Poco después de que Yu Ming se marchara, el móvil de Han Dong empezó a sonar.
—¿Eh? ¿Cómo ha vuelto mi móvil a mí? —pensó, algo desconcertado.
Se sintió confundido, pero no se percató de que la habitación estaba mucho más limpia que antes, ni de que ya no había ni rastro de suciedad. Seguí leyendo “Al límite – Capítulo 150: Muy endeudado”
Después de cenar, Han Dong se quedó tirado en el suelo del piso de abajo durante un buen rato. Finalmente, se levantó y fue directo al teléfono público. Decidió que, por el bien de Yu Ming, debía obtener una explicación justa.
Pasados unos minutos, Xia Hong Wei contestó.
—¿Sí? Seguí leyendo “Al límite – Capítulo 149: Tu ganado X eres el jefe”
En medio de la noche, Han Dong se giró para acostarse y se vio obligado a respirar por el dolor en su trasero.
Wang Zhong Ding escuchó el sonido de levantarse y entrecerró los ojos observando a Han Dong. No había signo de culpa o compasión en su rostro.
—¿Te duele el trasero? Seguí leyendo “Al límite – Capítulo 148: Carga completa y volver”
—No te atrevas a asustarme. Soy especialmente fácil de engañar —dijo Han Dong muy serio.
El camarero no pudo evitar esbozar una sonrisa.
—No era mi intención asustarle. El anterior propietario de esta isla tuvo que venderla por motivos económicos. El presidente Wang la compró y se la ha regalado a usted. Seguí leyendo “Al límite – Capítulo 147: Dulzura perdida hace mucho tiempo”
Hasta el final… la mano del maestro no se atrevió a avanzar más… y le hizo una señal con los ojos a Feng Jun.
Feng Jun finalmente detuvo todo con un gesto.
—Está bien, está bien… ¡Deteneos! Seguí leyendo “Al límite – Capítulo 146: Celos”
Justo cuando Li Shang estaba en el centro de atención, Han Dong seguía suplicando en la entrada, a más de diez metros de la sala.
—Soy Han Dong. ¿Tengo que repetirlo tantas veces para que me creas?¿Probarlo? ¿Cómo se supone que lo pruebe? ¿Debería quitarme el maquillaje? ¿No puedes reconocer mi voz?
La otra persona no respondió. Seguí leyendo “Al límite – Capítulo 145: Un éxito de taquilla”
De las tres categorías, Han Dong se mostraba estable en dos.
Era la tercera la que le causaba problemas; si esa fuera la primera en evaluarse, ¡la perdería sin duda!
Las reglas del primer juego eran simples: Seguí leyendo “Al límite – Capítulo 144: Talentos que deslumbran”
Después de la reunión, varios líderes salieron mientras discutían los asuntos.
—¿Sigue siendo necesario comparar? Las cualidades de Li Tian Bang deben ser mejores que las de Han Dong.
—Wang siempre encuentra la forma de cerrarles la boca a todos. Seguí leyendo “Al límite – Capítulo 143: En el campo de batalla”
Al día siguiente, Liang Jin fue llevado por la policía por presunta violación de la reputación de terceros y divulgación de información errónea.
Tan pronto como se publicó la noticia, toda la compañía quedó conmocionada.
Wang Zhong Ding convocó directamente a todo el personal para hablar acerca de Han Dong. Seguí leyendo “Al límite – Capítulo 142: Tratar por igual”
Después de la ceremonia de entrega de premios, el público comenzó a abandonar la sala de banquetes.
En contraste con los otros galardonados, el rostro de Yu Ming no mostraba ni un atisbo de emoción.
El coche de Xia Hongwei seguía aparcado en un rincón discreto, esperando. Sin embargo, esta vez Yu Ming no subió directamente. En cambio, se volvió hacia él y dijo: Seguí leyendo “Al límite – Capítulo 141: Desarraigados”
Una vez finalizada la reunión, Wang Haizhi llamó a Wang Zhong Ding.
—No me importa si este artista está exagerando o equivocado, de cualquier forma, no sigas con esto.
—Tengo mis propias reglas —respondió Wang Zhong Ding. Seguí leyendo “Al límite – Capítulo 140: Entrega de premios”
Por ello, Han Dong tardó menos de cinco minutos en recibir una respuesta.
—¡Me─sorprendió─mucho!
Estaba tan sorprendido… Han Dong se esforzó por entenderlo, y sintió cierta curiosidad en su corazón por saber qué lo había aturdido así. Al ver que Wang Zhong Ding seguía empacando sus cosas, Han Dong lo abrió en secreto y lo escaneó. Seguí leyendo “Al límite – Capítulo 139: Asegúrate de averiguarlo”
Al día siguiente, la noticia de que el director Kahn iba a trabajar con Zhong Ding Pictures saltó a los titulares.
El motivo por el que Kahn apareció en la celebración de «Sombras Robadas» y el significado de este movimiento despertaron las especulaciones de los medios de comunicación.
Es decir, una serie de tomas de Han Dong diciendo que quería trabajar con el director Kahn y del presentador diciendo que iba a dar un gran regalo fueron eliminadas antes, sólo se mantuvo la toma final de Kahn anunciando la colaboración. Seguí leyendo “Al límite – Capítulo 138: ¿Qué pasó?”
Traducido por Ichigo
Editado por Ayanami
La garganta de Wang Zhong Ding se sentía como si estuviera bloqueada por algo extraño, no podía tragar ni escupir.
Volvió a lanzar su fría y dura mirada hacia el escenario.
Kahn llevaba un corte de cabello a la inglesa y una barba de caballo. Tenía toda la fanfarronería de la juventud y todo el encanto de un hombre maduro. Seguí leyendo “Al límite – Capítulo 137: Es guapo y talentoso”
El precio de las acciones de la Compañía Zhong Ding Film & Television había subido con el éxito de taquilla de «Sombras Robadas», y en menos de tres semanas, el patrimonio personal de Wang Zhong Ding había aumentado en más de mil millones de dólares.
Por no hablar de Xia Hongwei, que era un inversor de la película y tenía más del 40% de la recaudación en taquilla a su nombre. Seguí leyendo “Al límite – Capítulo 136: Una gran sorpresa”