En el Festival de Cine de Venecia, la película del director Li Wei «El callejón de Satanás» fue un gran éxito, ganando cinco de las ocho nominaciones, lo que la convirtió en la mayor triunfadora del festival. No sólo se llevó a casa el premio más prestigioso al Mejor Director, sino que el actor revelación oriental, Tang Feng, también ganó tanto el de Mejor Actor Revelación como el de Mejor Actor, algo inédito en la historia del festival.
Esa noche, los productores e inversores prepararon sobres rojos y un banquete de celebración para todos los miembros del equipo, que habían trabajado duro durante varios meses y por fin recibieron sus merecidas recompensas. Seguí leyendo “Una Verdadera Estrella – Volumen 3 – Capítulo 35: En la lista negra (1)”
Eran fieles a sí mismos, por lo que no tenían que avergonzarse ante la mirada escrutadora de los demás.
Preocuparse demasiado por la opinión de los demás es agotador, sobre todo cuando estás constantemente expuesto a la mirada pública.
Tang Feng y Linda terminaron juntos el paseo por la alfombra roja. Después vino el acto principal del festival: la ceremonia de entrega de premios. Seguí leyendo “Una Verdadera Estrella – Volumen 3 – Capítulo 34: Ceremonia de entrega de premios”
—¡Hermano Tang, sabía que volveríamos a encontrarnos! —Sentado en un pequeño café al borde de la carretera en Venecia, Li Xidong tomó unos tragos de una bebida local, parecía emocionado.
—Más despacio —dijo Tang Feng con una sonrisa.
Tras ser liberado por Albert, Li Xidong regresó a casa. Aquella emocionante experiencia no amilanó al joven, sino que avivó su deseo de convertirse en un destacado periodista. Seguí leyendo “Una Verdadera Estrella – Volumen 3 – Capítulo 33: Alfombra roja”
Charlaron hasta bien entrada la noche. Era más de la una de la madrugada cuando Tang Feng regresó al hotel. Había bebido demasiado y sentía frío, por lo que necesitaba desesperadamente un baño caliente.
—¿Por qué sigues levantado? —preguntó Tang Feng al abrir la puerta e inmediatamente ver a Lu Tian Chen sentado en el salón, hojeando despreocupadamente los canales de televisión. Recordó haberlo llamado antes para hacerle saber que volvería tarde. Seguí leyendo “Una Verdadera Estrella – Volumen 3 – Capítulo 32: Festival de Cine de Venecia (3)”
—¿Por qué me cuentas esto?
—Quizá sea una idea equivocada, pero siempre pensé que te parecías a él; hay muchas cosas que no llegué a decirle y que me gustaría contarte.
—¿Qué querías decirle?
—Que lo quiero, siempre lo he querido y siento no haber cumplido mi promesa de quedarme con él hasta el final… Quiero decirle que lo siento, pero sé que eso sólo me dará un poco de tranquilidad y nada más. No se despertará y no tendré otra oportunidad de enmendarlo. Seguí leyendo “Una Verdadera Estrella – Volumen 3 – Capítulo 31: Festival de Cine de Venecia (2)”
Tras un día de descanso en el hotel, Tang Feng fue entrevistado por varios medios de comunicación a partir de la mañana siguiente. Mientras seguía enredado con algunos hombres y experimentaba la vida en el inframundo, el país ya se había centrado en él como actor en ascenso que actuó en una película de Hollywood y fue nominado a dos premios en el Festival de Cine de Venecia.
Después de recibir entrevistas de múltiples medios, finalmente sintió que había regresado al mundo normal. Seguí leyendo “Una Verdadera Estrella – Volumen 3 – Capítulo 30: Festival de Cine de Venecia (1)”
Después de salir del hotel, Tang Feng fue llevado al auto que estaba esperando frente a la puerta del lugar. Desde el momento en que salieron de la habitación hasta abajo, Albert realmente no envió a nadie tras ellos.
—¿Tienes miedo? Oh, a pesar de lo que Albert dijo, de hecho nos dejó ir para no ofenderme, no fue por ti, solo una zorra. Te mataré más tarde. Seguí leyendo “Una Verdadera Estrella – Volumen 3 – Capítulo 29: Sinceridad”
Lo que tenga que ser, será. Irá un paso a la vez.
