Traducido por Naiarah
Editado por Nelea
—En este día propicio, felicidades por tu cumpleaños, Lizbeth-jou.
—Gracias.
Ante el incontable número de saludos molestos, salí y los recibí con mi mejor sonrisa y la más humilde expresión que podía mostrar. Técnicamente, debido a mi sobreprotector sirviente y mi padre, difícilmente tenía encuentros sociales, pero con todo, todavía tengo que socializar a veces. Después de todo, como noble, era importante formar lazos con varias partes y yo no era una excepción. Seguí leyendo “Vida Feliz – Capítulo 49: Mi cumpleaños y un consejo”
… Ha sido alrededor de un mes desde que sentí ese incómodo sentimiento hacia Gilles. Desde entonces, Gilles ha interactuado conmigo como siempre, sin rastro de ese sospechoso comportamiento anterior. Amable, calmado y sirviéndome sinceramente.
Debo de haberlo malentendido. Si no pienso así, no podría estar calmada. Estoy segura de que lo entendí mal. No es posible que Gilles se enamore de una niña menor de edad.
—Gilles. Seguí leyendo “Vida Feliz – Capítulo 48: ¿Como amo y sirviente?”
—¿Tienes fiebre, One-cha?
—… ¿Huh?
Cuando Ruby lo señaló, dejé ir un suave y amortiguado sonido de mi garganta.
Preocupado, Rubby intentó mirarme y estiró su mano. —¿Estás bien?,— preguntó mientras se inclinaba, sintiendo mis mejillas enrojecerse por frotarlas contra la pequeña palma de sus manos. Mientras gradualmente cerré mis ojos ante el frío penetrante. Ruby ansiosamente gritó one-cha una vez más. Seguí leyendo “Vida Feliz – Capítulo 47: Todo esto es culpa de Gilles”
La marcha del abuelo significa que un problema estaba razonablemente resuelto, pero todavía hay otros temas que requieren atención. Estaba el antes mencionado problema con Su Alteza y el abad.
Incluso si dejo a un lado el tema con el abad por ahora, el problema con Su Alteza todavía me está dando vueltas por la cabeza. Seguí leyendo “Vida Feliz – Capítulo 46: El comienzo de su romance”
Hay un dicho que afirma “contra más viejo uno es, más difícil resulta cambiar sus hábitos”. Después de todo, las acciones de uno, orgullo y ego son construidos sobre las acciones que uno toma a lo largo de los años.
Una buena forma de ponerlo es que los mayores tienen una fuerte voluntad, pero eso sólo quiere decir que ellos son tercos.
Seguí leyendo “Vida Feliz – Capítulo 45: Los resultados del disgusto del Abuelo”
Desde que el abuelo se estaría quedando con nosotros, Padre estrictamente nos ordenó no involucrarnos con él.
Era justo que padre estaba molesto ya que el abuelo no estuvo bien. Padre realmente odia al abuelo, ¿no? Bueno, entendí con una sola mirada que el abuelo no se llevaba bien con papá así que imagino que podía decir que estaba justificado.
Seguí leyendo “Vida Feliz – Capítulo 44: Abuelo y nieta”
Actualmente, tengo envuelta mi cabeza con varios problemas.
El primero era el tema com Su Alteza.
Ahora mismo, no hay nada que sea capaz de hacer sobre eso. Y como para rechazarle… No estoy segura de mis verdaderos sentimientos. Ha mostrado tan buena voluntad hacia mí que era inevitable que su amabilidad me moviera un poco.
Seguí leyendo “Vida Feliz – Capítulo 43: El Padre de mi padre”
Cuando se trata de mi impresión se su Alteza, él me gusta, pero las dificultades que vienen con él están en una categoría totalmente distinta.
No era como si me desagradará él. Pienso que es un excelente chico que trabaja duro. Por ahora, Su Alteza había cumplido trece, se ha vuelto mucho más tranquilo comparado con los viejos tiempos y también se ha vuelto consciente de sus responsabilidades como miembro de la realeza.
Seguí leyendo “Vida Feliz – Capítulo 42: Buena voluntad y confusión”
—Así, ya que mi hermano pequeño es sólo demasiado adorable, ¿qué debería hacer?
—¡Cómo voy a saberlo!
Cortada por esa exagerada expresión de “haz lo que sea que quieras” en su cara, gimotee e inflé mis mejillas un poco, mostrando mi insatisfacción. Seguí leyendo “Vida Feliz – Capítulo 41: Las circunstancias de la familia de Cecil-kun”
—Cecil-kun, ¡he venido a jugar!
—Vete a casa
Cómo favor, padre me llevó con él al instituto, así que fui a molestar a Cecil-kun, pero vete a casa fueron las primeras palabras que dijo cuando abrió la boca eran realmente descorazonadoras.
Seguí leyendo “Vida Feliz – Extra 2: Imponiéndose a Cecil-kun”
—Buenas tardes, Elza-san.
Habiendo recibido permiso para salir siempre que hubiera un tutor acompañándome, que como se esperaba era Gilles, fui a llamar a Elza-san.
A Gilles le desagradaba la idea de que fuera al pueblo, pero cuando me enganché a su brazo, inevitablemente dió su aprobación. Mientras me mantuviera cerca de él, no necesitaría preocuparse de que me alejara.
Seguí leyendo “Vida Feliz – Extra 1: El sufrimiento de Gilles”
Bzz, Bzz. Del ruido de zumbido bajo llegó un silbido satisfactorio, después de lo cual un estallido de múltiples luces se formó en el aire.
La cantidad de radiación violeta empezó a incrementar en volumen poco después y, en un parpadeo, incontables haces* se habían formado, disparando directamente hacia mí.
(Nota Nelea: * aquí se refiere a un haz de luz que son un conjunto de partículas o rayos luminosos de un mismo origen, que se propagan sin dispersión.)
Seguí leyendo “Vida Feliz – Capítulo 39: Finalizado”
Después de haber sido regañada por Gilles, al día siguiente una vez más, me dirigí a la habitación de entrenamiento con Cecil-kun. Por cierto, me prestó su cama de nuevo por un día más; podía decir que su actitud se ha suavizado ligeramente.
—Cecil-kun, vamos a aplazar el experimento de hoy también.
—¿Ha?
Cecil-kun me miró sospechosamente estando un tanto aprensivo. Después de todo, los dos vamos a la sala de entrenamiento ¿verdad? Y no había nadie alrededor.
Seguí leyendo “Vida Feliz – Capítulo 38: Entrenamiento especial y de la voluntad real”
—Entonces …. Liz, cuántas veces más tienes que llegar a las puertas de la muerte antes de quedar satisfecha.
Padre estaba presente cuando recobré la conciencia, dándome una severa mirada.
Antes de darme cuenta, estaba durmiendo en la habitación de Cecil-kun con mis heridas completamente sanadas y sin dolor. Parece que padre había usado magia curativa en mí; al menos, era como lo sentía.
Seguí leyendo “Vida Feliz – Capítulo 37: Regaño”