—Escapa Félix, ¡es peligroso!
Abrí la boca ante el aura oscura que escapó del cuerpo de Claude, pero Félix no parecía inmutarse, plagado de remordimientos. De repente, una voz espantosa brotó de los labios de Claude.
—Sí, ¿te gustó el sabor del Yongbongtang en secreto? Seguí leyendo “Un día me convertí en una princesa – Capítulo 159”
En estos días, ¿por qué intentan unirme a Jennette?
—¿Qué sucede, princesa? ¿Por qué tiene esa expresión?
Miré el rostro de Félix por un momento, luego me acerqué a él. Félix me miró perplejo cuando mi palma tocó su pecho. Lanzo magia de purificación sobre él sin explicación. Seguí leyendo “Un día me convertí en una princesa – Capítulo 158”
Principio del Acto 3, Parte 3
—¿Eh, Reka se quedará aquí? ¿Por qué……?
—Claudia y Bellway vendrán a darme un informe sobre el estado actual de Kaldia, y asistirán a la fiesta de cumpleaños de Grays conmigo. Athrun, Reka y Ratoka tendrán un día libre para descansar ese día. Tira estará conmigo como mi doncella. Le daré un día extra de vacaciones más adelante. Seguí leyendo “Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 166: La situación familiar del archiduque”
En retrospectiva, todos los sentimientos más bellos de Violette se remontaban a Yulan. Por muy corrompida que se volviera por el deseo, su amor por él nunca podría empañarse. Como una gema oculta enterrada en el fango, su brillo podría mancharse, pero un poco de lustre lo restauraría… Y, de hecho, pasaba tanto tiempo atesorándolo, que nunca se paraba a examinar qué clase de amor era. Seguí leyendo “¡Juro que no volveré a acosarte! – Capítulo 91: La caja de pandora”
—Así que te has convertido en estudiante. Es bueno que hayas podido salir del monasterio.
—Sí, es cierto. Estoy de acuerdo.
Elegí palabras que parecían seguras para pronunciar, a lo cual él asintió. Sin embargo, un matiz de oscuridad persistía en su voz. Debe estar lidiando con una complicada situación familiar. Teniendo en cuenta que fue obligado a entrar en un monasterio siendo apenas un niño, debían existir cuestiones difíciles en su vida, incluso después de varios años. Seguí leyendo “Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 165: Gemas violetas”
A diferencia de la escuela noble, cuya asistencia es obligatoria para todos los niños de nobleza, la sección de nivel superior está diseñada para aquellos que desean ampliar sus estudios. En ella, encontramos tres tipos de estudiantes: aquellos enfocados en convertirse en instructores o altos funcionarios civiles; estudiantes dedicados a la investigación y desarrollo en diversas áreas; y, finalmente, aquellos a quienes se les ha concedido permiso especial para extender su estancia en la institución, usualmente debido a la falta de un rumbo definido en su rol nobiliario. Seguí leyendo “Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 164: Personaje oculto”
Hola, soy Reina Soratani.
Hemos conseguido publicar un segundo volumen con la ayuda y la colaboración de muchas personas. Muchas gracias a todos. Espero que hayan disfrutado al menos un poco de su lectura.
Seguí leyendo “¡Juro que no volveré a acosarte! – Palabras del Autor II”
¡No!
Angustiada por completo, agarré el brazo de Lissandro y lo sacudí con fuerza.
—L-Lissandro, ¿poh qué eztá atao ashí? ¡Ez dololoso! (L-Lissandro, ¿por qué está atado así? ¡Es doloroso!)
—Ah… eh. Majestad, ¡es peligroso! Seguí leyendo “Bebé tirana – Capítulo 32: ¡Me jaré cago de Aidah!”
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¿Era por el suave otoño? Los días eran cada vez más cortos.
Cuando llegamos al barrio comercial de los nobles, vi una calle lo suficientemente ancha como para que pasaran varios carruajes a la vez. Al oscurecer, las damas y las esposas de los nobles se apresuraban a regresar a sus casas, agitando sus faldas afanosamente. En las limpias calles se movían sin cesar los carruajes, con los emblemas de diversas casas grabados en ellos. Oí a los maestros de caballos urgiendo a sus caballos, así como el chasquido del látigo cortando el aire.
Seguí leyendo “Emperatriz Abandonada – Capítulo 14: Luz y sombra (5)”
Si fueras una mujer. Imagínate dándote un baño caliente. Todo tu cuerpo se siente agradable y cálido mientras cierras los ojos, no puedes evitar tararear una canción. De repente, una mano invisible empieza a amasar tu cuerpo. Oh, no es cierto, es un constante amasamiento de cada punto de tu cuerpo de forma gratuita. ¿Qué clase de sensación sería esa?
Incluso si no fueras una mujer, sino un varón, o un travesti, o un hermafrodita, intenta imaginar el párrafo anterior, e imagina qué tipo de sentimientos tendrías. Seguí leyendo “Elección Absoluta – Capítulo 147: Capaz de posar incluso sin ser impresionante”
Ciudad de Acero, área residencial en la zona sur, apartamento de Riko.
Nada más volver a casa, se metió en la cama y hundió la cabeza en la almohada.
Estaba muy cansada, un cansancio que provenía de la mente. Seguí leyendo “Elección Absoluta – Capítulo 146: La invencibilidad es tal soledad”
Los ojos de Jennette se abrieron ligeramente al escuchar la voz extremadamente brusca. Tal vez se debió al hecho de que solo había interactuado con personas amables durante un tiempo, y esta reacción era completamente inesperada.
Además, ¿era esta persona la misma que solía mostrarse de esta manera? Le pareció que era un poco más fácil lidiar con la presencia de la princesa… Seguí leyendo “Un día me convertí en una princesa – Capítulo 157”
—Y mi hermana dice que perder en esas circunstancias es más como ganar. Así que Ezekiel y yo empatamos.
—Lo he notado antes, pero Sir Ernst parece ser cercano a su hermana.
—Por favor, llámame Cavell, señorita Magritta. Y sí. Aprecio mucho a mi hermana. Seguí leyendo “Un día me convertí en una princesa – Capítulo 156”
Le pedí a Liren y a Vanette que me enseñaran a hacer sus caramelos a base de miel, pero se negaron. Eran unos caramelos deliciosos, pero las abejas utilizadas para hacerlos en realidad son bestias mágicas.
Son inofensivas si no las enfadas, pero su alteza Rudnik estaba extremadamente preocupado por la idea de criar bestias mágicas “peligrosas”, así que terminé renunciando a convencerlas al respecto. Seguí leyendo “Dinero de consolación – Capítulo 91: Miel que sabe a felicidad”
Un día, tras finalizar mis clases y regresar a mi dormitorio, noté la ausencia de Reka, quien usualmente me recibe desde el área destinada a los sirvientes. Un joven, sirviente de Zephyr, se acercó apresuradamente hacia mí.
¿Traería un mensaje de Reka? ¿Se encontraría ocupado con alguna tarea?
—Conde Kaldia… Su sirviente ha ido a la sección superior de la escuela noble… Seguí leyendo “Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 163: La sección superior de la escuela noble”