Desde el momento en que Morga vio a la Princesa en el bosque, supo que su estado era grave. Normalmente, los hechizos no se revelaban exteriormente. Incluso los hechiceros no podían discernir fácilmente si alguien estaba bajo un hechizo, a menos que usaran alguna poción. Seguí leyendo “Matrimonio depredador – Capítulo 88: Inmunidad a los hechizos”
Matrimonio depredador – Capítulo 87: Detente
La voz de Leah se quebró, ronca de tanto gritar. Ishakan sacó una cuerda de seda para atarle las muñecas y los tobillos.
—El rey de los Kurkans está llevando a cabo un secuestro de novia —explicó con indiferencia.
Su corazón dio un vuelco, pero la conversación no continuaría por mucho más tiempo. Se sentía débil, probablemente debido al líquido que él le había hecho beber. Su visión se volvió borrosa y su conciencia se desvaneció rápidamente. Seguí leyendo “Matrimonio depredador – Capítulo 87: Detente”
Matrimonio depredador – Capítulo 86: Dejame ir
Leah se iba.
Blain se quedó mirando cómo el carruaje se alejaba, sintiendo una mezcla desgarradora de emociones. Aunque sabía que debía esperar, quería correr y detenerlo de inmediato. La idea de que Leah pasara su noche de bodas con Byun Gyeongbaek encendió llamas en su corazón.
Pero Blain se contuvo. No solo quería el cuerpo de ella; quería su corazón. Cada vez que ella había mirado a ese rey bárbaro con los ojos llenos de emoción y cariño, aquello lo atormentaba insoportablemente. Deseaba que lo mirara de la misma forma en que había mirado a Ishakan, que le susurrara tímidamente con las mejillas sonrojadas y los ojos amorosos. Seguí leyendo “Matrimonio depredador – Capítulo 86: Dejame ir”
Matrimonio depredador – Capítulo 85: Mi luz
El recuerdo de ese día era vívido. Estaba tan arraigado que nunca podría desaparecer de la mente de Ishakan. Atrapado en una oscuridad abrumadora en un agujero donde ni siquiera podía estirar las extremidades, la única salida era una pequeña puerta redonda de madera en el techo.
Ese era el lugar usado para enseñar obediencia. Era demasiado cruel para un chico. No podía diferenciar ni siquiera el flujo del tiempo. No había ni un vaso de agua ni una rebanada de pan. Pesadas cadenas sujetaban sus extremidades y lastimaban su piel, donde las heridas no tratadas se pudrían, se oscurecían con pus y se llenaban de gusanos. Seguí leyendo “Matrimonio depredador – Capítulo 85: Mi luz”
Matrimonio depredador – Capítulo 84: Llanuras fuera de la capital
Leah vio salir el sol a través de la ventana, asomándose para alejar lentamente la oscuridad. Tan pronto como hubo despejado por completo el horizonte, corrió hacia la puerta de su dormitorio.
Pero ella vaciló entonces; fue extrañamente difícil agarrar el pomo. Solo después de que escuchó un golpe en el otro lado pudo abrirla. Seguí leyendo “Matrimonio depredador – Capítulo 84: Llanuras fuera de la capital”
Matrimonio depredador – Capítulo 83: Antes de irse
Los preparativos para viajar a la frontera se completaron rápidamente. No había mucho que hacer ya que Leah no traería mucho y no llevaría a sus damas de honor con ella. El ambiente en el palacio no había sido bueno desde que Blain había sido herido, y la partida de Leah sería tan tranquila como la de los Kurkan.
En su último día en el palacio, Leah fue a ver al rey. Su relación se había deteriorado tanto que ni siquiera recordaba haberlo llamado padre. Pero pensó que debería volver a verlo antes de morir. No tenía nada que ver con la oleada de emociones que estaba sintiendo porque él también estaba cerca de su muerte. Seguí leyendo “Matrimonio depredador – Capítulo 83: Antes de irse”
Matrimonio depredador – Capítulo 82: Serás un Rey
En las profundidades del palacio de la reina, había un lugar que nadie conocía. Se había construido modificando un pasaje secreto conocido solo por la familia real. Cerdina había asesinado a los funcionarios y trabajadores responsables de su construcción, asegurando que solo ella sabía que existía.
Estaba lleno de varias hierbas medicinales, animales muertos y otros objetos dudosos. Sacando polvo de lagarto molido y los ojos de una rana que había muerto bajo la luna llena, Cerdina pesó los materiales en una balanza. Una vez que los hubo medido con precisión, los vertió con cuidado en una olla hirviendo. Cuando el líquido cambió de color, sacó un ingrediente final: uno de los cabellos de Leah, que parecía un hilo de plata. Seguí leyendo “Matrimonio depredador – Capítulo 82: Serás un Rey”
Matrimonio depredador – Capítulo 81: No hay donde huir
Una fuerza repentina tiró de su hombro y su cuerpo se dio la vuelta. Leah contuvo el aliento y miró los deslumbrantes ojos dorados. El rostro de Ishakan no se inmutó, pero sus ojos feroces eran penetrantes. El hermoso color que nunca volvería a ver estaba grabado en su memoria.
