¡¡Gotas~!! La historia de la Princesa de la Fragancia~ – Acto 44: Preludio del futuro caballero (1)

Traducido por Ichigo

Editado por YukiroSaori


Mientras avanzaban los preparativos para la exposición, Cordelia visitó la mansión del conde Hale, donde residía su amiga Hazel. Porque Hazel le había enviado una carta invitándola a venir.

Las flores del jardín están floreciendo de manera maravillosa, así que me gustaría que tú también las disfrutaras.

Hazel.

Al igual que la Casa Pameradia, la Casa Hale también dio la bienvenida a la temporada de hermosas flores.

En la tarjeta que se adjuntó a la invitación también se dibujaron varias flores, y Cordelia visitó la mansión Hale con grandes expectativas.

El jardín que vio estaba lleno de una variedad de flores más amplia de lo que había imaginado, y era precioso.

La primavera es una estación de verdad tranquila y hermosa, pensó mientras pedía a alguien que transmitiera un mensaje a Hazel, en la entrada, y entonces escuchó una gran disputa como si quisiera estropear su estado de ánimo.

—¡Dahlia! ¡Espera! No has terminado tus estudios, ¿verdad?

—¡Voy a ser un caballero! ¡No puedo llegar tarde a la práctica de la espada!

Cordelia levantó la vista ante la sorprendente interacción y vio aparecer a Hazel y a otra chica en el segundo piso. Hazel agarró el brazo de la chica, pero la joven era más fuerte, así que se liberó en un santiamén. Cordelia abrió los ojos.

Me pregunto si esa es la hermana de la señorita Hazel.

La casa Hale tiene a Hazel como hija mayor y a otros cuatro niños. Solo había hablado con el pequeño heredero, su hijo mayor, pero Hazel solía presumir de que todos eran guapos.

Me pregunto si es una de sus hermanas, se preguntó, y la niña saltó de la barandilla.

—¡¿Eh?!

 

La voz de Cordelia se filtró por instinto, y Hazel gritó el nombre de Stewart. En respuesta a la voz de Hazel, el sirviente, que estaba recibiendo a Cordelia, se movió con velocidad y atrapó a la chica que estaba cayendo.

—Eso es peligroso, señorita Dahlia.

—¡Stewart! ¡Deja de meterte en mi camino todo el tiempo!

Pero aunque la chica Dahlia gritó, el sirviente llamado Stewart no se movió. Mientras tanto, Hazel bajó las escaleras de manera grandiosa. Su espalda parecía estar revestida de un aura oscura.

—Fu, fu, fu, no puedes escapar aunque lo intentes. Por lo menos, ¡no se te permitirá salir de la casa hoy a menos que termines el trabajo!

—¡Pero llegaré tarde al entrenamiento! ¿No dijo el abuelo que estaba bien siempre y cuando regresara?

—¡El abuelo es demasiado blando! Las cosas que estás haciendo ahora, ¡yo ya las había terminado cuando tenía 10 años!

Cordelia estaba atónita mientras observaba el violento intercambio, pero pronto, Stewart se aclaró de manera deliberada la garganta.

—Señorita, hay una invitada.

Las dos chicas no se habían dado cuenta de que había una invitada hasta que él dijo eso.

—¿Cómo está, señorita Hazel? Y su pequeña hermana.

—¡Oh, señorita Cordelia! Disculpe, bienvenida. Ah, esta es mi estúpida hermana, Dahlia Will Hale. Tiene 12 años.

A diferencia de Hazel, que tenía una sonrisa en su cara como si nada importante hubiera pasado, Dahlia tenía una expresión demasiado incómoda.

—Encantada de conocerte, señorita Dahlia.

—Encantada de conocerte…

Dahlia respondió mientras desviaba la mirada, y estaba claro que no había querido que nadie viera la escena anterior. Hazel, por otro lado, sintió como si hubiera recibido refuerzos inesperados y se alegró mucho, no tenía ni un poco de timidez ni ninguna reserva.

