Traducido por Shisai
Editado por Sakuya
Las películas no son exageradas a veces. Si has experimentado la vida lo suficiente, has viajado por suficientes lugares y has conocido a todo tipo de personas, encontrarás que muchas películas no son exageradas, es solo que hay algunas cosas a las que has estado expuesto.
Sin embargo, esto no significa que Tang Feng quiera experimentar una vida tan emocionante y aterradora que está a un millón de kilómetros de la vida de la gente común.
En comparación con una vida “colorida”, prefería vivir en una película que sería un fracaso.
—Albert, ni siquiera puedes igualar una máscara artificial —Charles se burló dos veces, con el dorso de la mano ligeramente magullado por la fuerza con la que sostenía el arma.
Albert solo sonrió, sin mostrarle importancia al comentario.
Tang Feng siente que las personas como ellos son originalmente tipos a los que no les importan las palabras de otras personas, se encuentran dispersos en el límite de la sociedad y en la cima de la pirámide.
—Detente, Albert —Al verlo acercarse a Tang Feng, Charles le apuntó con su arma—, te mataré si das un paso más.
—Estoy muy asustado, ah —Se detuvo, riendo entre dientes y miró a Iván—. Agente Iván, ¿recuerda la premisa de nuestra cooperación?
—Albert, recuerdo que dijiste que esperarías a que la manzana estuviera madura antes de venir a recogerla. ¿Vienes a ver y luego te vas?
Tang Feng no esperaba mantenerse en silencio todo el tiempo. Ocasionalmente miraba a Charles y se aseguraba de que el disparo no fuese serio. Era la primera vez que experimentaba algo así fuera de una escena de actuación, no pudo evitar que le temblaran los dedos cuando escuchó el disparo.
¿Y qué si había experimentado la vida y la muerte? Seguía siendo un ser humano.
—No, estoy aquí para deshacerme de los insectos, para que mi manzana roja crezca mejor. —Suavemente lamiendo las comisuras de sus labios, Albert le sonrió a Tang Feng—. ¿Estás ganando tiempo? Muy inteligente, pero desafortunadamente, como se trata de una trampa, no tienes oportunidad de escapar.
—El barco ya está bajo nuestro control, Charles, no puedes huir —Iván añadió.
Ni Charles ni Iván ni Albert se movieron, la persona que se movió fue Tang Feng.
No se dirigió hacia Charles, ni tampoco hacia Albert, sino que eligió a Iván. El repentino e inexplicable movimiento del hombre silenció a todos por un momento.
—Detente —exclamó el agente de Interpol mientras apuntaba al actor.
Tang Feng se detuvo durante aproximadamente medio segundo antes de continuar.
—¿Qué estás haciendo? ¡Te dije que te quedaras quieto! —gritó Iván.
—Relájate Iván, ten cuidado con tu arma, alejala del Sr. Tang, él no puede lastimarte, eres un oficial de policía, no grites así —Albert dijo a la ligera.
—Tang Feng —Charles frunció el ceño un poco, incapaz de adivinar qué quería hacer el hombre, a pesar de que habían estado juntos durante más de medio año, de repente descubrió que en realidad no entendía muy bien a este hombre.
Ignorando a Charles, Tang Feng se paró tres pasos frente a Iván y le preguntó: —Oficial Iván, ¿puedo hacerle una pregunta? Me siento honrado por lo que dijo. ¿La condición para su cooperación con Albert soy yo? Soy la ficha para la última apuesta, ¿verdad?
—Sí —Iván respondió directamente a la pregunta de Tang Feng.
Aunque Tang Feng probablemente había adivinado esta respuesta cuando apareció Albert, todavía era irónico escucharla. Charles, un miembro de las “fuerzas del mal”, lo ha estado protegiendo. El oficial de policía, quien representa a la justicia, está tratando de cooperar con un chico malo usándolo a él, un hombre inocente. Fue arrastrado a una trampa.
Qué irónico.
—Eres un policía, es tu deber proteger a la gente, Iván, ¿no soy yo una de esas personas a las que debes proteger? ¿Por qué, en su lugar, me estás sacrificando? —Tang Feng preguntó con una calma que escondía una fuerte pregunta en sus palabras.
Iván se mostró impasible, con un tono seguro y sin un ápice de vacilación: —Para el beneficio de las masas, siempre tengo que sacrificar algunos individuos, y no me he alejado de mi misión y principios.
—Buena razón, ¿entonces debería ser yo quien se sacrifique y sentirme honrado por hacerlo en beneficio de otros? —Tang Feng no pudo soportarlo más y satíricamente dijo—: Charles tiene razón, tú y tus jefes son bastante estúpidos.
—¡Jajaja, bebé, bien dicho! —Charles se echó a reír—. Ese es mi bebé.
Incluso Albert, del bando de Iván, levantó las comisuras de los labios y estuvo de acuerdo: —Eso es justicia, el bien del individuo, el bien de las masas, ¿quién puede decidir quién debe vivir y quién debe ser sacrificado?
—Lo único que es seguro es que la persona que toma la decisión no será la que tenga que sacrificarse.
Tang Feng se burló.