Después de darse un refrescante baño, Tang Feng, quien se puso ropa casual, salió del baño y notó que Albert ya estaba sentado en la sala de estar. Involuntariamente miró hacia el sofá, limpio y sin ningún desorden o rastro de sus acciones anteriores. Seguí leyendo “Una Verdadera Estrella – Volumen 3 – Capítulo 28: El pequeño demonio asesino”
El característico aroma masculino, la persistente fragancia de baño y el sudor del ejercicio se mezclaban en el aire. La fría palma de Albert cayó sobre el cuerpo caliente y provocó una extraña estimulación. La camisa abierta revelaba un pecho firme, que subía y bajaba, reflejaba la inquietud del hombre sobre el que estaba.
No importa cuán fuerte lo intentase, Tang Feng no lograba soltar sus manos atadas con la corbata. Le dolían las muñecas. Seguí leyendo “Una Verdadera Estrella – Volumen 3 – Capítulo 27: Disfrutar la victoria (2)”
Si bien faltaban dos días para que comenzara el Festival de Cine, muchas de las personas que iban a participar ya estaban llegando a la isla Lido, Venecia, donde sería. El director Li Wei había llegado anteayer, por lo que Tang Feng llamó para avisarle en cuanto llegó. Cuando habló con él, se enteró de que Gino vendría al día siguiente.
Todos tienen sus propias cosas que hacer. Habría una fiesta después de la ceremonia de apertura del Festival de Cine el primer día, por lo que no había necesidad de apresurarse en llegar con mucha anticipación. Seguí leyendo “Una Verdadera Estrella – Volumen 3 – Capítulo 26: Disfrutar la victoria (1)”
De hecho, estaba tan cansado que ni siquiera se molestó en apartar a Albert, el cual lo estaba besando.
En el helicóptero, Albert abrazó a medias a Tang Feng, arrinconando contra la puerta. Los labios fríos, pero suaves, cayeron sobre la frente y la mejilla del actor, repartiendo besos intermitentes. Seguí leyendo “Una Verdadera Estrella – Volumen 3 – Capítulo 25: El día siguiente”
El resultado de esta subasta no fue un suspenso. Cuando el precio alcanzó los 300 millones de dólares, Harvey ya estaba pálido y en varias ocasiones, no pudo evitar querer que alguien llamara a los padres de Gino.
El hermano y el padre de Michael tenían la intención de rescatarlo intacto a cualquier costo. Se puede ganar dinero nuevamente, pero no se puede recuperar a un ser querido una vez ido. Aunque nunca pensaron que alguien seguiría subiendo el precio. Al igual que Tang Feng, no creían que Michael pudiera haber hecho algo malo como para ser atrapado por algún miembro del inframundo. Seguí leyendo “Una Verdadera Estrella – Volumen 3 – Capítulo 24: Liberación”
No todas las historias con el mismo comienzo tienen el mismo final. En la segunda mitad de la subasta se intercalaban artículos y personas como Jason. Algunos eran comprados por la gente de su familia.
La elección entre dinero y personas no es tan simple como parece, pero Albert lo demuestra de una forma vivida y sangrienta. No hay equidad absoluta, no hay justicia absoluta, el gobernante busca un punto de equilibrio entre las masas, y desde una perspectiva individual, las personas a menudo son parciales. Seguí leyendo “Una Verdadera Estrella – Volumen 3 – Capítulo 23: Artículo especial de la subasta”
Después de que comenzara la subasta, los primeros artículos eran realmente normales. Obras maestras, pinturas, antigüedades, diamantes, joyas… Estos artículos fueron todos ofrecidos por Albert. Aunque de vez en cuando escuchaba algunos nombres que Tang Feng sintió como si debió haberlos visto en algún museo nacional.
Si los artículos de la subasta son genuinos, solo hay una posibilidad, es decir, que el museo está exponiendo falsificaciones. Seguí leyendo “Una Verdadera Estrella – Volumen 3 – Capítulo 22: Subasta (2)”
Después del almuerzo, Tang Feng se quedó solo en el balcón de la villa mirando el brillante océano azul bajo el sol, fue un poco cansador hablar con Albert pero al menos fue sincero.
Le comentó que debía asistir al Festival de Cine de Venecia en una semana y el rubio estuvo de acuerdo, incluso prometió que llegaría a Venecia con dos días de anticipación.
Preguntó si Su Qicheng y Li Xidong estaban en la isla y Albert respondió que los dos estaban experimentando la vida de un sirviente en la isla. Al imaginar al gran presidente, Su Qicheng, regando el huerto, Tang Feng no pudo evitar las ganas de reír. Seguí leyendo “Una Verdadera Estrella – Volumen 3 – Capítulo 21: Subasta (1)”