Traducido por Ichigo
Editado por Lily
Sedy, que regresó al escenario después de dos años, fracasó y desapareció.
KangYoon, que volvió a la oficina, abrió el sobre y se quedó pensativo.
Ese joven había hecho palpitar el corazón de las mujeres con su voz melosa y sus canciones emotivas cuando debutó, pero desapareció durante dos años. Cuando volvió, recibió malas críticas por haber cambiado su tono de voz y perdido el sentimiento en sus canciones, arruinando así todos los álbumes que lanzó.
Su primer concierto fue un desastre.
Eso significaba que su momento había pasado. Aun así, como le parecía mal rechazar el trabajo sin haberlo conocido en persona, decidió que tomaría una decisión después de recopilar algunos materiales. Buscó en internet y solicitó a la sala de referencia los documentos relacionados con Sedy. Pronto, se acumularon en su escritorio.
Esto era suficiente para condenarlo.
Tras echarles un vistazo, suspiró. Había ganado demasiado dinero en poco tiempo. Logró un éxito inmediato al debutar y la fama se le subió a la cabeza. En otras palabras, tenía el síndrome de la estrella. Eso lo hizo caer en picado y al final, se excedió y se enfermó.
Tenía la garganta dolorida y tuvo que guardar reposo por un tiempo.
Al revisar los documentos que había clasificado como importantes, negó con la cabeza. Las consecuencias de las lesiones de garganta eran muy serias.
Las probabilidades de recuperar su voz anterior eran muy escasas. Aunque pudiera volver a cantar, la gente no lo aceptaría.
Así que se puso en contacto con Duka Entertainment sin perder tiempo.
—Buenos días. Soy Lee KangYoon, de MG Entertainment. —La conversación se llevó a cabo con fluidez, como si ya esperaran su llamada.
KangYoon no se entretuvo, concertó una cita y se dirigió al lugar. Aunque podía pedirles que fueran, prefirió ver la situación por sí mismo.
¿Qué tan pequeña es Duka Entertainment?
Llegó al lugar. Era el segundo piso de un edificio de tres plantas. Sabía que antes habían tenido éxito y ocupado todo el edificio. Se sintió extraño.
Al entrar, el representante de Sedy se mostró muy cordial, se inclinó para saludarlo y le tendió la mano.
¿Qué es esto? ¿Por qué huele a humo?
El olor le irritó la nariz y frunció el ceño. Nunca imaginó que se permitiera fumar en una empresa de entretenimiento.
—Vaya…
—Disculpe.
—Lo siento. Me ha molestado un poco el olor.
—Entiendo, señor, Lee KangYoon.
El hombre se llamaba Yu SeungCheo y tenía una cara inocente y un cuerpo rechoncho. Su personalidad parecía agradable. Tras el breve saludo, los dos se sentaron y empezaron a hablar del asunto.
—La emisión en abierto, “FM and walking” con la actriz Jung ShinHye. Fue a las seis en punto del sábado, ¿verdad?
—¿La estación de TV también les dio permiso?
—Solo recibimos respuesta de la estación de radio. Nuestro artista quiere muchos aparatos en el escenario. Por supuesto sabemos que es difícil; pero…
Yu SeungCheo suspiró. Si se usaban demasiados dispositivos de escenario en una emisión de radio abierta, sería una molestia para otros cantantes. Pero Sedy se obstinaba en pedirlo, así que estaba harto. KangYoon echó un vistazo a las peticiones y habló:
—Entonces es mejor hacer un showcase.
—Para hacer eso…
No tienen suficiente presupuesto para ello, suspiró.
—Ya que estamos usando el mismo escenario que otros cantantes, tenemos que ser considerados con ellos.
—Es un poco exagerado solicitar todo nuestro equipo y riqueza. Debemos compartir escenario.
—Por eso se lo pedimos. Es porque no se nos ocurre un buen método.
KangYoon sintió que un martillo le golpeaba las sienes.
Qué quieren hacer… No hay suficiente dinero. Es difícil. Estaba cansado.
—Primero, conozcamos a Sedy. ¿Dónde está?
Miró a su alrededor cuando una puerta se abrió con chillidos estridentes. Entonces un hombre guapo con el pelo corto y negro, junto a una mujer con ropa ajustada salieron pegados. Era el cantante Sedy. Lee JunYeol.
—Qué interesante. ¿Y luego qué pasó?
—Mi amor, eres tan apasionado.
Se escuchaba una conversación de mal gusto, que resultaba molesta incluso para los oídos masculinos. KangYoon estaba atónito. Había ido a trabajar con él, y se lo encontró divirtiéndose con una mujer…
—Me voy…
No le quedaba nada por decir. Comprendió por qué Sedy había fracasado en el “futuro” que él había visto. Había venido a proponerle un plan, pero el cantante no mostraba ningún interés. Era evidente que alguien así no tendría éxito.
—¿Cómo? Jefe de equipo. Espere, por favor escúcheme…
—Alguien como él no logrará nada en la vida. No hay más que hablar.