—Iván, tu elección es decepcionante. Por lo que parece, tu cooperación con Albert es el mayor error de todos. ¿Qué clase de hombre es? Deberías saber más que yo como oficial de la Interpol. Incluso si él tiene mucho poder, ¿pueden las personas como él estar bajo tu control?
Albert aplaudió.
—Buena charla, oficial Iván, por favor, deja de perder el tiempo y mata a Charles.
Tang Feng levantó los párpados y, al mismo tiempo, Iván frunció el ceño.
—Es mi decisión si lo mato o no. Sr. Albert, no tiene derecho a cuestionarme. Nuestra rama británica arrestará a Charles y continuará con el procedimiento normal.
—Te estoy dando una oportunidad, Iván. Piensa en cómo no te quería, piensa en lo que has estado persiguiendo durante tantos años. Ha dañado tu reputación y tu dignidad, siempre y cuando lo mates, todos esos años de apego y dolor desaparecerán y podrás finalmente estar en paz. —El discurso de Albert sonaba como un veneno tentador que podría confundir a una persona normal.
Tang Feng se mordió la comisura del labio inferior, poniéndose nervioso.
—¡Iván, eres un policía!
—Entonces te doy esta oportunidad. Si lo matas, puedo adjudicarme el crimen y todos los presentes se callarán —Albert se rio suavemente.
El actor miró a un lado. De alguna manera, ya había un grupo de personas de pie en la puerta apuntando con sus armas a todos ellos. No, exactamente, apuntaron a Charles e Iván y a los gemelos Mike.
—Jefe, estamos rodeados —Los guardaespaldas no podían avanzar ni retirarse, solo podían usar sus armas para apuntar a Albert y a Iván.
En este momento, quien dispare primero se podría llevar la peor parte.
Tampoco hay forma de que el estancamiento continúe.
En la actualidad, solo Tang Feng y Albert no tenían armas en sus manos, pero Albert sin pistola era mejor que con una.
—Albert, ¿qué quieres decir? —Iván echó un vistazo, sin ver a ninguno de los suyos, sin mencionar que la gente de Albert también le apuntaba a él.
—¿Qué quiero decir? Ya dije que eras un estúpido sin remedio, llevar a un lobo a casa no es tan ridículo como que trabajes con Albert. Es ridículo que hayas confiado en él. Iván, no abriste la puerta para traer un lobo, trajiste a una bestia salvaje que no dudará en volverse en tu contra —Charles lo regañó sombríamente.
—Aunque la apariencia de algunas bestias salvajes es terrible, por lo general tienen un buen corazón, pero pocas personas los conocen. Sr. Tang, ¿no opina lo mismo? —dijo Albert con una sonrisa, y al mismo tiempo extendió sus brazos al actor—. Ven aquí, mi Esmeralda, no puedo continuar viendo como sufres.
—Primero, mi nombre es Tang Feng y no Esmeralda. Segundo, Esmeralda es nombre de mujer y yo soy un hombre. Tercero, no estoy sufriendo —Tang Feng le sonrió a Albert, como si no tuviese en cuenta la situación aparentemente mortal en la que se encontraba.
Iván engañó a Charles y Albert había engañado a Iván. El ganador final, Albert, controló con éxito toda la nave. ¿Tenía este pervertido alguna debilidad?
Tang Feng ya tiene su propia respuesta, incluso si fuese un uno por ciento de éxito, tiene que intentarlo. Pondría en juego esta vida extra que Dios le había dado. Correría el riesgo, después de todo, ya ha vivido toda una vida.
De repente, Tang Feng dio un paso adelante y agarró el arma en la mano de Iván: —Dámela.
Albert se quedó mirando en silencio sin detenerlo, más interesado en el proceso que en el resultado. Le gusta ver las complejas emociones de Iván hacia Charles, aprecia a las personas valientes e inteligentes y se alegraba de disfrutar del sufrimiento de las personas vulnerables.
Tang Feng sabía que Albert era una persona así, él tenía sus propios principios y no los rompería fácilmente.
Esto es de lo que quiere aprovecharse.
—Tú… —Iván no había soltado su arma, incapaz de comprender lo que Tang Feng quiere hacer, aun no procesaba bien la traición de Albert.
—¡Dámela! —Tang Feng la arrebató. Este movimiento audaz, junto con un tono firme, en realidad vio a Tang Feng quitarle el arma a un policía. Para un oficial, algo así era una vergüenza, pero en este momento Iván no se detuvo a pensarlo.
—Bebé… —Charles frunció el ceño, pareciendo notar las intenciones del actor.
—Usaré esta cosa —Tang Feng se apoyó contra la mesa mientras sostenía la pistola. Era la primera vez que sujetaba una pistola real, pero ya había usado pistolas falsas en algunas películas, así que supuso que sería similar—. ¿Pueden irse de aquí? ¿Cuánto tiempo llevará? —preguntó directamente frente a Albert.
Antes de que Iván descubriese lo que estaba pasando, Charles dijo en tono serio: —Sí, dame media hora.
—Déjalos ir —Tang Feng levantó su arma, no apuntando a Albert ni a nadie más, sino contra sí mismo.
Esto puede ser una apuesta, pero nunca ha sido una ficha.