—Ahora, vuelve, Dahlia. Todo esto ha empezado porque no has estudiado bien.

Sin embargo, Dahlia le espetó a Hazel.

—¡Hoy es mi día de práctica de espada, es más importante que las clases! ¡Voy a ser un caballero! —declaró Dahlia, se cruzó de brazos y se dio la vuelta.

Cordelia se sorprendió. Era la primera vez que se encontraba con una chica que quería ser caballero.

—Hmm… ¿Quiere convertirse en caballero, señorita Dahlia?

—Sí. ¿Qué hay de malo en eso?

Dahlia, que estaba de mal humor, no era amistosa con Cordelia a pesar de que era su primer encuentro, y Cordelia sonrió de manera irónica. Sin embargo, su actitud hizo que Hazel levantara la voz indignada.

—¡Dahlia, eso fue grosero! Esta es la señorita Cordelia, la hija de la famosa familia de caballeros, los Pameradia, ¡a los que admiras!

—¿Eh, los Pameradia…?

Dahlia se animó al instante al oír eso. Se acercó y le cogió las manos.

—Señorita Cordelia, por favor, habla con mi hermana. ¡Ella está tratando de obstruir mi práctica de espada!

—¿Eh…?

—Admiro a la reina y a los caballeros que la custodian. Por lo tanto, yo también quiero convertirme en caballero y entrar en la guardia imperial algún día, así que tengo que mejorar mis habilidades con la espada. Aun así, mi hermana no deja de darme sermones para que estudie…

—¡Tú serás la que esté preocupada, ya que no podrás convertirte en caballero si eres tonta!

—¡Se solucionará de alguna manera si soy hábil con la espada!

Al verlas pelear, Cordelia pudo entender lo que estaba pasando. Dahlia era una joven a la que no le gustaba mucho estudiar y quería convertirse en caballero.

Y… la señorita Dahlia también parece temeraria.

Uno no se imaginaría eso por su imagen si no abriera la boca.

No, puedo decir que es muy enérgica desde que saltó desde el segundo piso…

Por el momento, debo mediar entre las hermanas que luchan.

—Señorita Dahlia, mis hermanos son excelentes en las artes marciales, pero también tienen una gran variedad de conocimientos. Me han enseñado muchas cosas, y creo que tener muchos conocimientos será útil para tu trabajo.

Dahlia estaba llena de energía, como si hubiera ganado una aliada, pero su expresión cambió con velocidad.

—Ves, estudiar también es importante.

—Por supuesto, creo que es mejor poder estudiar que no hacerlo, pero…

Incluso con esto sigue sin estar convencida. ¿Qué debería hacer? Cordelia pensó un poco.

Por su reacción, parece que también entiende que estudiar es importante. Sin embargo, ¿realmente cree que las cosas se resolverán solo con la práctica de la espada, o está más interesada en eso que en el estudio?

No pudo encontrar una respuesta aunque lo pensara, así que le hizo una propuesta a Dahlia.

—Señorita Dahlia. Si no te importa, ¿te gustaría venir a mi casa?

—¿Eh?

—Puede que tengamos cosas que te resulten interesantes.

—¿Está bien?

—Sí. La señorita Hazel siempre me invita.

Los ojos de Dahlia brillaron cuando escuchó lo que Cordelia había dicho. Todavía no sé la causa, pero si consigo motivarla para que estudie, puede que estas dos hermanas ya no tengan motivos para discutir, y la joven Dahlia puede que consiga algo solo con ver nuestra rutina.

—¡Me gustaría ir allí de inmediato!

—Hoy es poco… Señorita Dahlia, tú también tienes práctica, ¿no?

—S-Sí…

Dahlia se quedó desconcertada y dejó caer su mirada al suelo, decepcionada. Ella quería ir a la mansión de Pameradia de inmediato.

—Señorita Cordelia, no podemos molestarla. Esta niña es simple, se dirige solo a las cosas que le interesan, así que estoy segura de que te molestará.

Son iguales.

