Traducido por Yonile
Editado por Lugiia
Mientras me acuesto en la cama, mirando al techo, no puedo evitar pensar en aquel chico que nunca podrá volver a usar magia…
Me pregunto si todavía está vivo. Si tiene más o menos la misma edad que el abuelo Will, entonces hay una buena posibilidad de que así sea. Y, si ese es el caso, realmente me gustaría conocerlo. El único problema es averiguar cómo encontrarlo.
Mi hermano Albert… probablemente no sepa de su paradero. Además, estará en la academia mañana, así que no tendría la oportunidad de preguntarle hasta más tarde, de todos modos. Asimismo, todo esto sin duda alguna sucedió hace un tiempo, por lo que es más probable que mi padre sepa algo sobre él.
Pero incluso si ha escuchado algo, ¿realmente divulgará esa información tan fácilmente? No importa cuánto me adore, tengo la sensación de que no será un asunto sencillo.
Bueno…, no está de más preguntar, supongo. Iré a buscarlo mañana a primera hora.
Decidida a buscar respuestas, me quedo profundamente dormida.
♦ ♦ ♦
—Alicia, despierta.
Después de escuchar de repente la voz de mi padre, mis ojos se abren y todo rastro de sueño desaparece.
Para que haya venido a despertarme él mismo, ¿qué demonios está pasando?
Salto de la cama y me cambio de ropa lo más rápido que puedo antes de salir de mi habitación.
—¿Qué ocurre? ¿Pasó algo?
—Alicia, necesitamos hablar —me dice con seriedad.
¿Qué podría ser? Siendo sincera, no tengo ni idea.
Se da la vuelta y comienza a alejarse, así que sin decir nada, simplemente lo sigo.
¿Adónde podría estar llevándome? Espera, más importante aún… ¿Hice algo mal…? ¡¿Mis excursiones nocturnas al pueblo empobrecido finalmente han sido descubiertas?!
Antes de que tenga la oportunidad de pensar en otras fechorías que podrían haberse descubierto, mi padre se detiene. Al parecer, me está llevando a un lugar al que no he ido ni una sola vez hasta ahora: su propia habitación.
Para que me traiga aquí, ¿tal vez realmente hice algo malo?
Cuando abre la puerta, le sigo y…
¿Por qué el rey está de nuevo en nuestra mansión?
Bueno, últimamente he levantado un par de banderas para una visita así, pero…
Incluso los jefes de las cinco grandes casas nobles están aquí reunidos…
¿De verdad hice algo para justificar esto?
¿O tal vez han venido a discutir sobre eliminar la magia de oscuridad como uno de los cinco elementos principales con el argumento de que es principalmente estético?
No obstante, si ese fuera el caso, mis hermanos también deberían estar aquí…
—Ha pasado un tiempo, señorita Alicia.
—Así es, Su Majestad. Confío en que haya estado bien —digo, haciendo una profunda reverencia.
¿Qué es esto? ¿Una entrevista?
—Alicia, ¿puede usar magia?
—Sí.
Entonces, se trata de ese asunto… Sin embargo, se enteraron de eso literalmente ayer. ¿Qué tan rápida es la red de información del rey?
—¿Podría demostrarlo?
A modo de respuesta, chasqueo ligeramente los dedos.
Con la magia de recolección de objetos que acabo de aprender, tengo todos los libros en la habitación reunidos en un solo lugar. Uno tras otro, cada uno de los volúmenes flota en el aire y comienza a formar una sola pila.
Aunque esta sala es bastante grande, el espacio no se ha utilizado adecuadamente, ya que hay papeles y libros esparcidos por todas partes. Cuando el rey me pidió que usara magia, en realidad me alegré un poco. Desde el momento en que entré, no pude soportar el desorden.
Una vez que todos los libros se habían apilado en orden, la gran cantidad de papeles que se encontraban alrededor comenzaron a acumularse. Cuando los tengo todos, los coloco sobre los libros en la torre, aumentando su ya impresionante altura en un par de pulgadas más. Finalmente, solo para estar segura, me aseguro de que cada elemento esté perfectamente alineado para mejorar la estabilidad.
Muy bien, ¡es perfecto!
—Todo fue colocado con tanta precisión.
—Así es. Además, todo luce alineado. No sobresale nada.
—¡Cuando recién comienzas, no deberías ser capaz de juntar todo tan prolijamente!
Los señores Johan, Neville y Derek comentan uno tras otro como jueces que evalúan mi trabajo.
¿Se suponía que esto era una prueba?
—Esto es…
Mientras miro mi torre recién construida, parece que incluso el rey se está quedando sin palabras.
—Gracias, Alicia —dice mi padre, sonriendo.
La expresión es la viva imagen de la habitual sonrisa de Albert, una desprovista de alegría y llena de significado oculto. En este caso, me está instando a salir de la habitación. Por lo tanto, sin decir nada más, salgo por la puerta.
De alguna manera, aunque el día apenas ha comenzado, ya me siento emocionalmente agotada. Supongo que es un buen momento para moverse un poco y practicar con la espada.
Me dirijo al jardín donde mis hermanos Alan y Henry ya han comenzado a practicar el balance con la espada.
Con la visita del rey y la práctica matutina, todos mis pensamientos de preguntar sobre el chico que ya no podía usar magia desaparecen por completo de mi mente.