Traducido por Lucy
Editado por Tsunai
Una vez finalizada la reunión, Wang Haizhi llamó a Wang Zhong Ding.
—No me importa si este artista está exagerando o equivocado, de cualquier forma, no sigas con esto.
—Tengo mis propias reglas —respondió Wang Zhong Ding.
Aunque Wang Haizhi estaba algo molesto por su actitud, no se lo tomó como algo personal, considerando la presión que Wang Zhong Ding estaba soportando últimamente.
Durante este período delicado, todas las actividades comerciales de Han Dong fueron canceladas, y volvió a llevar una vida completamente recluida.
—Oye, estás en boca de todos —comentó Yu Ming.
Las imágenes de Han Dong siendo “cortado” circulaban por todas partes y se habían convertido en la “mala noticia” más difícil de erradicar.
Apenas fue bloqueado, la gente empezó a compartirlo y reproducirlo
incansablemente, difundiendo la propaganda de Han Dong a gran escala, “sin falta”.
—Por fin entiendo por qué algunos famosos son tan autodestructivos —dijo Han Dong —Ya ni siquiera necesito comer todos los días, me lleno solo leyendo todos los mensajes privados de amor.
Aunque la gente lo “promocionaba” de manera negativa, su vanidad quedaba más que satisfecha al ver cómo aumentaban sus seguidores.
Yu Ming suspiró:
—Siento lástima por el señor Wang, debe estar bajo muchísima presión ahora mismo.
El rostro de Han Dong se ensombreció. Desde que ocurrió este incidente, los dos apenas habían tenido contacto.
Para convencer al público, Wang Zhong Ding tuvo que distanciarse temporalmente de Han Dong.
Por eso no se había acercado a él durante todo este tiempo, y rara vez lo llamaba.
Además de Wang Zhong Ding, otras personas de la empresa también evitaban a Han Dong, por temor a quedar salpicados por el asunto.
Ahora era como un veneno social: cualquiera que se asociará con él, quedaba señalado y marginado.
Solo a Yu Ming no le importaba, porque él mismo ya era un veneno.
Con dos “venenos” compartiendo cuarto, ¿quién se atrevería a acercarse a ese dormitorio?
—Por cierto, ¿vas a asistir a la ceremonia de entrega de premios mañana? —preguntó Yu Ming.
Han Dong mostraba una expresión satisfecha.
—¿Por qué no habría de asistir? Soy finalista, ¿no?
—¿No te da miedo que nadie quiera sentarse a tu lado? —se burló Yu Ming.
Han Dong sonrió con confianza.
—¿Y qué? Así es más fácil subir al escenario a recibir el premio, sin nadie que estorbe.
—¿Tan seguro estás de que vas a ganar?
Han Dong asintió, confiado:
—¡El mejor actor secundario soy yo, sin duda! Solo por nuestra capacidad interpretativa, por nuestra soltura y libertad de expresión… si este premio no me lo dan a mí… —de pronto se atragantó con sus propias palabras.
—¿Y qué pasa si no te lo dan? —preguntó Yu Ming, divertido.
Han Dong sonrió con sarcasmo.
—Ja, justo recordé que tú también estás nominado.
Yu Ming resopló.
—Bah, olvídalo, esta vez te dejaré ganar.
En realidad, no esperaba conseguirlo, aunque sus habilidades actorales habían mejorado notablemente respecto a sus películas anteriores. Pero en comparación con Han Dong, la diferencia seguía siendo evidente. Por eso, Yu Ming pensaba que de los tres finalistas, tanto él como el otro solo estaban “rellenando la lista” y que el resultado estaba claro.
—Entonces, amigo, eres bienvenido —dijo Han Dong, cada vez más confiado en su victoria.
Al día siguiente, ambos acudieron juntos a la ceremonia de entrega de premios.
El festival de cine de China estaba en pleno apogeo esos días: desde la apertura hasta la clausura, siete días seguidos de eventos.
Todos los demás miembros del reparto y del equipo habían aprovechado para aparecer en varias ocasiones y promocionar su trabajo, mientras que Yu Ming y Han Dong solo se habían dejado ver una vez hasta ese momento.
—Vaya, ¿se atreve a venir? De verdad cree que va a ganar algo —murmuró con sarcasmo una actriz sentada junto a Li Shang, intentando agradarle.
Él mantuvo el rostro impasible, sin dar a entender si estaba de buen o mal humor.
Cuando Han Dong y Yu Ming pasaron por delante, uno de los actores de su mismo grupo se apresuró a levantarse y a cederle su asiento a Han Dong, explicándose torpemente:
—Creí que no vendrías…
—Está bien, me puedo sentar en cualquier lado —respondió Han Dong, presionándolo un poco antes de ocupar un asiento algo desplazado.
Cuando el maestro de ceremonias hizo su entrada, se levantó el telón de los premios.
La ceremonia se retransmitía en directo por dos cadenas de televisión y en innumerables plataformas en línea; cada premiado captaba la atención de millones de personas.
A diferencia de los otros finalistas, Han Dong no mostraba ese nerviosismo ansioso; simplemente miraba hacia la primera fila, donde el asiento reservado para Wang Zhong Ding seguía vacío.