Cuando tardíamente recuperó el sentido y miró hacia otro lado, su gran mano agarró su barbilla, obligándola a hacer contacto visual. Ishakan abrió la boca para hablar. Seguí leyendo “Matrimonio depredador – Capítulo 81: No hay donde huir”
Matrimonio depredador – Capítulo 80: Tratando de evitarlo
Después de jugar con el cabello de Leah, Cerdina recogió algunos mechones que se habían caído y Leah la acompañó a la entrada principal del Palacio, luego regresó a su oficina. Sentándose en su escritorio, recogió algunos documentos. No había dama de compañía para atenderla. Una mueca curvó la boca de Leah mientras leía. Seguí leyendo “Matrimonio depredador – Capítulo 80: Tratando de evitarlo”
Matrimonio depredador – Capítulo 79: Leah, sirviendo a Cerdina
Los nardos del jardín del palacio de la princesa florecían en todo su esplendor. El vaivén de aquellas pequeñas flores blancas bajo la brisa era un espectáculo apacible, pero Leah las contempló con mirada vacía antes de ordenar en tono monótono:
—Arrancadlos todos. Prefiero otras flores.
Ella misma había solicitado aquella plantación meses atrás. Sus damas de honor intercambiaron miradas perplejas ante el repentino capricho, pero ninguna osó cuestionarla: todos sabían que los ánimos de una novia en vísperas nupciales son volubles. Seguí leyendo “Matrimonio depredador – Capítulo 79: Leah, sirviendo a Cerdina”
Matrimonio depredador – Capítulo 78: En manos de Cerdina
—Mmm. Está más roto de lo que pensaba. Ese hechicero bárbaro es bastante bueno. Pero no parece que haya podido profundizar.
Cerdina frunció el ceño, molesta.
—En realidad, también fue difícil cuando lancé el primer hechizo hace cuatro años. Intentaste salir del lavado de cerebro tan pronto como apareció la más mínima oportunidad. —Esperó, observando hasta que Leah sufrió lo suficiente como para quebrantar su voluntad, y luego preguntó generosamente—: ¿Te duele, Leah? Seguí leyendo “Matrimonio depredador – Capítulo 78: En manos de Cerdina”
Matrimonio depredador – Capítulo 77: La hechicería de Cerdina
Pensó que no la sorprendería ningún nombre. Pero ella había sido ingenua.
—Fue la condesa Melissa —dijo, tras una pausa cargada de silencio.
Por dentro, Leah no quería creerlo. Aunque había venido en busca de respuestas, la realidad resultaba cruel. Lo más angustiante era que la baronesa, quien había revelado la terrible verdad, también sufría. Se afligía porque sabía que sus palabras habían herido a su princesa.
El silencio colgó en la sala de estar durante un largo rato. Leah tomó un sorbo de su té frío y recuperó la compostura. Seguí leyendo “Matrimonio depredador – Capítulo 77: La hechicería de Cerdina”
Matrimonio depredador – Capítulo 76: Condesa Melissa
El rey de Estia ordenó la expulsión de los kurkanos. Pero reconociendo que había habido negligencia mutua, no los expulsó de inmediato. Tenían un período de gracia de dos semanas.
Se decidió que después de que los kurkan se fueran, Leah dejaría el palacio para ir a la frontera, varias semanas antes de lo previsto. Pasó todos los días ocupada trabajando y delegando tareas antes de su partida. Seguí leyendo “Matrimonio depredador – Capítulo 76: Condesa Melissa”
Matrimonio depredador – Capítulo 75: Pensamientos esperanzadores
Cerdina se quedó sin palabras. Sus ojos temblaron, demacrados por días sin descanso. Forzó una sonrisa, pero las comisuras de sus labios apenas lograron alzarse, luciendo más una mueca. En especial, cuando tenía los ojos inyectados en sangre, haciendo que aquella sonrisa luciera extraña. Sus dedos, manchados y pegajosos con recortes de césped, acariciaron lentamente el rostro de Blain. Y cuando por fin habló, su voz temblorosa reveló astucia.
—Eso es imposible, Blain. El amor no es una emoción tan oscura como la que sientes… —Tomó aire antes de continuar—. No estás enamorado. Solo quieres poseerla. Seguí leyendo “Matrimonio depredador – Capítulo 75: Pensamientos esperanzadores”
Matrimonio depredador – Capítulo 74: Divulgación
Ishakan escuchó en silencio y luego sacudió su tabaco, tirando las cenizas en la bandeja en la mesita de noche.
—Le mencioné ese tema recientemente —dijo en voz baja—. Tuvo una reacción intensa. Su pequeño cuerpo se estremeció de dolor, ni siquiera podía gritar…
Ishakan guardó silencio, abrazando a la princesa. Reprimió sus emociones, habló de nuevo, con voz tranquila y serena: Seguí leyendo “Matrimonio depredador – Capítulo 74: Divulgación”