Cordelia sonrió de manera irónica por dentro a Hazel, pero se quedó callada. Miró a Hazel y se volvió hacia Dahlia.

—Hmm. Si me das unos días, podré discutir esto con mis hermanos, y preparar artículos que puedas disfrutar. Sin embargo, como esta invitación no debe interferir con tus estudios, por favor estudia para que tus padres y la señorita Hazel te dejen ir con alegría.

—S-Sí.

Fue una respuesta un poco rígida, pero aun así Dahlia respondió sin dudar. Parecía complacida, y su expresión decía: “¡Haz que Hazel lo prometa!”

—Dahlia, si entiendes las palabras de la señorita Cordelia, entonces puedes ir. Pero tenlo en cuenta cuando vuelvas, ¿de acuerdo?

Hazel juntó sus manos y sonrió de manera magnífica, y Dahlia respondió de mala gana. Entonces, Dahlia hizo una reverencia a Cordelia y se fue.

—Lo siento. Señorita Cordelia. Te he molestado.

—No pasa nada. Ha sido una experiencia nueva, ya que nunca he conocido a una chica que quisiera ser caballero.

—Dahlia tiene buenos reflejos, pero no es buena estudiando, así que se adormece rápido.

Hazel suspiró y se llevó una mano a la frente.

—Estás preocupada por ella, ¿verdad?

—Es mi linda hermanita, y espero que su sueño se haga realidad. Pero tal y como están las cosas, seguro que suspenderá el examen escrito antes de poder demostrar sus habilidades. Incluso si le digo que la habilidad académica es necesaria para permanecer al lado de la reina, padre y madre no dicen nada, así que ella no me creerá.

La señorita Hazel tiene razón, pero tal vez todo lo que le dice a la señorita Dahlia es estudiar, estudiar, estudiar.

Recuerdo su pelea, y parece que la señorita Dahlia siente que las palabras de su hermana son una perturbación. Si alguien más dijera algo, entonces ella podría entender… Cordelia pensó mientras seguía escuchando a Hazel.

—Ni padre ni madre están en contra de que se convierta en caballero. Sin embargo, tampoco la apoyan. Como pensaba, están preocupados por ella.

—¿Acerca de que lleve una espada?

—Sí. Y es una ocupación poco común. Creo que se sentirían muy aliviados si suspendiera el examen por no haber estudiado lo suficiente. Pero también quieren que estudie un poco más.

—En ese caso, ¿mi invitación no fue bien recibida…?

Hazel parecía un poco confundida, y Cordelia se llevó una mano a la boca preocupada.

Aunque no se opongan, puede que no sea bueno diferir de su política educativa.

Pero Hazel sacudió despacio la cabeza.

—Aunque no la hubieras invitado, no cambiará de opinión sobre ser un caballero. Y es lamentable que no se motive de vez en cuando. Claro que me preocupa, pero se arrepentirá si no hace lo que quiere, ¿no?

—Eres una maravillosa hermana mayor.

—Basta.

Cordelia se rió un poco de Hazel, que se había puesto un poco roja, pidiéndole que se detuviera.

—Creo que se motivará si ve algo diferente a lo que está acostumbrada… Como su hermana mayor, me alegra que le muestres un mundo diferente al que conoce.

—Entonces, tendré que asegurarme de que se divierta.

—Siento haberte molestado. Es una chica muy buena… pero no puede estudiar. Creo que es decepcionante e insoportable.

Hazel suspiró una vez más.

Ella es muy considerada con su hermana menor. Ojalá pueda transmitir un poco de esos sentimientos… pensó Cordelia. A su lado, Hazel se quejaba:

—¡De verdad no piensa en nada más que en lo que tiene delante!

Parece que lo tiene difícil, Cordelia sonrió con ironía.

Después, charlaron, tomaron el té, disfrutaron del jardín.

De camino a casa, Cordelia pensó en formas de entretener a Dahlia, pero por desgracia, no se le ocurrió nada en todo el trayecto.

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