Yu SeungCheo lo sujetó con pánico, pero él se escapó. En su “vida anterior”, había sido testigo del fracaso continuo de cantantes durante diez años. No, había tocado fondo en la industria musical en sus siete años como mánager antes de pasarse a la planificación. Las personas que había visto fracasar lo habían hecho por falta de talento, no de esfuerzo. Sin embargo, Sedy tenía talento, pero no le ponía empeño y estaba desperdiciando su tiempo. No tenía sentido perder el suyo con alguien así.
—¿Eres el organizador del concierto que va a venir hoy? Mucho gusto. Me llamo Sedy. —Le dio la mano como si no pasara nada. Su sonrisa parecía decir: “Que todo estaba bien”.
—¡Por favor, no! Este señor es… —intervino Yu SeungCheo, asustado por la situación.
KangYoon estaba muy enojado. Puso cara seria y respiró hondo. Luego lo miró a los ojos y le dijo en voz baja:
—Das pena. Deberías practicar para calentar tu voz, pero en cambio estás con una mujer… Ya sé por qué esta compañía está mal.
—¡¡Líder de equipo!!
Cuando provocó a Sedy, Yu SeungCheo se sorprendió y trató de contenerlo. Sin embargo, él, que ahora estaba enfadado, no tenía intención de detenerse ahí.
—Si este joven es el actual Sedy, fracasará haga lo que haga. Puedo declararlo. No quiero volver a verlo.
Dicho esto, se dio media vuelta. Su corazón ardía de ira. No podía soportar la imagen de ese cantante que se dedicaba a fumar y a coquetear con una mujer.
—Espere, por favor escuche mi versión.
—No creo que haya nada más que escuchar. Lo siento.
El representante se aferró a él con desesperación, pero él se marchó sin más. Sedy solo sonreía con satisfacción, incluso después de que le insultara.
—¿Quién demonios es ese tipo? Ah, qué mala suerte tengo. ¿Verdad? Y a ti ¿qué te pasa?
—Lárgate tú también. —Lee JunYeol, apartó a la mujer con la que había estado jugando. Ella protestó sin entender el motivo y se fue maldiciendo.
—¡Ah! ¿Sabes quién es esa persona? ¡Ah, maldita sea!
Se sentía al borde de la locura. Habían convencido a MG Entertainment después de mucho esfuerzo. El presidente Kim TaeSu se había arrodillado para conseguir el traslado del equipo de conciertos. El contrato de distribución también era vital. Pero ahora le habían arrebatado la esperanza que tanto había implorado, y quería acabar con ese chico problemático.
—Esa persona que acabamos de ver, es él, ¿no?
—¿A qué te refieres? —Yu SeungCheo estaba al borde del colapso.
—El que se ofreció a producir mi regreso musical.
—¿De verdad? —Trató de ignorarlo.
—Oye, SeungCheo —prosiguió Lee JunYoo, luego de un momento—. ¿Alguien me había hablado tan mal a la cara antes? Por eso lo rechazaste sin más, ¿verdad? Eso es curioso.
—¿Curioso?
♦ ♦ ♦
Al día siguiente, Lee HyunJi se quedó perpleja al oír que KangYoon había desestimado el trabajo con Sedy.
—¿Por qué lo rechazaste?
El primer trabajo era muy importante. Era el primer trabajo que el equipo de conciertos de MG Entertainment había conseguido. Solo podrían conseguir más si ese salía bien. KangYoon quería decir que la “mentalidad de Sedy estaba podrida”, pero se contuvo porque no era un argumento objetivo. Así que preparó un informe y se lo entregó.
—Su voz ha cambiado mucho en sus dos años de descanso. Aunque planifiquemos un escenario y le damos nuestro apoyo, si el cantante perdió su talento, el fracaso será evidente y nos perjudicará.
—Es cierto. Pero un riesgo implica una recompensa. ¿No lograste el éxito con JooAh la última vez?
En ese momento, disponía de una prueba irrefutable. Pero ahora se había esfumado. Su ánimo estaba por los suelos. Aún recordaba al hombre que se marchó con una mujer entre sus brazos.
—JooAh sabía cómo afrontar los riesgos. Tenía talento y respaldo. Sedy, en cambio, es distinto. Su empresa es pequeña y su competencia, cuestionable. Eso me atraía, según mi criterio.
—Lo entiendo. Si el jefe de equipo Lee lo evaluó así, entonces…
Ella asintió con la cabeza, confiando plenamente en sus palabras.
Él tenía un buen criterio para elegir a las personas. Pero justo entonces, el teléfono de su oficina empezó a sonar. Era la recepción.
—¿Quién es?
—Es Sedy.
—¿Sedy? Dile que no quiero hablar con él y que se vaya.
—Dice que te esperará hasta que salgas del trabajo.
Lee JunYeol había irrumpido sin avisar y anunciado que se quedaría. KangYoon se quedó atónito ante el inesperado suceso y soltó un bufido.