esta sensación?
Puede que quiera convertirme en una verdadera villana, pero odio esta sensación amarga e irresoluble.
Pero, si le digo que no se preocupe por eso, ¿podría sonar como un comentario sarcástico?
—Joven Albert, es casi la hora —señala una doncella mientras yo todavía estoy perdida en mis pensamientos, agonizando sobre qué hacer.
¡Así es, casi lo olvido! Albert todavía tiene que ir a la academia. Y así, me quedo sola en el pasillo. Al final, no pude decirle nada.
¿Qué debo hacer al respecto? No sé cómo deshacerme de esta atmósfera incómoda que se ha interpuesto entre nosotros.
¿Debería consultar con el abuelo Will al respecto?
Esta será la primera vez que visito el pueblo empobrecido mientras es de día.