El desarrollo fue como en otras ceremonias: primero los premios secundarios, luego los principales. Stealing Shadows arrasó con casi todos los premios técnicos: mejor fotografía, mejor maquillaje, mejor dirección de arte, entre otros. Tras cinco premios consecutivos, incluso el invitado de honor comentó, entre risas:
—Esta ceremonia parece más bien un homenaje a Stealing Shadows.
Luego lanzó una mirada significativa al público y anunció:
—Mejor Director: Lu Zhen Yuan.
En la zona donde estaban sentados el reparto y el equipo, estallaron los aplausos y vítores mientras el director Lu, radiante, se dirigía al podio tras abrazar a algunos compañeros.
Con esta película, Lu se había consagrado en la cima del cine; ya no tendría que buscar inversores, y los contratos le lloverían sin cesar.
El siguiente premio era el más importante: el de Mejor Película. Stealing Shadows y Torn estaban nominadas, con tan solo un pasillo separando a los equipos de ambas producciones.
Aunque ambas películas fueron éxitos de taquilla, en un lado de la sala se escuchaban vítores entusiastas y, en el otro, reinaba una fría indiferencia.
—La Mejor Película es… —el presentador hizo una pausa deliberada, estirando la tensión al máximo antes de anunciar en voz alta—: ¡*!
Los aplausos estallaron, algunos miembros del equipo lloraban de alegría. Aunque lo esperaban, seguían murmurando entre ellos lo duro que había sido esperar hasta que llegara por fin ese día.
El rostro de Liang Jing se iba tornando cada vez más sombrío, hasta volverse prácticamente inaguantable.
De no ser por las cámaras que barrían constantemente el público, probablemente habría abandonado el recinto. El presentador regresó al podio, esta vez para anunciar el premio al Mejor Actor de Reparto. Los finalistas eran Han Dong, Yu Ming y otro actor de una película distinta.Los tres mostraban expresiones distintas, pero las cámaras solo enfocaban a Yu Ming y al tercer nominado, ignorando completamente a Han Dong.
—El Mejor Actor de Reparto es…
Los ojos de Han Dong se fijaron en los labios del presentador, esperando la sentencia.
—¡Yu Ming!
Al escuchar el nombre, Han Dong exhaló un suspiro de alivio inmediato. Mientras Yu Ming pasaba junto a él, Han Dong fingió enfado y le dio una palmada en el trasero:
—¡Maldita sea! No puedo creer que me lo hayas robado.
En realidad, Han Dong ya había intuido que el premio sería para Yu Ming; de lo contrario, no habría estado tan en el centro de atención. Pero su amigo no lo supo hasta ese instante.
—Venga, di tu discurso —le instó el presentador.
Yu Ming miró a Han Dong desde el escenario y dijo solo dos palabras, con calma:
—Gracias.
No era un agradecimiento por el premio, ni siquiera por el reconocimiento del jurado, sino un agradecimiento a Han Dong, por haberle acompañado hasta allí, por haber estado a su lado durante todo el proceso.
Quizá todos a su alrededor suspiraban por la derrota de Han Dong, pero él sintió que Yu Ming había ganado de forma justa y merecida. Solo él sabía cuánta dedicación hacía falta para que un rostro tan puro y natural lograra dar vida a un personaje; solo él sabía cuánto cariño hacía falta para que alguien con tanta ansia de protagonismo aceptara interpretar un papel secundario.
Y así, una vez más, Han Dong lloró como un tonto en una ocasión en la que no debía.
Tanto, que los demás intentaban consolarlo:
—No pasa nada, esta vez no pudo ser, ¡a la próxima seguro que sí!
Poco después de que Yu Ming bajara del escenario, llegó el turno del premio al Mejor Actor. Los nominados eran Li Shang, Ma Bin y el protagonista de otra película.Todos ya habían internalizado el resultado, incluso Liang Jing, que antes de cada anuncio se ponía en guardia.
Pero esta vez, el jurado parecía dispuesto a sorprender, y hasta Liang Jing pudo adivinar que el elegido sería Ma Bin. En el rostro de Li Shang no había ni el más mínimo atisbo de expectativa.
—¡Li Shang!
El invitado de honor pronunció el nombre con claridad. La sala quedó atónita, especialmente Liang Jing. Los aplausos no estallaron hasta que Li Shang se levantó y, finalmente, los miembros del equipo a su alrededor se unieron a una ovación esperada.
—¿Cómo pudo ser él? —murmuró alguien, incrédulo.
Incluso el director Lu frunció el ceño. Ma Bin, a pesar de ser veterano, fue generoso y caballeroso; aunque no tan popular como Li Shang, había ganado muchos premios y no iba a molestarse por perder ante un junior.
Era evidente que Li Shang no lo esperaba, porque no tenía preparado ningún discurso. Estaba tan emocionado y confuso que apenas pudo hilvanar unas palabras coherentes.
—Quiero dar las gracias a mucha gente… sobre todo al director Liang Jing. Sin él no habría llegado hasta aquí, gracias por haberme… formado, yo… de verdad… —balbuceó.
El presentador acudió en su ayuda, para suavizar el momento:
—Parece que hoy Li Shang está demasiado emocionado. Desde aquel premio a Mejor Actor Revelación, pasando por el de Actor Más Prometedor y ahora, finalmente, Mejor Actor, hemos sido testigos de su crecimiento y de la esperanza que representa para el cine chino. ¡Vamos a aplaudirle una vez más!